Las disputas entre los candidatos y algunas federaciones demuestra que el declive electoral del partido corre paralelo a su disgregación A diez días de la asamblea de la que saldrá la nueva dirección de Izquierda Unida, la formación que aún lidera Julio Anguita está más dividida que nunca. Los dos principales aspirantes a sucederle, Francisco Frutos y Gaspar Llamazares, no logran consensuar una candidatura conjunta. Frutos tiene el apoyo de la federación andaluza _la más numerosa_, mientras que el líder asturiano recibe el beneplácito de destacados dirigentes, como Rosa Aguilar o el propio Anguita. En medio de la disputa, la actitud de algunas organizaciones territoriales demuestra que el declive electoral del partido corre paralelo a su disgregación.
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