
El incendio, que se inició a medianoche y permaneció activo durante 28 horas, deja escaso margen a un origen casual
31 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El peor incendio forestal que hasta el momento ha padecido la orilla sur del mar de Arousa quedó completamente controlado ayer, a las cuatro menos veinte de la mañana. Habían transcurrido casi 28 horas desde que el fuego se declaró en la zona más alta del Monte da Queimada, en Meaño, en un área densamente poblada por ejemplares de pino y eucalipto. «Tendo en conta que o lume comezou pasada a medianoite e o lugar no que o fixo, obviamente ninguén estaba traballando alí con maquinaria nin hai construcións, nin sequera boas pistas que o comuniquen, así que todo indica que a súa orixe foi intencionada; alguén quixo plantalo a propósito», razona una de las personas que se mantuvo sobre el terreno durante las primeras horas de un siniestro que, de acuerdo con un primer balance de la Consellería de Medio Rural, devoró más de 60 hectáreas de monte arbolado.
El propio alcalde de Meaño, Carlos Viéitez, permaneció en el monte hasta las cuatro y media de la mañana del martes, cuando el siniestro parecía a punto de ser controlado. Las fuertes rachas del viento del nordés que soplaban sobre O Salnés lo reavivaron, sin embargo, con tal potencia que no pudo ser estabilizado hasta las once de la noche siguiente, ni controlado de forma segura hasta 24 horas después.
Allí, en el Monte da Queimada, trabajaron un técnico, nueve agentes, quince brigadas, otras tantas motobombas, tres unidades técnicas de apoyo, cuatro helicópteros y tres aviones, además de operativos locales de emergencias como el GES de O Grove, que horas más tarde tuvo que acudir a Monte da Vila para evitar que otro incendio, el de una finca que permanecía sin limpiar entre viviendas, se propagase a las propiedades colindantes.
Si, dentro de lo malo, algo destaca Viéitez acerca del fuego es que «cando menos estaba lonxe dos núcleos habitados». Algo que no sucedió en otros focos de menor tamaño y virulencia, que surgieron en el transcurso de la noche en Abuín o Penaguda. «Aí si existiu un risco alto, porque estaba moi próximo a Dena, pero puideron ser controlados rapidamente. Nestes casos hai que actuar con máxima eficacia», apuntó el regidor de Meaño.
Aunque hacía años que Meaño no sufría de esta forma el castigo de las llamas, los vecinos recuerdan incendios recurrentes en el pasado en estas mismas zonas, algo que vuelve a colocar el foco en la sospecha de que su origen fuese premeditado.
Además de Meaño y O Grove, también Meis y Vilagarcía fueron golpeados por un verdadero martes de ceniza en pleno verano, cuyos peores efectos pronto se trasladaron hacia el sur: Noalla, en Sanxenxo, y sobre todo Tenorio, en Cercedo-Cotobade, donde cinco viviendas tuvieron que se desalojadas por precaución.