El único acusado del crimen de Ana Enjamio niega haber matado a la joven

GALICIA

Xoán Carlos Gil

En su declaración durante la primera sesión del juicio ha asegurado que tenían «una relación clandestina»

09 dic 2019 . Actualizado a las 21:29 h.
19.49
Lectura del escrito de acusación

Este fue el momento en el que la Fiscalía leyó su escrito de acusación. 

18.57
Finaliza la sesión

Aseguró a su abogado que el novio de Ana se enfadó cuando rompieron y que ella se encerró en el baño «porque estaba acojonada y él estaba montando la de dios en el piso». La sesión de hoy ha finalizado. Mañana declararán los primeros testigos

18.53
«Nos besamos»

César Adrio asegura que tuvo un «escarceo con Ana en el baño de minusválidos. Entramos porque no había nadie, nos besamos, magreamos un poco y para nada la forcé. Bailamos y hubo un momento en que ella bailó descalza. Ana también se quejaba de los pies y la ayudé a descalzarse en la cena». En un momento determinado de su declaración, Adrio se refirió a Ana Enjamio en presente al describirla. El acusado asegura que colaboró con la Policía «desde el minuto uno, les enseñé las manos e hice todo lo que me dijeron»

18.36
«Ana me prefería a mí»

El acusado añadió que una amiga le comentó que «Ana me prefería a mí que a Samuel». Respecto a sobre por qué el día del crimen no tenía datos del teléfono, dijo que se debía a que «era nuevo, consumía muchos datos y me quedaba sin ellos y además esa noche me quedé sin batería y se apagó».

18.32
Niega haber espiado a Ana por GPS

Terminado el interrogatorio de la Fiscalía, César Adrio contestó al abogado de la familia. Este le preguntó si intentó «loguearse» al teléfono de Ana y él lo negó. También rechazó que espiase por GPS a Ana a través de su nueva tarjeta de móvil. También negó haberse metido desnudo en el cuarto de baño del piso de Ana para que cuando llegase Samuel los pillase y se enfadase. Respecto a la cena, dijo que la «idea era irnos a tomar después unas copas». Siguió los consejos de su abogado porque la Policía le estaba diciendo: «Di que fuiste tú o será peor».

18.26
Dice que no mató a Ana Enjamio

Sobre la nota de suicidio, admitió que era suya. Escribió: «Ana, perdóname, no lo podía soportar». Negó tener problemas de depresión y admitió: «Intenté cortarme las venas, pero no bien». La Fiscalía le preguntó: «¿Usted mató a Ana María?» y él contestó: «No». Tampoco sabe quién la pudo haber matado pues ella no se sentía amenazada ni tenía miedo, al menos cuando estuvo con él.

18.09
«Me dijeron que había aparecido Ana muerta y me quedé en shock»

Dice que tras la cena se mareó porque bebió mucho y vomitó en la calle y se olvidó la cazadora en un banco. «La Policía me metió presión, si decían que yo había hecho eso y no tenía la cazadora de la cena, ya me llevaban preso», alegó ante la Fiscalía. Tras vomitar, «me fui a casa de mis padres, no sé a qué hora, piqué algo de fruta porque tenía el estómago vacío porque había vomitado, y me metí en cama pero no dormí porque la cabeza me daba vueltas por el mareo». Tras ducharse, se marchó a Vilagarcía, dio una vuelta con los niños y «me llamaron mis padres y me dijeron que me iban a poner con unos señores que me dijeron que pasó un incidente en la cena y se estaban poniendo en contacto con todos los compañeros. Les dije que estaba en Vilagarcía y que no iba a ir por el aire. Me fui a comisaría esa mañana. Allí vi a dos compañeros y amigos. Me dijeron que apareció Ana muerta y me quedé en shock, en una nube». Según siguió contando le preguntaron qué había hecho la noche anterior y negó que se lavase las manos durante un largo rato.

17.57
La noche del asesinato

César Adrio sabía que Ana se había ido con Samuel a Lisboa pero no le hizo ningún reproche. A su vez, se divorció de mutuo acuerdo «la misma semana del incidente, cuando a ella la asesinaron». Alega que el día de la cena ni siquiera tenía coche porque lo llevó a la chapistería. Se lo pidió a Ana pero ella no lo podía ir a buscar al trabajo porque iba a estar con Samuel y lo llevó una compañera, con la que habló de su divorcio. Más tarde, Ana lo acercó al hospital a ver a la abuela de él. Por la noche recuperó su coche del taller y se fue a la cena. «Nos dimos un beso y nos sentamos en mesas separadas porque los asientos ya estaban asignados». El acusado dijo que la cazadora que mostró la Fiscalía era la que tenía en el coche y que la que llevaba en la cena se la habían robado.

17.52
Niega que se hubiese presentado en su portal

Según César Adrio, tras una discusión en agosto «porque creíamos que podía estar embarazada de mí», retomaron la relación. Iba al piso de ella en Teis a pernoctar, «día sí y día no», aunque él se fue a casa de los padres. Mientras buscaban pisos para ella, Adrio se enfadó. Ella se fue a vivir con Samuel pero volvió a retomar con César una «relación cordial que pasó a mayores». Luego, se enteró de que ella había dejado a su novio y se había ido a vivir con unas amigas a la avenida de Madrid. Niega que él se hubiese presentado en su portal nunca.

17.28
Declara el acusado

César Adrio comienza su declaración: «Nuestra relación era buena, fuimos amantes y luego pareja hasta julio. Ana María puso fin a la relación porque quería hacer una pausa, tenía muchas dudas y yo estuve de acuerdo. Empezó una amistad con Samuel y en paralelo manteníamos una relación clandestina ella y yo».

17.19
La defensa acusa a la policía de sesgar datos

La defensa del acusado explicó al jurado la «importancia» de la presunción de inocencia. Resaltó que entre sus contrincantes están la fiscal jefe de Vigo, uno de los mayores bufetes del mundo (Price Waterhouse Cooper) y la Xunta. Añadió que los medios de comunicación ya han condenado a su cliente pero «César es inocente, no hay ningún elemento objetivo que lo incrimine». Acusó a la Policía de «sesgar» los datos cuando existen explicaciones alternativas, no siguieron líneas de investigación y «se dejaron pruebas sin practicar».

17.14
Un caso de «la maté porque era mía»

«La familia de Ana para celebrar las navidades, tiene que visitarla en el cementerio», dijo el abogado de los allegados de la víctima al jurado. «Él convirtió su vida en un infierno, había una venganza cada vez que ella dormía en el piso de su novio Samuel, es un caso clásico de la maté porque era mía».

17.12
Dos horas para eliminar pruebas

La Fiscalía dice que el implicado hizo desaparecer la ropa del crimen porque en el portal «había mucha sangre» y también se deshizo del cuchillo. Otro detalle que llama la atención al fiscal es que, tras el crimen, el acusado intentó cortarse las venas y dejó una carta de despedida. La Fiscalía duda de la versión del acusado, que solo dio a su abogado. Alega que estuvo durmiendo en casa de los padres pero ellos, en cambio, dicen que llegó sobre las 7 de la mañana, se duchó y se fue. Transcurrieron dos horas de margen desde el crimen, «tiempo que usó para eliminar pruebas y limpiar el coche, aunque se dejó un pequeño rastro que coincide con la sangre de Ana Enjamio».

17.02
Pruebas

Entre las pruebas que muestra la Fiscalía hay una cazadora y unos zapatos que el implicado llevaba en la cena, así como la tarjeta SIM del teléfono de Ana Enjamio, que apareció en la mesilla de la habitación del sospechoso, y cuyo teléfono «nunca apareció porque se lo llevó este señor». La Fiscalía también maneja como pruebas un testigo que era Guardia Civil y que ve a la pareja en el portal y cómo la chica le dice: «Márchate de aquí». El ministerio público dice que otro testigo clave es Samuel, el novio con el que había retomado la relación, pues wasapeaba con ella a la hora del crimen y, de repente, se bloqueó su línea y desapareció la foto de ella de su perfil.

16.55
La versión de la defensa

La defensa dice que el acusado, que estaba casado y con dos hijos, y Ana «sintieron una fuerte atracción física y se convirtieron en amantes» a pesar de que ambos tenían pareja. Lo llevaban en secreto en el trabajo, donde eran compañeros. Adrio se divorció y ella rompió con su novio, pero luego sintió añoranza hacia él y retomó las citas. Según la defensa, ella simultaneó su relación con el exnovio y con César, pues la joven tenía dudas aunque parecía inclinarse por el acusado. Ambos mantenían relaciones sexuales en varios lugares, incluso en la sede en Portugal y en un coche, con discreción. En la cena previa al crimen, incluso tuvieron un breve escarceo amoroso en los aseos. Luego, ella se fue para casa y él a dormir a la vivienda de los padres. Esta es la versión de la defensa.

16.43
La Xunta ejerce la acusación popular

La acusación popular, ejercida por la Xunta, dice que el acusado «vigila los movimientos de la víctima» y se muestra «violento» y «hostil». El día de la cena, ella lo echó: «Vete que aquí no pintas nada». Más tarde, según su versión, la apuñaló dándole 32 cuchilladas. La Xunta ve asesinato y pide 25 años de cárcel, cinco años por la vulneración de intimidad, por acoso ilegítimo otros 3 años y libertad vigilada.

16.40
Agravantes

La acusación ve las agravantes de abuso de superioridad y la comisión de delito por razones de género y con parentesco. Pide un total de 31 años de cárcel por asesinato y alejamiento de los padres y del exnovio durante 41 años. En caso de homicidio, 18 años de cárcel y alejamiento durante 28. Por acoso ilegítimo, dos años de cárcel y siete años de alejamiento. Y un año respecto al acoso ilegítimo a persona ligada por afectividad. Por la revelación de secretos, cinco años.

16.38
«Hostigamiento»

Interviene ahora la acusación particular, que habla de «hostigamiento» del acusado hacia Ana Enjamio y su novio. Dice que le causó daños a su coche y relata pisodios en los que le reclama conversación en su vivienda en Teis. Ella se marcha a otro piso, pero él la sigue acosando. Según el abogado de la familia, le dio 32 puñaladas a Ana en el portal y ocultó la ropa que usó en el ataque y el arma homicida. La familia lo acusa de los delitos de asesinato, con ensañamiento o alevosía, o bien homicidio. Ve otro delito continuado de coacciones a esposa o mujer ligada con afectividad, acoso ilegítimo, revelación de secretos y delito contra la intimidad y hurto.

16.30
La Fiscalía ve alevosía y ensañamiento

La Fiscalía ve un delito de acoso, asesinato con alevosía y ensañamiento, con las agravantes de parentesco y de género. Pide en total 27 años de cárcel y una indemnización en 200.000 euros a cada uno de los padres y 50.000 al hermano de Enjamio.

16.15
«Por favor, no, mamá»

Arranca el juicio del asesinato de Ana Enjamio. El acusado Cesar Adrio se sienta frente al jurado y, levemente cabizbajo, no oculta su rostro a los fotógrafos. En la sala están sentados en el banquillo la madre y el hermano de Ana, así como otros allegados. La secretaria ilustra al jurado popular leyendo el escrito de acusación de la Fiscalía, donde relata el acoso que el sospechoso sometió a la víctima tras su ruptura sentimental, que él no asumió. La molestaba, interfería y boicoteaba la relación que ella había retomado con su exnovio. En la cena de empresa de Navidad y en el baile posterior, la siguió acosando, pese a que ella le insistió en que se fuera de allí. Unas amigas la llevaron en coche hasta su edificio mientras ella wasapeaba con su actual novio. En el portal, según la Fiscalía, el implicado le rajó la rueda del coche y luego la abordó en el portal con un cuchillo y, «de forma inesperada», le pinchó superficialmente y, cuando ella gritó «Por favor, no, mamá», le clavó el cuchillo en el cuello y el pecho. Le dio 28 puñaladas, de las que 21 fueron en el pecho izquierdo y seis le atravesaron el corazón.


César A.O, el único acusado del crimen de Ana Enjamio, la joven de Boqueixón asesinada a cuchilladas en diciembre de 2016 en Vigo, ha señalado este lunes en el juicio que se sigue contra él que no la mató y ha declarado que no sabe quién lo hizo para luego añadir: «Si lo supiera...» y un «ni idea».

Ante el tribunal del jurado, conformado por cinco hombres y cuatro mujeres, ha contado que ella, una ingeniera con la que trabajaba en O Porriño Pontevedra y con la que mantuvo una breve relación sentimental, nunca le contó temor alguno hacia nada, tampoco hacia nadie y, además, ha concretado que no era la típica persona miedosa.

El procesado, padre de dos hijos de corta edad, no aceptó que la chica lo dejase y volviese con su ex, pero en la vista oral ha dicho que mantuvieron encuentros intermitentes, ha dibujado prácticamente una relación paralela y por veces clandestina, y ha comentado que en la cena de empresa de ese año hablaron cuando empezaron las copas y el baile, e incluso que tuvieron un escarceo.