El hombre defraudó más de 30.000 euros vendiendo los teléfonos en portales web con los préstamos pedidos con la documentación de otras personas que obtenía a través de falsos anuncios de alquiler
Aseguraron que no actuaron con mala fe y alegaron que un gran número de reservas que realizaron se cayeron y tuvieron que pagar a los clientes con el dinero de otros
La progenitora pide justicia, pero los magistrados no ven indicios claros para inculpar al descendiente. El presunto fraude se produjo en la firma de unos documentos relacionados con una finca