La rotura de un colector subterráneo provocó el hundimiento en la estación de tren de Vilagarcía

AROUSA

ADIF espera recuperar la circulación y los aparcamientos anulados en breve, pero analiza sus causas para buscar una solución solvente al problema
10 may 2025 . Actualizado a las 21:12 h.Con dos zanjas abiertas y el hundimiento de la calzada en su parte más próxima al recinto de los autobuses, está claro que bajo la plaza de la Estación de tren de Vilagarcía subyace un problema que exige atención. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), titular no solo de la sede del servicio ferroviario, sino también de su recinto exterior, se la está prestando. Fuentes del operador explicaron ayer que el subsuelo de toda esta zona está cruzado por aguas subterráneas. Su presencia, calculan los técnicos, puede haber provocado la rotura del colector principal que discurre bajo tierra. Una avería que es la que, en último término, ha generado el socavón que afloraba a comienzos de abril y fue detectado por el personal de Renfe en la ciudad.
En cualquier caso, el ADIF asegura que está trabajando para reparar cuanto antes tanto el colector dañado como el pavimento de la plaza. Y poder abrir de nuevo al uso público las catorce plazas de aparcamiento que han tenido que ser anuladas. Esto, a corto plazo. Porque la compañía añade que está analizando las causas de la rotura de la conducción para establecer si será necesario acometer una intervención de mayor calado, que garantice una solución solvente a un problema que emerge con cierta recurrencia.
En esta ocasión, una vez detectado que el firme había cedido, el ADIF se puso en contacto con Excavaciones Dopesa, la empresa radicada en Sanxenxo que se ha hecho cargo de las obras de reparación. Cualquiera que se acerque al socavón original podrá comprobar que, en efecto, bajo él fluye agua en abundancia. El olor que desprende delata que en el meollo también está concernida alguna de las canalizaciones de aguas residuales de la zona. Por lo visto, el problema continúa por el subsuelo en dirección al área norte de la plaza, donde se encuentra el aparcamiento de la estación, con capacidad para 92 vehículos. Los operarios han tenido que abrir allí una segunda zanja. De ahí que hayan anulado esa decena larga de estacionamientos que ADIF quiere recuperar en cuanto sea posible.
A nadie se le escapa, tampoco, que las aguas de escorrentía del Xiabre se dejan notar en el subsuelo. Y basta acercarse un día de lluvia al paso subterráneo que comunica la plaza con la calle de A Escardia para percatarse de que un caudal nada despreciable acostumbra a manar también hacia este lugar.
En junio del 2019, la rotura por aplastamiento de un tubo de hormigón abrió un enorme socavón, entonces en pleno corazón del aparcamiento, que casi engulle siete vehículos. Conviene buscar, pues, sus causas profundas.