A (verdadera) cara de perro El fotógrafo de las expresiones animales Las fotos más divertidas a la caza de chuches
La expresión empleada para referirse al semblante que se nos queda cuando defendemos algo “sin concesiones” adquiere un nuevo sentido ante la cámara de Christian Vieler. Su especialidad es captar a los perros mientras intentan atrapar chuches al vuelo, momentos efímeros que reflejan el entusiasmo canino ante su recompensa.
Miércoles, 14 de Junio 2023
Tiempo de lectura: 3 min
Alegría, decepción, euforia, confusión... Las emociones que las caras de estos perros nos transmiten se merecían no uno, sino dos libros: «Comencé a hacer estas fotos por accidente, no lo había visto nunca antes y no lo planeaba. En 2013 recibí un flash para usar en exteriores y quería probarlo, pero estaba lloviendo. Quería comprobar sobre todo cómo captaba el movimiento, así que usé a mi perra Lotte para probarlo. El problema es que Lotte es una labrador muy tranquila y no se quería mover. Así que para ello comencé a lanzarle golosinas para probar los ajustes adecuados a la hora de captar movimientos. Días después vi lo divertidas que eran algunas fotos», explica el fotógrafo.
No paran quietos
Al igual que ocurre con los niños, los perros no paran quietos ante una cámara. No se les puede dar indicaciones concretas, les gusta moverse, son muy curiosos y tienen personalidades diferentes. «La parte principal de mi trabajo no es fotografiar; es una cuestión de técnica y de tener una fórmula», asegura el fotógrafo. «Estar tan cerca de un perro que no conoces es un trabajo desafiante. Y hay que ser rápido. Muy pocos permanecen sentados tranquilamente».
Parecen humanos...
«Cuando comencé a hacer este estilo de imágenes, me sorprendió mucho cómo son las caras de los perros, que parecen humanas; esa es la magia de las fotos. Puedes ver miedo, pánico, alegría», dice Vieler. Utiliza un flash portátil y velocidades de obturación de hasta 1/8000 de segundo. Estas técnicas le permiten captar momentos divertidos o expresiones que a menudo desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.
El beso robado
¿Qué es mejor que un perro poniendo una cara graciosa mientras entrega su alma por intentar atrapar una golosina al vuelo? «Dos perros». Eso dice Christian Vieler en su libro Treat Too!, la secuela del catálogo que publicó en 2017 y que le convirtió en el fotógrafo más conocido en captar la emoción de los animales mientras les lanza comida al aire. La segunda parte se centra exclusivamente en parejas de perros. En la foto, los bulldogs Schorsch y Soey luchan por conseguir su bocado.
¿Qué mirás, bobo? Andá pa' allá
Conseguir fotos de dos perros supuso el doble de dificultad. Vieler necesitaba generar confianza con ambos animales mientras intentaba que siguieran las instrucciones. Todos los dúos se conocían, ya fuera porque sus familias eran amigas o porque compartían casa. La idea era evitar peleas. Sin embargo, eso no siempre les impidió mostrar el comportamiento de la manada, algo que se dejaba ver cuando a veces uno de los perros retrocedía en la foto para dejar que el otro ocupara el puesto de líder.
Y este ¿qué hace ahora?
La foto favorita de Vieler en su nuevo libro es la de Debbie y Quincy, dos sabuesos basset-hounds muy tranquilos que esperan a que les lance la chuche. Explica el fotógrafo que es un buen ejemplo de cómo las expresiones de estos perros pueden estimular nuestra imaginación. «Estoy muy contento de haber captado este breve momento en el que me miran ligeramente en alerta y expectantes: '¿Qué hace ahora? ¿Por qué no lo lanza?», explicaba Vieler.
Demasiadas chuches
Después de ver estas imágenes puede ser muy tentador darle 'chuches' a cualquier perro. Pero, ¡ojo!, los expertos avisan: las 'chuches' que le des a tu perro nunca deben superar el cinco por ciento de todas las calorías que consume. Ni aunque sea por ver esta cara...
Con su musa
«Todas estas fotografías comenzaron con Lotte, y todo el éxito se relaciona con Lotte, porque sin ella nunca hubiera hecho este tipo de fotografía», asegura Vieler en relación a la labradora que le inspiró y que falleció recientemente. En las intantáneas es posible «reconocer el pánico, la alegría, el miedo a la pérdida, el puro deseo y el máximo placer, como si fueran humanos pero al mismo tiempo sin dejar de ser perros», concluye.
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