¿Qué hay detrás del furor de las biografías de las famosas?

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Daniel Gonzalez | EFE

La «rentrée» literaria se vio eclipsada por biografías de «dudoso nivel literario». ¿Tienen éxito realmente las memorias de los famosos o es todo una estrategia de márketing? Dos libreras explican el porqué de este fenómeno

02 dic 2025 . Actualizado a las 10:29 h.

Ni la industria editorial andaba boyante ni ella vivía su momento álgido de popularidad. Aun así se obró el milagro y Michelle Obama consiguió que su autobiografía se convirtiera en la más vendida de la historia. Era el 2018 y el libro de la exprimera dama de Estados Unidos, Mi historia, hacía lo propio con un lanzamiento que la llevó de gira mundial y que, entre otras cosas, popularizó un término ahora habitual entre millennials y la generación Z: el síndrome de la impostora. Quien aún hoy es una de las mujeres más poderosas del planeta verbalizó en cada presentación de su libro cómo las inseguridades y las dudas la asaltaban continuamente. ¿Cómo iba a tener ella los mismos problemas que el resto de mortales? El anzuelo se lanzó, el público picó.

El paradigma cambió de golpe y porrazo y las editoriales se subieron a la ola. De repente, dejó de ser importante quién eres —las biografías más exitosas y replicadas habían tenido como protagonistas a personajes históricos como Cleopatra, Napoleón o María Antonieta—, y empezó a interesar el cómo eres. Las emociones, esas pasiones y debilidades inherentes al ser humano, pasaron a ser el centro de atención. Y muchas y muchos han sabido aprovechar el tirón. Basta con dar un paseo por las librerías, o por los canales de televisión, para entender que hay un fenómeno en auge: el de las memorias de perfiles habituales en las páginas del papel couché.

Tres han sido las mujeres que, en España, en los últimos meses han estado en el foco por contar en sus respectivas reseñas vitales «lo que nunca habían dicho». Es curioso que Bárbara Rey, Isabel Preysler y Mar Flores hayan vivido parte de su vida de la venta de exclusivas a revistas del corazón y, sin embargo, sigan siendo un polo total de atracción.

La publicación de sus libros —en el caso de Bárbara y de Isabel después del estreno de unos documentales en las que, claro, hacen balance de su vida— les ha valido para pasearse por todo tipo de programas, alimentando así su ego mientras confirman que siguen siendo las reinas mayúsculas de la crónica rosa. La jugada, como explican dos libreras gallegas, ha sido maestra.

«Os libros que dan morbo, por dicilo dalgunha maneira, están de moda porque teñen moita publicidade detrás e xeran interese na xente. Biografías existiron sempre, pero agora o que se reclama son memorias, que conte a súa vida a protagonista, aínda que o texto non sexa imparcial». María Couceiro, de la librería Couceiro, situada en Santiago, explica que quien consume estos productos narrativos no pretende «atopar nivel literario», sino que se devoran como cuando ves un programa de televisión del corazón.

Esta librera reivindica que personajes, e incluso editoriales especiales en este género, tengan la oportunidad de llegar al gran público, sean o no objeto una campaña de márketing. «Acantilado ten biografías boísimas. Está a de Pessoa, a de Tolstoi, a de Beethoven...». Aunque irremediablemente la más deseada en la actualidades la del rey emérito.

Pese a que de momento Recónciliation —así se llama el libro de Juan Carlos I— solo se ha publicado en Francia, la expectación en nuestro país es total. Editado por Planeta, saldrá a la venta este 3 de diciembre y, en Couceiro, ya tienen cuatro ejemplares encargados. Lo mismo ocurre en la librería Nóbel de A Coruña, donde Erika Atienza indica: «Tenemos muchos clientes juancarlistas y sí, nos ha venido bastante gente preguntando por él. Me recuerda a cuando salió a la venta el libro de príncipe Harry, hace un par de años, que también funcionó genial. Las historias de personajes de la monarquía siempre atraen lectores».

Las memorias del hijo menor de Carlos de Inglaterra y Lady Di levantaron una polvareda tal que lo llevó a enfrentarse a buena parte de su familia. En las páginas había dardos dirigidos a Camilla Parker Bowles, a su propio padre y a su hermano, además de desgranar su experiencia con las drogas, su servicio en Afganistán como militar y aquella polémica en la que se vio envuelto cuando se vistió con un traje de nazis para una fiesta de disfraces. Los editores del marido de Meghan Markle supieron qué capítulos explorar para que estas memorias disparasen sus ventas. Y algo parecido ocurría estas semanas, por ejemplo, con el desnudo literario de Isabel Preysler.

De la filipina siempre se ha dicho que vale más por lo que calla que por lo que cuenta, aunque una vez salió a la luz su «verdadera historia» parte de la atención se la llevó la odisea que vivió con sus operaciones de nariz. Eso y las cartas de amor que Mario Vargas Llosa le escribió mientras fueron pareja. Intentando así demostrar que, pese a los rumores, el premio Nobel peruano sí la quería y, en definitiva, que quien ríe la última ríe mejor.

«De los que han salido últimamente, el de Isabel Preysler tuvo muy buena acogida, y eso que eran unas memorias muy escuetas. El de Mar Flores también se está vendiendo muy bien, más que el de Bárbara Rey», cuenta Erika. El «bombo» que se le da mediáticamente a estos libros tiene su réplica directa en los ejemplares que se liquidan. Mar en calma, las memorias de la modelo y presentadora de los noventa, causó furor porque muchos de sus ex más mediáticos aprovecharon la coyuntura para sumarse al circo, engrandeciendo la bola de curiosidad y los dimes y diretes. Con todo, hay quien pone en duda que este tipo de libros se vendan tanto como pueda parecer —bien por la publicidad, bien por lo bien posicionadas que están siempre estas publicaciones en las tiendas—. Juan del Val, el tan flamante como rabioso premio Planeta de este año por Vera, una historia de amor, dejó caer en el programa La Roca, presentado por su mujer Nuria Roca, que algunas grandes plataformas realizan diferentes estrategias para que parezca que las ventas de algunos libros son más abultadas de lo que la realidad indica.

Mar Flores
Mar Flores Francisco Guerra

En radio, prensa, televisión y redes sociales se ha analizado hasta la saciedad si Carlo Constanzia, ex de Mar Flores, lleva razón cuando dice que denunciará a la madrileña por «falsedades» —con relación a los malos tratos que se narran en el libro—, si realmente el libro ha provocado una distancia con su hijo Carlo o si ha ocultado partes imprescindibles de su vida para salir airosa del relato. Algo similar ha ocurrido con Bárbara Rey. La vedette ha desmenuzado su ya apenas oculta relación sentimental con el rey emérito en Yo, Bárbara: Mis Memorias, que en más de un escaparate estará próximamente ubicado junto a la biografía de Juan Carlos I.

Estos famosos han encontrado en la tinta y el papel la dosis de autocomplacencia que otrora conseguían con amables portadas. Y un chute de dinero que, en otros tiempos, muchos buscaban en perfumes con su nombre o incluso restaurantes. Pero ¿quién compra estos libros? Para sorpresa de casi nadie, se trata casi siempre de «mujeres de edad media avanzada», cuenta Erika. Hay, eso sí, un sesgo de género, pues las dos libreras coinciden en que las biografías de perfiles políticos «las consumen mayoritariamente hombres». Luego, Erika sostiene que hay un público heterogéneo para «esos famosos que le caen bien a casi todo el mundo o que generan empatía, y que han sacado libros o les han hecho una biografía». Menciona el libro del actor Dani Rovira, Agujetas en las alas; o el del difunto cantante de Jarabe de Palo, Pau Donés, 50 palos... y sigo soñando.