Javier Pagés, presidente de la Barcelona Wine Week: «Galicia está de suerte porque el vino blanco está de moda a nivel mundial»

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El presidente de la D.O. Cava sostiene que España tiene mucho margen para aumentar la presencia de las elaboraciones de calidad en los mercados internacionales

27 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Reunir a más de un millar de bodegas en un único espacio no es tarea sencilla, pero la Barcelona Wine Week (BWW) lo ha logrado. Eso ha permitido que, durante tres días, centenares de compradores conocieran una amplia oferta, entre la que figuraba la de las cinco denominaciones gallegas. Según el presidente de la feria, y también de la denominación de origen Cava, Javier Pagés, Galicia vive un dulce momento animado por la moda de blancos y espumosos. Y, junto con el resto de España, cuenta con muchas bazas para seguir ganando cuota en los mercados internacionales con sus vinos de calidad.

—El mercado del vino no está atravesando su mejor momento.

—La realidad de este año es que no todo el mundo está igual, aunque la situación está difícil para todos. Hay cierta dificultad en las ventas y por eso las bodegas están deseosas de hacer negocio, de contactar y de revertir esa situación, porque no es un año especialmente bueno.

—¿Cómo puede ayudar la Barcelona Wine Week en ese contexto?

—Nosotros hemos conseguido que haya muchas bodegas juntas, porque España tiene un territorio y una diversidad enormes. Eso hace que para los compradores internacionales sea más atractivo porque, entre los dos o tres días que nos visitan, pueden ver una diversidad enorme. Los que vienen con la idea de hacer negocio, o de ampliar su porfolio, aquí tienen un motón de vinos y bodegas juntos. Y eso es algo que está funcionando y así nos lo dicen las bodegas.

—Otra ventaja es que es una feria únicamente de vinos, no se fusiona con otros alimentos.

—Es una feria de vinos de calidad y de vinos de España y eso también nos permite atraer a compradores que son especializados. Aquí el que viene viene a ver y a buscar vino. Era necesario algo así, un lugar donde haya muchas bodegas para que sea interesante para los compradores.

—¿Cómo ha visto los vinos gallegos?

—Rías Baixas protagonizó una de las catas de la feria, donde un profesional eligió diez vinos, de entre más de cincuenta, que él consideró los más atractivos o los que representan más la tipicidad. Y me pareció maravillosa. Galicia está de suerte porque a nivel mundial el consumo de vino blanco y espumoso está de moda. Es una región con varias denominaciones de origen y con unos vinos blancos con una personalidad muy grande y totalmente originales.

—Usted es también presidente de la Denominación de Origen Cava, ¿qué le parecen los espumosos gallegos?

—El espumoso es un vino que se da en muchas regiones del mundo y hay que saber encontrar variedades de uva adecuadas y métodos de elaboración para que el vino tenga esa delicadeza y acidez. En Galicia se está empezando a dar a conocer estos vinos. Pero hoy en día todavía no es conocida por ellos.

—Este auge de vinos blancos y espumosos coincide en Cava con problemas en la cosecha debido a la sequía.

—La verdad es que sí. Se están buscando vinos espumosos en el mundo y Cava hace vino de calidad. Lo que tiene España es que hacemos vinos con una calidad muy superior incluso a la que percibe el consumidor nacional. El problema es que llevamos dos años de sequía, con lo que en nuestras bodegas ha entrado un 30 % menos de lo que sería normal. Así que ese año vamos a tener que racionar, porque nos estamos quedando sin Cava. Hemos notado una caída del 12 % en las ventas, porque las bodegas empiezan a no poder vender, porque no tienen. La parte buena es que hemos mejorado el valor promedio de nuestros vinos.

—¿Cuánto cree que va a durar esa moda de blancos y espumosos?

—El mundo del vino tiene tendencias y mientras se dan las buenas hay que aprovecharlas. A mí me gusta tanto el espumoso que espero que nunca se pase. Pero el consumidor de vino se mueve por modas. Por ejemplo, el rosado también crece y se valora más, pero hubo una época en que los rosados no eran buenos, mientras que ahora se les encuentran muchas virtudes. Yo creo que a Cava le queda mucho recorrido y hay que ser optimistas. España puede seguir incrementando su porcentaje de vinos de calidad en los mercados internacionales. Ahí se le puede ganar mucho terreno a Francia.