Los equipos arousanos afrontan la vuelta de sus eliminatorias
15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Céltiga y Juventud de Cambados se juegan el ascenso a Tercera RFEF, una categoría que ambos clubes llevan tiempo sin pisar, y que podría elevar a tres el número de equipos arousanos en el panorama nacional la próxima temporada.
En A Illa, el Céltiga encara el duelo de vuelta con una ventaja prometedora. El 0-2 conseguido en el feudo del Atios, gracias en parte a un gol de Fernando Lezcano en el tiempo añadido, alimenta las ilusiones. Sin embargo, en el Salvador Otero no hay espacio para la confianza. El cuerpo técnico y los jugadores mantienen los pies en el suelo, conscientes de que aún queda mucho por jugar. La derrota del año pasado, también en una fase decisiva, y precisamente ante el Juventud de Cambados, sirve de recordatorio de lo efímero que puede ser el sueño del ascenso.
Tras seis campañas consecutivas en Preferente y varios intentos frustrados, el Céltiga confía en poder hacer valer su momento de forma, su mayor capacidad ofensiva y el empuje de una afición que llenará las gradas. Eso sí, tampoco olvidan el duro correctivo (1-4) que les impuso el Atios en liga regular, por lo que la prudencia sigue marcando el paso en los entrenamientos previos al choque del domingo a las 19.00 horas.
Mientras, en Cambados se vive con intensidad un partido histórico. El Juventud se juega en As Laxes el regreso a Tercera tras 31 años de ausencia. Desde la temporada 1994/95 el club no compite en esta categoría, y la cita del domingo es la más importante para varias generaciones de aficionados. El empate ante el Beluso en la ida obliga a no perder en Bueu si quieren forzar al menos la tanda de penaltis, aunque el objetivo es claro: ganar y ascender.
La afición cambadesa, que ya demostró su implicación en el desplazamiento a Negreira, donde su equipo logró una victoria clave, volverá a volcarse con los suyos. Además, el Juventud ya sabe lo que es ganar esta temporada en As Laxes, donde se impuso por 0-1 en el inicio de la segunda vuelta. Ese precedente alimenta la esperanza.