¿Estás en una relación sana? El test para comprobar cómo va tu amor

MARTA REY / S. F.

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¿Bandera roja o bandera verde? Si te sientes más identificado con las «red flags» entonces tu relación es tóxica. Si, por el contrario, son más numerosos los puntos de las «green flags» vas por el buen camino

14 feb 2025 . Actualizado a las 16:06 h.

Varias psicólogas explican cuáles son algunas de las «red flags» y «green flags» para saber si estás en una relación sana o tóxica. «Son muy útiles para identificar conductas que están bien o que son peligrosas, y porque nos avisan si necesitamos cambiar de rumbo con la pareja, pero no se deben utilizar para etiquetar a las personas», afirman

RED FLAG

Gritos

Una discusión la tiene cualquiera. Sin embargo, nuestras alarmas se deben encender si siempre se dirigen a nosotros mediante gritos. «Todos gritamos y a veces incluso puede ser hasta necesario. No a menudo, pero en alguna situación, sí. Si los gritos aparecen habitualmente, hay que pararse a reflexionar, porque cuando salen, nos están avisando de que hace mucho tiempo que nos hemos desviado del camino bueno», explica Aránzazu García, psicóloga experta en terapia de pareja. Porque las cosas se pueden hablar desde el respeto sin llegar a pegar voces. «Mantener una comunicación asertiva con tu pareja es imprescindible», afirma la psicóloga María Teresa González Millo.

Refuerzo intermitente

«Unos días me contesta muy bien y otros fatal» o «unos días me habla muy seguido y después me ignora dos días». Si te resulta familiar, esto se llama refuerzo intermitente y funciona como las máquinas tragaperras, haciendo que la persona tenga incertidumbre por cómo se va a comportar la otra durante ese día. «Un día te da una monedita, y otro no. Si te portas bien con esa persona, está muy contenta contigo. El día que te castiga porque considera que has hecho algo mal, lo hace con el silencio. Es una de las técnicas de manipulación que acaban enganchando», explica Lara Ferreiro, psicóloga y autora del libro «¡Ni un capullo más! El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta».

Humillaciones

Muchas veces, desde fuera de una relación identificamos comportamientos que las personas que están dentro de ella pueden no estar captando. Sin embargo, con esta bandera roja habría que tener cuidado, porque puede no significar lo mismo para una persona que para otra. «Aquí ya es más difícil, porque lo que una persona considera que es una falta de respeto, la otra puede que no. Así como con cualquier tipo de agresión física para mí es muy fácil saber dónde está la línea, en este caso es más complejo», detalla García. Aunque dentro de ellas, también se pueden llegar a incluir las comparaciones. Así que ya sabes, si te compara con su ex, dile «next».

Te oculta

Si lleváis un tiempo de relación y no te ha presentado a su entorno, es raro. Sobre todo, si no te dice claramente cuál es el tipo de relación que quiere mantener contigo. Esta es otra de las grandes «red flags». «Si esa persona tiene un compromiso real contigo y te dice lo que realmente quiere, te presenta a sus amigos, e incluso en algunos momentos sube fotos a las redes sociales, no te oculta, es decir, no te invalida y te da tu lugar. Pero muchas veces te esconden porque pueden tener a otras personas, o solo te quieren para mantener relaciones sexuales y se avergüenzan a nivel social. Cuando tú quieres a alguien, todo lo contrario, presumes de esa persona, o sea, no la quieres esconder», dice Ferreiro.

GREEN FLAG

Reconoce sus errores

No todo el mundo deja el orgullo a un lado para disculparse. Si tu pareja lo hace, estás en el lado correcto. «Tiene que ser una persona que reconozca que lo ha hecho mal. Que te diga: ‘Oye, lo siento, me he equivocado‘. Hay mucha gente que no sabe pedir perdón y que te hace sentir como si tú tuvieses la culpa», reconoce Ferreiro. De todas formas, errar es humano. Lo difícil es asumirlo. «Todos metemos la pata de vez en cuando y hay personas a las que les cuesta mucho asumir que se han equivocado. Es importante que nuestra pareja sepa asumir errores y responsabilizarse, tanto pidiendo disculpas como reparando. A veces solo con decir «disculpa», el otro ya se siente mejor», indica García.

Proyectos en común

Puede pasar que, a lo largo de los años, los dos miembros de la pareja cambien de idea de futuro y donde antes querían una cosa, ahora quieran otra. Por eso, es necesario que en algunos momentos nos paremos a mantener este tipo de conversaciones incómodas con nuestro compañero o compañera de vida. «Esto es importante. Por ejemplo, si tú estás en una relación y dentro de tus planes a largo plazo está el de convertirte en madre y en los de tu pareja no entra tener hijos, ya no estáis yendo en la misma dirección», explica González. Ahí cada uno tendrá que decidir si sigue adelante con la relación, pero ya sabe que si quiere cumplir con su proyecto de vida, igual debe cambiar de acompañante.

Respeta tu espacio

«El que cada uno tenga una vida propia es esencial. Es decir, irte al gimnasio o con tus amigos y no convertiros en una pareja con adicción emocional. Aquí puede ocurrir que una persona anule a la otra», puntualiza Ferreiro. Pero si tu pareja no te deja hacer planes por tu cuenta, hay problema. «Hay personas que son muy absorbentes y ocupan demasiado espacio o demandan mucho tiempo y atención de su pareja», afirma García. También puede pasar que uno de los miembros tenga apego ansioso. «Y ese rechazo puede provocar incluso más atracción. Para evitar el sufrimiento, el camino más certero es trabajar cada uno por separado para tener un apego seguro», indica González.

Buena comunicación

En una pareja sana, no hay críticas y reproches, sino peticiones y soluciones. «Una bandera verde muy importante es que, en lugar de críticas, te hagan peticiones. No hay que decir: ‘Eres un guarro porque dejas los calcetines tirados’, sino: ‘Por favor, ¿te importa dejar los calcetines en tal sitio?’», explica Ferreiro. González da algunas de las claves para mostrarle a la otra persona nuestra decepción o enfado. «Hay que hacerlo con amor, respeto, firmeza y amabilidad», indica. García propone llegar a acuerdos: «Cuando una persona sabe escuchar, facilita que ciertas cosas no ocurran. En las parejas siempre va a haber necesidades incompatibles. El saber llegar a acuerdos es una habilidad».