Héctor Castiñeira, «Enfermera Saturada»: «El último café del día debería ser a las tres de la tarde»
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Acaba de publicar «¿Quién se ha llevado mi energía», donde habla de todos los ladrones que nos van quitando la fuerza a diario, y que, con pequeños de hábitos, podemos evitar
12 ene 2025 . Actualizado a las 09:56 h.Héctor Castiñeira (Lugo, 1982), más conocido en redes como «Enfermera saturada» Ha dejado a un lado el humor y sus anécdotas hospitalarias para escribir ¿Quién se ha llevado mi energía?, porque de un tiempo a esta parte todo el mundo le hablaba de «su cansancio». Él asegura que no nos han enseñado a «descansar correctamente ni a identificar el descanso adecuado», porque «no todos los cansancios son de sentarse en el sofá y ponerse una peli».
—¿Y tienes la respuesta?
—Después de investigar, llego a la conclusión de que hay pequeños ladrones que te van robando la energía a lo largo del día sin que te des cuenta, y con pequeños cambios de hábitos podemos evitarlo.
—¿A qué ladrón hay que tenerle más miedo?
—A la falta de sueño. Por la carga de trabajo que tenemos, le quitamos horas, pero esto tiene graves consecuencias en nuestro cuerpo, no solo a nivel físico, también mental. Hace poco se descubrió que dormir poco y mal predispone la aparición de alzhéimer y demencia. Tiene más importancia de la que nos parece. Otro muy típico es rodearte de gente negativa. Nuestro cuerpo aprende por imitación, y si estamos todos los días rodeados de personas con pensamientos negativos, eso acaba robándote energía.
—Hablas de diez tipos de cansancio, y la solución no siempre es descansar.
—No nos han enseñado a descansar correctamente ni a identificar el descanso adecuado. Pensamos que siempre es sentarse en el sofá y ver una peli o leer un libro, pero no necesita lo mismo una persona que lleve toda la mañana atendiendo llamadas de teléfono, respondiendo correos, que tiene una actividad más cerebral, un estrés más laboral, que otra que estuvo cargando sacos de cemento, que es más físico. Incluso existe un cansancio social de estar todo el día rodeado de gente, hablando, que al final, dices: «Necesito estar solo».
—Dices que estar despierto 28 horas seguidas equivale a una tasa de alcohol en sangre superior a la permitida.
—Es así. Por eso, en sanidad se protesta por las guardias de 24 horas, o incluso más. Si te atiende una persona que lleva más de 24 horas despierto, su estado mental es el de una persona que ha bebido alcohol. Como que conduzca una persona que ha bebido.
—¿Qué alimentos favorecen el sueño?
—Los cereales, los lácteos... Se decía mucho eso de «tómate un vaso de leche antes de ir a dormir que te va a ayudar a descansar mejor», y la ciencia ha demostrado que funciona.
—Otros lo perjudican.
—Uno, que conocemos todos, la cafeína, pero hay otros desconocidos, que son los que contienen aminas, que si los cenas, pueden interferir. Por ejemplo, determinadas latas de conserva, quesos curados o frutas, como el plátano.
—¿Cuál es la hora límite para tomar un café?
—Hay gente que se lo toma a las siete de la tarde y no le afecta, tiene esa suerte. Pero cuando tomamos un café, a las seis horas, la mitad de la cafeína sigue activa evitando que la señal de cansancio llegue a tu cerebro. Es decir, si te lo tomas a las seis de la tarde, a las doce de la noche continúa el efecto. Por eso, la hora límite debería ser las tres de la tarde, porque a las nueve, sigue activa la mitad. Si queremos irnos a la cama a las diez, el último debería ser a las tres de la tarde.
—¿Se cae el mito de que la manzanilla nos cura de todo?
—No es la peor infusión digestiva, hay otras sobre las que los datos nos dicen absolutamente que no. Hay estudios que no son concluyentes, y otros que sugieren ciertos beneficios a nivel intestinal, pero no podemos decir que sirva para todo, porque la ciencia no lo ha demostrado. Hay cierta evidencia, no es la peor, aunque tampoco la mejor.
—¿Cuál es por la que solemos apostar y realmente no hace nada?
—La menta poleo. La gente piensa: «Me la tomo porque va a curar, me va a solucionar... ». Incluso hay páginas de internet que aseguran que depura el hígado, que ayuda a regular los ciclos menstruales... A día de hoy, no hay estudios científicos sólidos que puedan confirmar estas propiedades medicinales. Hay datos que sugieren que puede ayudar a hacer mejor la digestión, pero también va a influir el agua caliente que estás tomando.
—¿Y una que tenga más beneficios de los que creemos?
—El jengibre. Es una de las menos habituales, pero los estudios son abundantes y con resultados claros sobre sus beneficios: antiinflamatoria, propiedades antibacterianas... No va a sustituir al antibiótico con una infección grave, pero nos puede ayudar a combatir algunas más leves.
—¿Hay alimentos que nos ponen de mal humor o no es para tanto?
—Depende, hay personas más sensibles a este tipo de alimentos, y otras, menos. Algunos afectan positivamente a las emociones, y otros negativamente, y está demostrado. Los ricos en azúcares refinados, en grasas saturadas, los ultraprocesados, afectan a la diversidad de bacterias que tenemos en la microbiota, y al inflamarnos, afectan negativamente a nuestras emociones.
—Más zanahoria, calabaza y mango, y menos cremas en la cara.
—A veces queremos luchar contra los radicales libres, recargados de antioxidantes, y recurrimos a cremas y suplementos, cuando realmente lo tenemos todo en el mercado. Son alimentos de tres colores: naranjas (zanahorias, mango y calabaza), rojos (sandía, pimiento o frutos rojos) y verdes (espinacas, brócoli o pimiento verde). Con ellos, vamos a luchar contra ese estrés oxidativo de la piel y el envejecimiento. Una buena alimentación nos va a ayudar mucho mejor que determinados cosméticos.