Miércoles, 30 de Abril 2025, 14:39h
Tiempo de lectura: 7 min
Cualquier indocumentado pertrechado con un dispositivo electrónico puede hoy alumbrar sin demasiado esfuerzo la imagen espectral de cualquier cosa. Desde una catedral hasta un muñeco articulado, pasando por un paisaje al óleo, una fotografía deslumbrante o un simulacro de artículo, relato, ensayo o novela. Concebir y alzar una catedral tangible –como ingeniar un muñeco articulado original, poner en pie sobre el lienzo con óleo de verdad una escena que emocione, sacar de la realidad una instantánea con alma o escribir un texto que no resulte ortopédico o vicario de otros anteriores– ya es una tarea reservada a quienes con sacrificio, amor y tiempo han aprendido un arte. Algunos prefieren llamarse artistas; otros, que tal vez conocen más, artesanos. Si los perdemos, estaremos perdidos.
-
1 Pódcast | ¿Qué pasa con los mormones? De las esposas 'a lo Kardashian' a las 'tradwives'
-
2 Lo que nunca se cuenta del día D: la batalla de Normandía, según Antony Beevor
-
3 Mujeres psicópatas: en la mente de una asesina en serie
-
4 Descubren el 'interruptor' del miedo... y cómo apagarlo
-
5 Warren Beatty, el seductor compulsivo que no podía dormir sin tener sexo
-
1 Pódcast | ¿Qué pasa con los mormones? De las esposas 'a lo Kardashian' a las 'tradwives'
-
2 Lo que nunca se cuenta del día D: la batalla de Normandía, según Antony Beevor
-
3 Mujeres psicópatas: en la mente de una asesina en serie
-
4 Descubren el 'interruptor' del miedo... y cómo apagarlo
-
5 Warren Beatty, el seductor compulsivo que no podía dormir sin tener sexo