¿A qué sabe el cambio climático?

El cambio climático sabe a manzanas más dulces pero mucho menos crujientes. A lechugas más amargas. Incluso a un vino menos ácido y con más alcohol. La temperatura ya ha subido un grado con respecto a la media de la era preindustrial, pero además el cambio climático arrastra cambios bruscos de temperatura, sequías... Sumemos a esto los gases de efecto invernadero y nos encontramos ante un fenómeno complejo que afecta ya a frutas y verduras. Para sobrevivir a estas mudanzas, las plantas pueden reducir su tamaño, retrasar o adelantar la floración, madurar antes sus frutos... El ciclo biológico de muchas especies se está alterando y, por tanto, su calidad.
-
1 Aimee Lou Wood, la actriz de 'The White Lotus' contra la dictadura dental de Hollywood
-
2 Lucrecia Borgia, ¿ninfómana, envenenadora, incestuosa... o sólo una chica engañada?
-
3 «El verdadero drama es la incapacidad de los padres para conectar con sus hijos adolescentes»
-
4 100 años de física cuántica: la teoría que tenía gato encerrado
-
5 Los niños de Putin: cómo el Kremlin ha adoctrinado a toda una generación