
Hostelería por el Clima. El restaurante Memories Eder, de Ferrol, acaba de recibir el reconocimiento en los Premios Sin Huella por su compromiso medioambiental
12 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Chus Martínez lleva casi 17 años en el sector hostelero. Empezó con un pequeño local en la zona de Ultramar, en Ferrol, y a partir de ahí fue abriendo otros restaurantes. Los pequeños gestos medioambientales que ha ido incorporando en sus locales le han valido el reconocimiento en los Premios Sin Huella, organizados por Hostelería #PorElClima, una iniciativa de Coca-Cola y Comunidad #PorElClima con el apoyo de Hostelería de España, que valoró su compromiso medioambiental y la descarbonización en su restaurante Memories Eder (Ferrol). Se trata del único restaurante en Galicia que ha recibido este galardón y que premia a locales de toda España. En la anterior edición, la primera de estos premios, también fue galardonado O Semáforo, en Fisterra.
«Hace más o menos dos años, Coca-Cola nos propuso participar en esta iniciativa para intentar reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de la hostelería. A nosotros, más allá de que nos parecía una buena iniciativa, pensábamos que poco podíamos hacer. Pero nos gustó la idea y, a medida que fuimos valorando las cosas que podíamos hacer, nos dimos cuenta de que pequeños gestos en nuestro sector podían dar buenos resultados, porque la hostelería es un sector muy importante en nuestro país», cuenta Chus, para ponernos en situación de cómo se fue llevando a cabo este proyecto. «Si todos nos comprometemos con esta labor, podemos ayudar bastante en la descarbonización», concluye.
En el momento que hubo ese cambio de mentalidad por parte de Chus Martínez y de Pepe López, responsables del restaurante, se inició un camino del que ya no hubo marcha atrás. Y en total han puesto en marcha a cerca de 30 iniciativas centradas en la eficiencia energética, la optimización de recursos y la reducción del impacto ambiental. «Como estábamos un poco ajenos, empezamos a estudiar qué cambios podíamos llevar a cabo. Y nos fuimos metiendo en el tema, y lo primero que hicimos fue cambiar la iluminación y poner luces led. También instalamos detectores de presencia en zonas de paso. Luego cambiamos las energías y ahora son 100 % renovables. También realizamos la separación de los residuos y priorizamos aún más si cabe, los productos locales, aunque ese aspecto ya formaba parte de la política de la empresa», explica.
Para Chus, no hay nada mejor que el producto de la tierra, por muchos motivos. El principal es su calidad, pero si encima ayuda a reducir la huella de carbono, pues ya no hay duda: «La lechuga siempre es de productores locales. Y cuando llega el tomate de aquí, que por desgracia no lo hay todo el año, también nos abastecemos siempre de él. El queso que usamos es de una quesería gallega, el pan es de una panadería de Neda, las carnes son de mataderos gallegos... Nos dimos cuenta de que, aparte de contribuir y activar la economía local, también estábamos haciendo un beneficio a la sostenibilidad y a reducir nuestra huella». Otro de los aspectos que contemplaron fue el del consumo de agua, y para ello trataron de reducirlo: «Usamos atomizadores, que controlan presión, y que al final son solo unas piezas, nada más. Pero nos dimos cuenta de que con ello se reducía el consumo».
También han cambiado los envases en los que los clientes se llevan la comida para contaminar lo menos posible. «Una parte de nuestra actividad se dedica al take away y en este momento casi todos nuestro envases son reciclables en un 90 %, y esperamos llegar pronto al 100 %. Como te decía antes, nuestro sector, el de la hostelería, tampoco es que tenga un impacto medioambiental muy grande, pero somos muchos los que nos dedicamos a ello y cada gesto cuenta», comenta la dueña de este local que lleva abierto desde el 2015, donde tienen muchísimo éxito las hamburguesas que ofrecen, aunque también todo tipo de ensaladas y acompañantes y que se atreven, también, con los desayunos y los postres.
Además, percibe que el cliente también quiere formar parte de esa cadena en favor de la sostenibilidad. «Siempre le sugerimos que la comida que no consuma en el local, se la lleve. Y se la preparamos en envases reciclables. Y cada vez que renovamos algún equipo, antes no nos fijábamos en eso, pero ahora vemos que sean energéticamente más eficientes y que tengan apagado automático. De esta manera, también reduces el consumo y los costes. Porque una cosa no está reñida con la otra. Al contrario, tu margen aumenta porque tus consumos se reducen», indica, quien lleva las riendas de otros dos negocios más, California Eder y Atavico by Eder, donde sigue la misma filosofía medioambiental que en Memories Eder y que ya anuncia la siguiente medida que quiere tomar: «Ahora lo que queríamos también es adquirir una máquina de compostaje, para generar compost para usar como fertilizante». Con esta filosofía no es de extrañar que hayan sido uno de los ganadores de los Premios Sin Huella. Pero para Chus es un camino que todavía no tiene final y además cree que cada día todos nos concienciamos un poquito más sobre la importancia de poner nuestro grano de arena a la hora de dejar nuestra huella cuidando el planeta.
«Cada vez se suma más gente a la iniciativa porque al final el planeta es la casa de todos. Y nos damos cuenta de que estamos contaminando y que los recursos no son infinitos. Igual que tú en tu casa no tiras los desperdicios al pasillo, por ejemplo, te das cuenta de que el planeta también hay que cuidarlo y que debería ser igual», explica mientras constata que la gente está más concienciada: «Veo que hay un compromiso en la gente joven, que ya tienen esa mentalidad. Quizás ellos también ya nacen en otro tiempo, y hay una problemática que no había hace años, o por lo menos no la veíamos así, no teníamos datos reales como tenemos ahora».
Los Premios Sin Huella son un reconocimiento a aquellos establecimientos hosteleros, instituciones y asociaciones que han asumido un compromiso para actuar contra el cambio climático en el sector de la hostelería. Y todos los premios destacan por las acciones emprendidas para reducir su huella de carbono, impulsar el ahorro de agua, fomentar el consumo responsable y potenciar la gestión eficiente de la energía o la correcta gestión de los residuos. En esta segunda edición de estos premios, además de Memories Eder, han sido galardonados otros 16 establecimientos hosteleros, cada uno en una comunidad autónoma distinta y el restaurante Ovillo, en Madrid, del chef y propietario Javier Muñoz-Calero en la categoría de Innovación; la enseña La Tagliatella, en la categoría de Acción; la Oficina de Sostenibilidad de Turismo de Navarra, en la de Liderazgo; el grupo hostelero Restaurant Brands Europe (RBE), en la de Impulso; y el Ayuntamiento de Bilbao, en la de Alianzas.