María Guerra, «La Script»: «Si no han nominado a Najwa Nimri a los Goya no es porque no haya hecho un trabajo extraordinario»
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La periodista habla del papel de la prensa cinematográfica, del acoso en la industria y celebra su penúltimo año como presidenta de la AICE en la gala de los Premios Feroz que se celebrarán el sábado 25 de enero en Pontevedra. «Ha sido un viaje precioso, terminar en Galicia me parece un giro extraordinario», confiesa
23 ene 2025 . Actualizado a las 15:34 h.No quería dedicarse a la radio y ha terminado teniendo hasta un pódcast. María Guerra —para muchos solo La Script— es la pequeña de cinco hermanos y la única que se ha decantado por las letras. Desde los años noventa, la periodista ha seguido al dedillo las novedades del mundo audiovisual y ha reivindicado el papel de la prensa cinematográfica. Ahora, disfruta al máximo de su último mandato como presidenta de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE) en Pontevedra, ya que la ciudad acogerá el próximo sábado 25 de enero y el año que viene los Premios Feroz.
—Los Premios Feroz 2025 llegan a Pontevedra. ¿Estamos siendo buenos anfitriones?
—Precisamente, estamos nerviosos por eso. Las previas están siendo un éxito y es importantísimo, porque no queremos que todo se quede en la gala. También es algo que Pontevedra nos pidió, que no fuera solo una gala de alfombra roja, sino que se le diera una dimensión más compleja, donde los cineastas pudieran presentar sus películas y series. La verdad es que es increíble cómo está respondiendo la gente, y eso implica que suba el nivel de autoexigencia.
—¿Ya tienes preparado el brindis?
—No, porque como somos periodistas y la actualidad va cambiando... [risas]. Será un brindis corto haciendo un balance de lo que ha sido el año, tanto en la industria audiovisual como en el Periodismo sin poner el foco en nosotros mismos. Normalmente en el brindis se suele hablar de para qué sirve la prensa cinematográfica en relación con la industria, su impacto económico... También nos gusta subrayar que el audiovisual, además de tener una representación social y cultural, es industria. El año pasado pasó lo de Carlos Vermut, por lo que este año habrá que volver a hacer una declaración de intenciones sobre cómo pensamos que debe tratarse el tema del acoso en los rodajes.
—Cada vez más mujeres se atreven a denunciar el acoso dentro de la industria, pero sigue habiendo quien no lo hace por miedo a las represalias...
—Ese es uno de los grandes temas, pero no solo en esta industria. El acoso sexual y laboral es un abuso de poder, y eso está en todas las áreas de la sociedad. Lo que pasa es que el cine, de la misma manera que el deporte, tienen un foco mediático extraordinario, y de ahí ese poder de representación que no hay en otras áreas. Es muy importante recalcar que el acoso y el abuso de poder no existen únicamente en este sector porque es de farándula y porque tiene focos. Como periodistas debemos decir: ‘Esto es un abuso de poder en unos sectores que están más precarizados porque son trabajos inestables'. Además no solo poner el foco en las víctimas, sino también en los perpetradores para que no se normalicen esas situaciones.
«Es muy importante recalcar que el acoso y el abuso de poder no existen únicamente en este sector porque es de farándula y porque tiene focos»
—El año pasado se activaron protocolos para tener puntos de apoyo a raíz de ese caso...
—Sí. La Academia de Cine y las asociaciones de mujeres cineastas los han activado para que haya denuncias anónimas y que se pueda poner cauces que a lo mejor hace diez años no había. Para mí eso es muy importante para las mujeres, pero también para los hombres, porque hay un abuso de poder. Nos parece importante decirlo, precisamente, por esa fuerza de representación que tiene el cine, porque nos comportamos como nos han enseñado en las películas, pero hay que cambiar.
—Ingrid García-Johnsson dijo hace tiempo en una gala que el puesto de presidenta de la AICE no era para tanto, que era como liderar una tuna... ¿Cómo es realmente?
—Es mi séptima ceremonia. Esta es mi última legislatura y la verdad es que sí que es como liderar una tuna [risas]. A mí me ha gustado mucho formar parte de este colectivo de periodistas y reflexionar sobre para qué sirven estos premios y la prensa en un momento en el que la gente cree que la información sale del móvil. Yo vengo de familia numerosa y me gusta mucho la sensación de tribu. Creo que en lo colectivo se llega más lejos. También quiero decir que yo soy la presidenta, pero tampoco soy la de Francia. Esto es una junta con muchos comités donde intentamos que todo sea bastante consensuado.
«Vengo de familia numerosa y me gusta mucho la sensación de tribu. Creo que en lo colectivo se llega más lejos»
—Eres la pequeña de cinco hermanos y la única que ha estudiado letras...
—Sí, la verdad. Dos de mis hermanas son médicas, otro se dedica al Turismo... Yo me he dedicado al periodismo, aunque cuando empecé en los años 90, era más estable y más fácil entrar en la profesión. La AICE es una asociación que nació en el 2013 en un contexto en el que el periodismo se abre a las webs y la forma la constituyen periodistas más jóvenes que yo intentando incluir esa nueva forma de periodismo, que es el periodismo digital. La AICE tiene el valor de que ha sabido caminar con los tiempos. Empezamos teniendo solamente premios de cine y a mitad de camino empezamos a tener los de series antes de los Forqué porque la cobertura profesional cambió. Yo empecé haciendo cine porque de series estaba Twin Peaks de David Lynch y, ahora, este año, las series españolas son una barbaridad de la calidad que tienen.
—Es que este año es bastante complicado votar...
—Sí, la calidad ha sido tan alta que elegir entre ellas se vuelve complicado, además de que es subjetivo. Con la llegada de las plataformas se comenzó a invertir en series y a contratar a directores de cine. Esto no solo transformó la percepción que se tenía de ellas, sino que también supuso una importante inversión. Al pasarse al otro lado, empezaron a crear obras con el mismo nivel cinematográfico y enriquecieron enormemente la industria. Para mí las obras audiovisuales tienen un gran poder de representación social y nos invitan a reflexionar sobre quiénes somos. Lo mismo a la hora de generar tanto empleo. En algunas asociaciones se comenta que la parte técnica del audiovisual español a veces tiene cero paro, aunque los actores y actrices no siempre tienen esa misma suerte.
«Las obras audiovisuales nos enseñan a reflexionar sobre quiénes somos»
—¿Hay alguna que te haya sorprendido más?
—No debería contestar a eso porque estamos a una semana y están las urnas abiertas [risas]. Yo creo que ha sido un año extraordinario y me han parecido interesantes los temas que ha habido y cómo se han tocado. Las series tienen una cosa muy buena, que es haber ampliado el foco de las edades de los protagonistas. Quizá hay menos thriller, y más temas sociales.
—Pero tú en general no tienes filtros...
—Yo intento ser sincera, porque creo que hay tal cantidad de información y de opiniones vacías, que si tienes un poquito de micrófono es importante ahorrarle a la gente el bla bla bla. Es poder decir: ‘Esto lo veo así y ya está'. Vivimos en un mundo que es un mar de opiniones.
—A mucha gente le sorprendió que Najwa Nimri no estuviese nominada al Goya por su papel en «La virgen roja». En los Feroz, sin embargo, sí está nominada. ¿Hay un concepto distinto de los premios?
—La ‘ferocidad' de los Feroz es enfocar obras que a veces se quedan fuera del foco de los Goya. Nosotros tenemos una mirada externa y nuestra filosofía es la de votar por obras arriesgadas y trabajos más independientes. Creo que Najwa Nimri es una grandísima actriz, pero también es cierto que ahí solo hay cuatro candidaturas. La verdad es que su trabajo en La virgen roja es excepcional y no sé por qué no la han votado. Quizás porque sea de plataforma, y eso también pesa dentro de la industria, pero no creo que sea porque no les haya parecido extraordinario su trabajo. Lo bueno de los Feroz es que nosotros estamos fuera de la industria y no nos votamos a nosotros mismos como en los Goya y los Forqué.
«En los Feroz estamos fuera de la industria. No nos votamos a nosotros mismos como en los Goya y los Forqué»
—Este año y el que viene vas a tener que disfrutar de lo que te queda como presidenta de la AICE en Pontevedra. ¿No lo vas a echar de menos?
—Sí. Me parece maravilloso porque, aunque implica agotamiento y responsabilidad, es increíble participar y estar en el corazón de esta gran maquinaria. Me encanta terminar en Pontevedra. Ha sido un viaje precioso y creo que finalizar en Galicia es un giro extraordinario. Los Feroz siempre han tenido esa vocación itinerante, porque cada territorio promueve visiones e idiomas diferentes. Estar en la carretera es lo que hace que los premios sean interesantes tanto para las ciudades como para nosotros.