Uno de los restaurantes de Viveiro más populares y mejor valorado en plataformas; si vas una vez, repites

carlota vergara / s.c. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Lucía Lozano, de 35 años, está al frente de la cocina en A Chabola, en Lodeiro
Lucía Lozano, de 35 años, está al frente de la cocina en A Chabola, en Lodeiro Xaime Ramallal

A 13 euros el menú del día, elaboran de media más de 150 menús

24 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Bajo los famosos edificios de colores frente a la ría de la localidad viveirense, en Lodeiro, se encuentra A Chabola, uno de los restaurantes con las mejores reseñas en las plataformas de turismo. No es extraño ver las mesas de su amplia terraza y de sus dos plantas ocupadas prácticamente en todo momento, pues elaboran de media ciento cincuenta menús al día a la hora del almuerzo de martes a viernes.

Lucía Lozano, de 35 años y mariñana- de Celeiro- y su marido Bernardo son quienes están al mando de este proyecto aunque su plantilla se extiende a ocho camareros, seis cocineros y dos repartidores, porque sus elaboraciones también pueden pedirse desde casa- raciones, tostas, pizzas artesanales, ensaladas, así como su apreciado menú del día.

La hora de comer es su franja horaria especializada, su menú- solo vigente en las horas de la comida- es uno de los mejores en relación calidad-precio de la zona desde hace ya nueve años que abrieron. La pizarra negra de su entrada expone las opciones de la jornada -primer y segundo plato, bebida y postre-. En este aspecto, su éxito se refleja en la cantidad de gente que espera cola para sentarse a comer en una de las mesas del restaurante.

Quizá sean las reseñas lo que animan a la gente a visitar el establecimiento viveirense, aunque una vez allí la atención al cliente es inmejorable. «En los comentarios los clientes siempre hacen referencia al trato que ofrecemos, a mí me parece muy importante atender a los comensales como me gustaría que me atendieran a mí», apunta Lucía.

Sus precios son además muy competitivos, el menú diario cuesta 13 euros y suele incluir platos cuya materia prima sean los productos gallegos. Puede que por esta razón, el público del restaurante A Chabola sea tan diverso. Desde familias a pandillas de amigos jóvenes se reúnen en el local para comer, cenar o tomarse algo. «Es un ambiente muy familiar, viene gente de todo tipo», asegura la gestora de la iniciativa. Así de hogareña es también la gestión del establecimiento; Bernardo el socio y marido de Lucía se encarga de los asuntos administrativos del restaurante mientras que ella, dirige la cocina del establecimiento mariñano con la puntual ayuda de su padre. «Mi marido se encarga de comunicarse con los proveedores o elaborar las facturas. Mientras yo trabajo aquí, mayormente en la cocina», comenta.

«Nosotros no vivimos del turismo, es un restaurante que se mantiene todo el año», comenta Lucía aunque afirma que «los veraneantes que vienen repiten año tras año».

También ofrecen desayunos desde las ocho y media de la mañana de martes a viernes; cierran a las once de la noche después de terminar el turno de las cenas. Durante los fines de semana -viernes y sábado- su apertura es más tardía y estiran los horarios de cena hasta las doce de la noche pero siendo muy respetuosos con el descanso de sus trabajadores.