La ONG Fiet lucha contra la explotación sexual: «Hemos rescatado a 31 mujeres de la prostitución en Galicia»

C. Devesa LA VOZ

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Mujeres obligadas a vender su cuerpo. La mayoría son extranjeras, pero desde la ONG han detectado que cada vez hay más españolas: «No quieren ejercer, pero están atrapadas»

19 ago 2025 . Actualizado a las 09:46 h.

E s una realidad que pasa desapercibida y que desde la ONG Fiet tratan de visibilizar. La entidad liberó a más de 1.700 mujeres de redes de trata y explotación sexual en España en el 2024. En Galicia la cifra es menor, pero sigue siendo alarmante, tal y como explica Helga Pita, coordinadora de la delegación gallega. «Hemos rescatado a 31. Es muy complicado lograr que abandonen la prostitución, ya que están atrapadas, tienen mucho miedo y necesitan el dinero. El año pasado atendimos a 248 chicas y este, hasta junio, la cifra es ya de 220».

El día a día de estas mujeres transcurre en un pozo del que no ven ninguna salida posible. «Para mostrarles que no están solas, nosotros lo que hacemos con el proyecto Rescatar y Restaurar es acercarnos a los espacios de prostitución, como pisos o clubes. Les entregamos un kit de protección frente a ETS y les ofrecemos hacer una prueba».

Sin alternativas

Ese primer contacto con estas mujeres no es tarea fácil. «Les damos nuestra tarjeta para que nos llamen. A veces solo necesitan ser escuchadas». Además, les ofrecen acompañamiento para trámites de extranjería, médicos, legales, y les ofrecen apoyo psicológico. En el caso de las que ejercen en pisos, deben abonar el alquiler. «Algunas pagan 200 euros semanales, es una barbaridad», indica Helga. Para contactar con estas chicas, desde la ONG buscan anuncios en internet, pero también les llegan avisos. Sobre su entrada en los clubes, Helga dice que «en algunos les cuentan que vamos a llamar a la policía para asustarlas. Juegan con el miedo y eso las mantiene atrapadas».

En la base de datos de la ONG en Galicia tienen registradas a unas 700 mujeres. «El 72 % son latinas, la mayoría de Colombia, pero cada vez hay más españolas», advierte Helga, que añade: «Cuando empecé podía haber dos, pero este año son ya 15. Son chicas muy jóvenes, y creemos que más que obedecer a una situación de precariedad económica, es más bien social».

En el caso de las extranjeras, subraya que «muchas vienen engañadas y ya con deudas contraídas en su país. Dile tú a una mujer que tiene a su familia en Colombia y le debe a un prestamista que deje de trabajar, no puede. Además, con la nueva ley de extranjería deben residir dos años en España para obtener el permiso de residencia. Ese tiempo, ¿de qué viven? En nuestro programa les ofrecemos un sitio en el que estar, mientras regularizan su situación, pero necesitan el dinero para saldar sus deudas o ayudar a su familia. Hay muchas que empiezan en servicios domésticos, pero si no encuentran nada, empiezan o vuelven a la prostitución», señala Helga, que subraya: «Muchas consumen drogas para soportar la prostitución, y luego acaban trabajando para poder consumir, es un bucle de daño brutal físico y psicológico».

Aunque las hay que llegan a Galicia sabiendo a lo que vienen, Helga explica que «las condiciones que luego se encuentran no son las que les habían dicho». «No voy a decir que no haya alguna que sí quiera prostituirse, pero los porcentajes son abrumadores y no podemos legislar para una de cada 100. El 99 % no quiere, pero en este país la prostitución no es ilegal y no se persigue».

Desde la entidad también alertan del peligro de internet, con fenómenos como OnlyFans. «Se está blanqueando que las mujeres comercialicen con su cuerpo. Se les presenta como una fórmula de empoderamiento, de es tu cuerpo, tú decides, pero muchas acaban pasando del mundo digital a la prostitución. Es un sistema perverso en el que siempre gana alguien, pero nunca las chicas», denuncia.

Para poner fin a la prostitución, Helga subraya que es clave la educación. «Sin hombres dispuestos a pagar, no existiría, pero hay un lobby muy fuerte que sostiene este negocio».