Sin un jugador específico de repuesto para esa demarcación, las opciones pasan por Roncaglia o Sergi Gómez, cambiar de banda a Hugo Mallo o jugar con tres centrales
150 años antes de que Amancio Ortega se hiciera un hueco en la célebre lista mundial de millonarios, un puñado de empresarios gallegos ya figuraban entre los más acaudalados. Sus negocios y enredos, en el segundo tomo de «Historias de Galicia»