El verano llega al mercado laboral: la demanda de camareros se dispara

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

Martina Miser

Cocineros y personal de pisos para los hoteles, otros perfiles muy demandados

14 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos en un momento de bum. Mientras atiendo una llamada, tengo otras en espera». Habla Elena Sutil, responsable del servicio de empleo del Concello de Sanxenxo. Este año, relata, el impacto del turismo en el mercado laboral está moviéndose en unos tiempos extraños. Si antes la explosión de ofertas se anticipaba y se asociaba ya con los preparativos de la Semana Santa, este año se ha retrasado y llega ahora. En estos momentos, las ofertas de trabajo que se gestionan a través de la oficina de Sanxenxo emanan, básicamente, del mundo de la hostelería. Y lo mismo ocurre en otras oficinas de empleo, como pueden ser la de O Grove y la de Vilagarcía.

¿Cuáles son los perfiles profesionales más demandados? En la capital arousana, los datos que maneja la oficina municipal sitúan el foco sobre el perfil del camarero o camarera de piso, el personal que se encarga de la limpieza y el mantenimiento del orden en las habitaciones de los hoteles. Este tipo de profesionales son muy demandados también en Sanxenxo y O Grove, si bien en la península meca aseguran desde la oficina de empleo que el perfil más buscado este año es el de camarero de sala, que este año se impondría al de cocinero.

¿A qué se puede deber ese cambio? Pues quizás a una tímida transformación del sector, que parece haber asumido que debe dejar atrás el sambenito de la hostelería como trabajo esclavo. En los últimos años, a los negocios del sector les está costando encontrar personal y no queda más remedio que «adaptarse a los tiempos» y mejorar las condiciones a la plantilla.

Esa mejora parece vislumbrarse en muchas de las ofertas a las que se puede acceder a través de internet y a través de las oficinas de empleo municipales, en las que se empiezan a reflejar asuntos tan peliagudos como las jornadas laborales —abundan las ofertas para jornada completa— y los horarios —proliferan, también, los horarios continuos—. La experiencia ya no es un requisito indispensable, aunque «se valorará», y conscientes de que el alojamiento puede desincentivar algunas aspiraciones —en verano, el alquiler en la costa es un lujo— hay hoteles y otros establecimientos que ofrecen alojamiento a quienes trabajen para ellos durante la temporada, que en algunos casos se alarga hasta octubre o, incluso, diciembre.

A juicio de las personas que suelen trabajar en este ámbito, son pequeños cambios que parecen coincidir con otras modificaciones que el sector de la hostelería está introduciendo en su día a día, como por ejemplo la limitación de los horarios de comidas y cenas en negocios de restauración. La iniciativa la arrancaron los establecimientos del Grupo Nove y se ha extendido ya a Sanxenxo, donde el CETS ha decidido apostar por esa vía. Y parece que la propuesta está resultando bien.

Además de puestos en la limpieza de habitaciones o en la atención a los clientes en sala, el sector turístico demanda también otro tipo de profesionales, aunque en menos cantidades. Son recepcionistas, vigilantes de noche, friegaplatos, ayudantes de cocina...

Aunque no solo la hostelería reclama mano de obra por la proximidad del verano. Vasta echar un vistazo a las ofertas de empleo disponibles para comprobar que también se busca personal de mantenimiento, jardineros y una buena cantidad de personas que puedan atender comercios, especialmente en las localidades más turísticas de la comarca de O Salnés.

«A xente que ten experiencia en fábricas espera a ver se a chaman antes de ir á hostalaría»

El pasado jueves, una oferta de 500 puestos de trabajo para una industria manufacturera de Vilagarcía levantó una enorme expectación en las redes. A fin de cuentas medio millar de empleos son muchos en una comarca en la que el censo de parados del sector de la industria dobla esa cifra, y en total supera con creces las 7.000 personas. Para ocupar estas plazas, vinculadas a un proyecto de fabricación de platos precocinados de pescado para una cadena de supermercados, se han de cumplir una serie de requisitos: tener el título de la ESO o equivalente y el carné de manipulador de alimentos.

Se ofrece, a cambio, un puesto de operario de producción para realizar trabajos de clasificación, limpieza y etiquetado en la industria de la alimentación, con trabajo a turnos «con posibilidade de sábado, domingo e festivos».

Que una empresa del sector de la alimentación no pida experiencia previa no suele ser habitual. De hecho, en este segmento de actividad lo más frecuente es que las empresas recurran al mismo personal año tras año. Y quienes trabajan en este tipo de industrias, aseguran en las oficinas de empleo, suelen preferir ese trabajo a los que pueden encontrar en hostelería.

«Agora en xuño normalmente empeza a campaña do mexillón, e hai xente que espera a ver se a chaman da fábrica. Se non a chaman van para hostalería, claro, pero primeiro esperan», aseguran desde algunas de las oficinas de empleo consultadas. En la fábrica, pese a la proverbial dureza del trabajo, los horarios están garantizados y la conciliación se antoja un objetivo menos difícil de cumplir.