Los caprichos gastronómicos de los «resufans», algunas existencias ya están agotadas

y. garcia VIVEIRO/LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

La «galipizza» de churrasco o las «chilindrinas» son todo un éxito, al igual que el bocadillo de lacón en el recinto, o el pulpo á feira, las zamburiñas o los pimientos de Padrón en locales

01 jul 2023 . Actualizado a las 11:27 h.

Además de «religiosa» por la marea humana que mueve, el Resurrection Fest también es una experiencia gastronómica. Para los «resufans» es archiconocido el arte del buen comer de Galicia. Esta semana, en los atiborrados interiores y terrazas de la hostelería de Viveiro a la hora de comer se ventilan pulpo á feira, pimientos de Padrón, zamburiñas, patatas fritas, tortillas que son una «maravilla» literalmente... y muchos otros manjares autóctonos. No todos hallan sitio en un restaurante o bar en ciertos momentos del día, cuando el reparto de comida también está en momento álgido.

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El supermercado y las tiendas de alimentación son otra alternativa para nutrir el cuerpo ya que de la alimentación del alma se encarga la música. En plena hora punta a mediodía, una cajera dice: «Estoy en mi salsa. Cuando se vayan voy a tener jet lag». Largas colas y carritos con ensaladas preparadas, snacks, refrescos, pan y embutidos para el bocata y montarse un picnic.

PEPA LOSADA

Hablando de bocadillos, se comenta que el de lacón es «top» en ventas en el recinto del festival, donde se ven llamativas foodtrucks como un autobús rojo de dos pisos, muy british, hay opciones veganas y para celíacos, hamburguesas de aúpa, etc... Se podría ir al Resu exclusivamente para comer ante tremenda oferta.

El Taller de Piñero y Galipizza

Fiel a la cita, el Grupo Galipizza, cuyo responsable es José Manuel Vázquez «Leman», lanza este año recipientes para servir cócteles en homenaje a Motörhead y a Lemmy, fallecido en 2015 tras haber dejado huella en el Resu, su último concierto en España. Señala que los encargó al prestigioso El Taller de Piñero (Alcoy), que ha trabajado para Dabiz Muñoz y se considera el «diseñador de las vajillas de los mejores chefs». «É un artista total», sostiene Leman, sin ser este el único encargo que le hace. De Galipizza, dice, la triunfadora en el Resu es la «galipizza» de churrasco: «Esgotei a carne. Só nos queda no local, pero no Pandemonium acabouse». Sus chilindrinas, otro éxito. «O Resu é unha locura, algo fóra do normal», finaliza.

El Punto Violeta, gracias a la labor del voluntariado

Aparte, un año más volvió al Resurrection Fest de Viveiro el Punto Violeta, con la intención de informar y atender a posibles víctimas de abusos de tipo sexual o presuntas agresiones. Está funcionando gracias a la labor del voluntariado, coordinado desde el Observatorio da Mariña pola Igualdade. Está instalado a la entrada del recinto, desde el pasado miércoles y hasta este sábado día 1.