Los Lage Soto, familia de médicos, marinos y emigrantes asentada en Ribadeo y Foz

martín fernández RIBADEO/LA VOZ

A MARIÑA

José Benito, Ramón y Balbino Lage en Santiago de Cuba
José Benito, Ramón y Balbino Lage en Santiago de Cuba ARCHIVO MARTÍN FERNÁNDEZ

Uno de sus descendientes fue el famoso periodista de televisión Luis Mariñas

23 may 2021 . Actualizado a las 04:55 h.

En la primera emigración gallega no emigraba quién quería sino quién podía. Quién tenía medios propios para poder hacerlo o posibilidades de pedir dinero para el viaje al cura, al cacique o al hidalgo y darles garantías de devolverlo. Así, familias señeras de A Mariña _la Compañía Familiar Galega en la Lei de Dereito Civil de Galicia_ enviaron uno o más de sus hijos a Cuba o Argentina para lograr recursos para ellos o para incrementar el del clan. Una de ellas fueron los Lage Soto, una familia de médicos, farmaceúticos y marinos asentada en Ribadeo, Barreiros y Foz y constituida por nueve hermanos. Tres de los varones fueron emigrantes en Cuba.

Los Lage procedían de una estirpe de boticarios de Escairón. En los años veinte del siglo XIX llegó a Ribadeo Manuel Lage González-Marchan, hijo del farmaceútico de la capital de O Saviñao, José Ignacio Laje San Payo. En la villa del Eo se casó en 1829 con Ramona Soto. El matrimonio no tuvo hijos aunque sí un notable patrimonio. Por esa razón, mandaron venir desde Escairón al sobrino de él, el médico Francisco Lage Prado, al que acogieron y casaron con una media hermana de Ramona, Modesta Soto. Francisco y Modesta fueron los herederos de la Casa de Lage _una casona ya desaparecida del cantón de Ribadeo- que empezara a construir en 1770 el propietario y consignatario de barcos, Manuel Soto.

Los Lage Soto tuvieron nueve hijos, todos varones excepto una niña fallecida de corta edad. Según los datos que generosamente facilitó la familia, algunos de ellos fueron Manuel, el primogénito, que nació en Ribadeo en 1857 y fue farmaceútico en la villa; Balbino, nacido en torno a 1865 y capitán de la marina mercante en Cuba; y Modesto, el más joven, que vino al mundo en 1873, y fue médico en Barreiros.

Balbino _de quién se relató el pasado domingo en esta serie su peripecia al frente del vapor Argonauta, apresado por los yanquis en la Guerra de Cuba, y la confusión de su nombre al denominarlo Balbino la revista Galicia Moderna y Baldomero La Voz de Galicia- tuvo desde muy joven una fuerte vocación de marino a pesar de contar con la oposición familiar. Su madre, Modesta, no quería que estudiase Naútica. Así que el decidido Balbino dijo marchar a Cuba con sus hermanos José Benito y Ramón y, en realidad, se fue a Barcelona para hacerse marino mercante. Y para dar credibilidad a su argucia, escribía desde allí cartas a su familia que primero mandaba a sus hermanos a Cuba y que estos reenviaban a Ribadeo…

Luis Mariñas, periodista de televisión
Luis Mariñas, periodista de televisión ARCHIVO MARTÍN FERNÁNDEZ

Tras su detención por la Armada yanqui y su posterior puesta en libertad, Balbino Lage Soto fue Práctico del Puerto de La Habana. Posteriormente, cuando se jubiló, regresó a Galicia y fijó su residencia en A Coruña junto a su mujer, Fredesvinda Fernández, que era una cubana de origen asturiano con la que tuvo un hijo también llamado Balbino, que murió muy joven, y cuatro hijas. Una de ellas, María del Carmen Muchi Lage, se casó con el famoso locutor de radio, Enrique Mariñas, y fue madre de siete hijos, uno de ellos el no menos famoso periodista de televisión Luis Mariñas Lage.

En Cienfuegos naufragó en 1881 un tío al mando de un barco de Ribadeo y fue preso un sobrino en 1898

Benito Soto, el hijo del patriarca Mateo, tuvo diez hijos. Uno de ellos, José Pedro, embarcó como agregado en el bergantín María y falleció a causa de un temporal sucedido en la bahía de Cádiz en 1838.

Otro de sus hijos, Mariano, fue padre a su vez de Balbino Soto Rey que _según la documentación que guardan sus familiares_ «como capitán y piloto de la barca española Manolo, matrícula de Rivadeo», tuvo un naufragio en Cienfuegos (Cuba) en noviembre de 1881. Muy cerca del lugar donde, años despues, el mercante Argonauta, de 1.600 toneladas, que mandaba su sobrino Balbino Lage Soto, fue apresado por los barcos de la Armada americana que procedían al bloqueo de Cuba con ocasión de la guerra hispano-estadounidense.

En esos años de finales del siglo XIX la presencia de barcos con matrícula de Ribadeo era frecuente en los puertos de La Habana, Santiago de Cuba, Batabanó o el mismo Cienfuegos. Las navieras de Antonio Casas o Francisco Bengoechea disponían de corbetas, bergantines o goletas que llevaban y traían mercancías y pasajeros entre la isla y Península Ibérica vía Liverpool, Cádiz o La Coruña.

El cronista ribadense Pablo Rodríguez Vivín señala que Segundo Moreno Barcia _quien fuera director de la Escuela de Naútica de Ribadeo y de la de Comercio de A Coruña- escribió que, en una ocasión, en el Puerto de La Habana «llegó a haber fondeados nueve buques de bandera de Ribadeo».

O Cantón de Ribadeo, con la Casa de Lage enfrente, donde se situó el comercio El Nuevo Mundo
O Cantón de Ribadeo, con la Casa de Lage enfrente, donde se situó el comercio El Nuevo Mundo ARCHIVO DE PABLO VIVÍN

El auge del puerto y la casa de Lage situada en el Cantón ribadense

La otra rama de la familia, los Soto, eran de Ribadeo y estaban muy relacionados con el mar. Mateo Soto era propietario y consignatario de barcos en la segunda mitad del siglo XVIII, el momento en que el Puerto de Ribadeo comienza a despegar y a convertirse en una referencia gallega y del Cantábrico. Hasta entonces _como estudiaron Pegerto Saavedra, Meijide Pardo o Chemi Lombardero- destacó por la exportación de madera pero, a partir de 1750, comienza a importar lino del norte europeo, fibras vegetales y todo tipo de mercancías que se distribuían por la región.

Fue entonces cuando se asientan en Ribadeo destacados comerciantes de dentro y fuera de la villa, se inician las primeras obras de infraestructura portuaria (hasta entonces se aprovechaban las condiciones naturales del canal de la ría que discurría por la orilla ribadense) y se comienzan a construir nuevas y espaciosas viviendas.

Gran influencia en el concello

El auge comercial del puerto hizo que Ribadeo contase con una docena de agentes consulares y que se radicasen en la villa mercaderes y consignatarios relacionados con el puerto y con la distribución de existencias que, a su vez, tenían gran influencia en el concello. Meijide Pardo cita, entre otros a Juan F. Cenzano, Antonio R. Ibáñez (luego Marqués de Sargadelos), los hermanos Francisco y José Cabrerar, el astur José Antonio Campoamor, Manuel Canoura, Domingo Merniés, López de Sampedro, los catalanes José Benito y Juan Antonio Maimó y los locales Villamil y Manuel Soto.

Al amparo de ese esplendor y dinamismo local, Mateo Soto se casó en 1768 y comenzó a construir la llamada Casa de Lage en 1770, una casona _ya desaparecida- situada en el Cantón de Ribadeo, al lado del viejo comercio El Nuevo Mundo y de la Torre de los Moreno, desde la que se controlaba la ría. Uno de sus hijos, Manuel, fue en 1821 piloto y Teniente en el Regimiento del Príncipe. Otro, Benito Soto, tuvo diez hijos, alguno de ellos también relevante marino.