Fans de Luis Miguel desde 1996: «Lo conocimos a las tres de la mañana el día de mi cumpleaños»

MARTA REY / S.F.

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Rosi junto a Luis Miguel el día de su cumpleaños
Rosi junto a Luis Miguel el día de su cumpleaños CEDIDA

Jorge y Rosi llevan media vida yendo a conciertos del Sol de México. «Desde que lo vimos cantando 'Sueña' en la escena final de 'El Jorobado de Notre Dame' nos enganchamos a su voz», confiesan

22 jul 2024 . Actualizado a las 10:18 h.

Lo de Rosi y su marido Jorge es una auténtica historia de amor con Luis Miguel. Desde las Canarias, este matrimonio aprovecha el poco tiempo que el mexicano gira con su voz por el mundo para ir a verlo. «Ya estuvimos en 16 conciertos. Vamos sumando», dice Rosi. A pesar de que a ella ya le sonaban las canciones que interpretaba de niño, no fue hasta mediados de los noventa cuando el furor comenzó a correr por sus venas. Y quién les iba a decir que una película sería el detonante de este idilio con Micky. «Fuimos al cine a ver El jorobado de Notre Dame y esa escena final, cuando sale cantando Sueña, nos dejó sin palabras. Ahí nos enganchamos a él y hasta ahora. Cuando nos casamos, no pusimos la típica canción nupcial, escogimos ‘Amor, amor, amor’», cuenta.

A partir de ahí recorrieron tierra, mar y aire. «Todos los viajes que hicimos después tuvieron mucho que ver con su persona. Fuimos a Tenerife y visitamos el hotel donde él había estado. En Madrid siempre nos vamos por el Palace porque es donde se queda. Hemos vivido como una historia de amor con él. En México lo vimos en una misma semana en tres conciertos y ahora en el Bernabéu en las dos fechas. Su música acompaña nuestra vida. Además hemos sido muy felices cada vez que viajábamos», afirma Rosi. Aunque a la pareja le gustó más el concierto del sábado, dicen que el ambiente en el estadio fue impresionante. «Para nosotros, estuvo mejor el del sábado. Él salió con un entusiasmo y una cara... Fue maravilloso. Estaba guapísimo», cuenta. «Se mueve en la balada, en el medio tiempo... Es espectacular», dice Jorge. Aun así, Rosi llegó a casa con mucha pena. «Es un fenómeno fan tan inexplicable... Nosotros tuvimos que ir y volver de Madrid muy rápido. Pasó todo tan fugaz que cuando llegué a casa no me lo creía. Yo le decía a Jorge: 'Tengo ganas de llorar todo el rato'. Me vine con depresión posconcierto», confiesa. Lo mejor de todo es que el mexicano consigue devolverles su espíritu joven cada vez que lo escuchan. «No hay concierto de Luis Miguel en el que no hayamos llorado. Yo no soy nada gritona, pero cuando sale al escenario, es como si los gritos saliesen de mí. Nos devuelve la juventud, nos sentimos como niños. Esto dura toda la vida», confiesa.

Jorge y Rosi en un concierto de Luis Miguel
Jorge y Rosi en un concierto de Luis Miguel

Un regalo muy especial

«Una semana antes de casarnos nos fuimos a Madrid a verlo. El 12 de octubre sobre las tres de la mañana salimos a dar un paseo por los alrededores del Palace y aparcó una limusina delante del hotel. Salieron dos guardaespaldas y después se bajó él. Al vernos, se sacó una foto, felicitó a Rosi por su cumpleaños y le dio un abrazo. Cuando tú vives un momento tan emotivo con él, sabiendo cómo es su personalidad, todo toma otra dimensión. A partir de ahí se refuerza aún más nuestra pasión por él», cuenta Jorge. Sobre su éxito, Rosi lo tiene claro. «Con él ha pasado algo increíble. Hubo unos años en los que decías que te gustaba y a la gente era como si le diese pereza. Creo que a raíz de la serie de Netflix, el público empatizó con su vida y se enganchó», afirma.