La empresa llegó a caer el 25 % en la Bolsa de Milán tras afirmar el Gobierno italiano que iba a quitarle la concesión por el derrumbe en Génova. Ha arrastrado a la española ACS, su socia en la concesionaria de autopistas Abertis
El Estado asume que recuperará poco más de mil millones de euros por las nueve vías de peaje rescatadas, una cantidad que no cubrirá ni la mitad de la indemnización que deberá pagar a las antiguas concesionarias; Fomento aún no ha decidido qué hará con las autopistas rentables cuya concesión se agota: si gestionarlas desde el Estado o mantenerlas en manos privadas
Florentino Pérez asegura que el pacto de ACS y Atlantia para hacerse con la concesionaria española «es una alianza para toda la vida», pero no hay un compromiso de permanencia; la operación recuerda a la compra de Endesa por Acciona y Enel, que luego se hizo con el control total de la compañía