
Lo que los invitados no te cuentan, pero todos comentan. Dos organizadoras de bodas y una experta en protocolo ponen sobre la mesa los detalles que has de saber para un sí quiero perfecto
24 abr 2025 . Actualizado a las 16:31 h.Con la llegada de la primavera, y supuestamente el buen tiempo, empieza la temporada de eventos y especialmente de bodas. Los novios y novias gallegos suelen preparar su gran día con un año de antelación para asegurarse fecha en su sitio favorito para celebrar el enlace, aunque los organizadores añaden que en nueve meses es posible atar todos los cabos para el sí quiero. Una vez escogido dónde y cuándo, hay otros detalles a tener en cuenta y que a veces pasan a un segundo plano para las parejas, pero no para sus invitados. Te contamos los diez puntos que debes tener en cuenta para organizar bien tu enlace.
1 INVITACIONES
Los expertos señalan que las invitaciones no deben darse con demasiada antelación. Así, Olga Casal, profesora de Comunicación, Protocolo y Eventos apunta que dos meses es suficiente. «Si las das con mucho tiempo, esa persona todavía no va a saber si puede ir o no en esa fecha». Coincide con ella Alba Díaz, que está detrás de la empresa de organización de bodas Frida Kiwi. «Para nosotros lo ideal son tres o cuatro meses. Muchos aprovechan los reencuentros de Navidad para darlas». Sobre el formato físico, indica que muchos novios ya solo las dan de forma online o crean una página web, mientras que otros se reservan las de papel para los familiares.
2 REGALOS
Extinguidas las listas de boda, es habitual que en la invitación los novios den el número de cuenta, una práctica que para la experta en protocolo «es una ordinariez, por mucho que se haya normalizado». «Quien quiera darte dinero ya lo va a hacer sin esa necesidad de ser tan explícito», defiende, mientras que Marta López-Rivadulla, wedding planner de El Sofá Amarillo, indica que «a nadie le va a ofender, puesto que está a la orden del día».
3 VESTIMENTA
En la actualidad muchos novios no establecen una etiqueta para su gran día. «La gente agradece que le indiques cómo va a ser el evento, porque la primera pregunta cuando te invitan a una boda es: “¿Y qué me pongo?”», señala Olga Casal. En este sentido, apunta que en los últimos años han perdido la parte ceremonial para convertirse en un festejo, «esto se traduce en una relajación de las etiquetas», dice. Así, ahora se realizan muchos enlaces temáticos. «Por ejemplo, hay novios que hacen una boda tipo ibicenca y piden que vaya la gente de blanco. Es algo fácil que la gente puede cumplir», apunta la experta en protocolo, que no obstante considera el veto de determinados colores —como hizo Pilar Rubio con el rojo, el rosa, el naranja o el verde en su boda con Sergio Ramos— «una excentricidad». «Hay una línea fina entre determinar un código de etiqueta y estos vetos que responden a un gusto personalísimo de la novia o novio y condicionan el gusto de los invitados», indica Casal.
4 MESAS
Uno de los puntos más complicados a la hora de organizar la boda es este. «Ha habido una evolución, ahora es común que no se mantenga la presidencial, que era en la que se sentaban los novios con sus padres. Generalmente, era alargada y estaban todos de frente al resto de invitados. Ahora se procura que estén más integradas y suelen ser redondas. Esto ha ido cambiado, ya que además ahora muchas familias son de padres separados y sentar al padre y madre divorciados con sus nuevas parejas resultaba a veces complejo. Esto ha llevado a que haya incluso novios que se han sentado solos», dice Olga Casal. La profesional indica que la clave es «no juntar a quienes se llevan mal». «Puedes querer tener la típica mesa de amigos, pero si dos no se hablan por lo que sea, una solución es dividir a las amistades y mezclarlas con familiares», dice. Asimismo, desde Frida Kiwi indican que «las bodas tienen cada vez menos lazos de sangre, cada vez hay menos familia y más amigos. Las que hacemos suelen ser de unas 100 o 140 personas como mucho, hay cada vez menos de 300 o 400 invitados». Así, añaden que incluso hay quien hace dos eventos. «Hicimos varias veces un enlace más familiar, el día de la ceremonia, que suele ser en la iglesia en estos casos, y luego otro con los amigos para separar un poco los dos momentos».
5 CUÁNTOS LEEN
Todos hemos ido a bodas que nos han resultado larguísimas, especialmente las civiles. «A veces, las parejas se olvidan de los invitados y también hay que tenerlos en cuenta. Nosotros recomendamos que como mucho hablen cuatro personas, dos de parte de cada novio, y que la ceremonia no se alargue más de media hora», dice Marta. En Frida Kiwi incluso lo reducen a tres. «Aconsejamos que no intervengan más personas y que hablen un minuto aproximadamente. Piensa que una persona sola hablando da para mucho, y tres minutos es demasiado tiempo. A ti como novia te puede gustar que salgan 38 entre amigos y primos, a hablar, pero el invitado va a estar pensando que se quiere tomar un vino ya y relajarse».
6 TRANSPORTE
Bajo la premisa de tener en cuenta a los invitados, las dos organizadoras de bodas consideran un must have contratar un servicio de traslado. «Es algo primordial. Puedes disfrutar diez horas de una boda increíble que, si cuando te quieres ir no tienes en qué o tienes que esperar a una determinada hora, la sensación va a ser mala. Además, si eres la novia y faltan diez invitados por llegar al enlace, tus nervios van a aumentar», apunta Alba, de Frida Kiwi. Los expertos aconsejan así dar además varias opciones. «No vale decir: “Pongo un bus solo, así me ahorro dinero, y que salga a las cinco de la mañana”. Porque tu tía abuela, que es mayor y ya ha hecho el esfuerzo de estar tantas horas fuera de casa, no va a aguantar hasta esa hora. Lo habitual es poner dos horarios para que la gente pueda elegir», dice Marta, de El Sofá Amarillo.
7 NIÑOS
El veto de colores que hizo Pilar Rubio no es habitual, pero sí lo es cada vez más el de los niños. Los expertos consideran normal que en una boda los pequeños no estén, aunque esto puede traer más de un enfado. «Para mí no tienen cabida. Las bodas son una fiesta a la que la gente va a comer y beber unas copas», dice Marta. Opina igual Olga Casal. «El que invita decide, y el invitado es libre de ir o no. Además esto tiene una razón, no como lo de los colores. Una boda es un evento pensado para adultos y es lógico que los novios no quieran tener a niños por ahí revoloteando y a sus padres estresados detrás de ellos. En un primer momento puede que muchos se ofendan si les dicen que no los lleven, pero una vez que organicen con quién dejarlos, lo agradecerán. Yo soy madre y me alegraba poder ir sola». Y si los pequeños van, lo mejor es contar con un servicio de animación infantil. «Si se casa tu hermana, es normal que quieras que vayan tus sobrinos. Entonces, lo mejor es que haya actividades para ellos», dicen desde El Sofá Amarillo. «Mejor que estén supervisados. Nosotros hacemos muchas bodas en lugares alternativos y queremos que esté alguien al cargo ya por seguridad», añaden desde Frida Kiwi.
8 SORPRESAS
En muchos enlaces los amigos de los novios suelen querer darles una sorpresa, bien en forma de baile grupal, de canto o incluso de vídeo, un punto que los organizadores de boda no aconsejan. «Preguntamos a los novios si las admiten o no, si nos dicen que no, lo sentimos, pero no dejamos», dice Alba, de Frida Kiwi. «La pareja sabe todo lo que va a ocurrir en su día y en qué orden. Si de repente hacen algo sin avisar, eso puede retrasar, por ejemplo, el inicio de la cena», añade. Por eso, en caso de que las amistades planeen sorprender, deben siempre consultar: «Así les decimos dónde puede encajar mejor la sorpresa». Y de hacerlas, los expertos aconsejan no recurrir a vídeos. «A los amigos les puede parecer gracioso poner vídeos de la despedida, pero a la abuela de la novia igual no, y a ella puede que tampoco», añade Marta, de El Sofá Amarillo.
9 DENTRO O FUERA
Alba, de Frida Kiwi, indica que más allá de ver el tiempo que hará el gran día, hay que tener en cuenta lo que ocurrió las jornadas antes. «Si la ceremonia es al aire libre y llovió los cuatro días antes, el terreno va a estar enlamado, por lo que no puede ser», comenta la organizadora de bodas, que añade que además realizan mediciones para saber la orientación del sol. «Vamos varios días para ver cómo dará en cada sitio. A la invitada que le toque estar sentada media hora a pleno sol, no le hará gracia. Son cosas que hay que tener en cuenta para ubicar los sitios», explica.
10 FOTOS
Desde El Sofá Amarillo comentan que la tendencia a realizar álbumes al más puro estilo editorial de moda no debe hacer perder el foco. «Hay casos que se centran tanto en los posados, que luego les falta una foto con su abuela, por ejemplo», explica Marta López-Rivadulla.