«En dos horas recogimos una salvajada de ruedas de plástico en la playa; ¿pero qué está pasando?»

Serxio González Souto
serxio gonzález O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

Millares de los biosoportes que usan las depuradoras para tratar las aguas residuales emergen en el arenal de Area Grande, en O Grove

26 jul 2024 . Actualizado a las 04:52 h.

«No teníamos ni idea de qué eran, pero tratamos de recogerlas en cuanto nos dimos cuenta de que el agua, las algas y la arena estaban llenas de ellas». María es una de las muchas veraneantes que tratan de aprovechar esta primera semana de verdadero buen tiempo en O Grove. El martes, sin embargo, la plácida jornada de playa se convirtió en un momento de enfado y movilización. Cuando la marea comenzó a bajar, hacia las cinco de la tarde, quienes estaban en el agua se percataron de que pequeñas piezas de plástico lo inundaban todo por millares. Ese tipo de material tiene un nombre, son biosoportes, y el vertido procede de alguna de las estaciones que someten las aguas residuales a procesos de depuración biológica.

Aunque también se presentan bajo otras formas, lo más frecuente es que los biosoportes se muestren como ruedecillas elaboradas en plástico. Sobre ellas se depositan las bacterias que se encargan de degradar la materia orgánica —de ahí su nombre— en las depuradoras. En condiciones normales no deberían generar ningún problema. Pero basta una ligera avería o cualquier otro motivo que conduzca a una fuga o a un desbordamiento para que se liberen por miles al mar e inevitablemente lleguen a las playas.

En esta ocasión, el enclave afectado fue el de Area Grande. «En dos horas recogimos una verdadera salvajada de estas ruedas de plástico. Había miles en toda la playa y todos los bañistas nos pusimos a cogerlas, con lo que teníamos a mano y con lo que nos prestaban en el chiringuito, pero ni de broma pudimos retirarlas todas». María recuerda que entre quienes se afanaban en el agua y en la arena se encontraban un grupo de turistas franceses. «Estaban sorprendidísimos, como diciendo ¿pero qué esta pasando?, ¿pero esto qué es? Yo es la primera vez que los veo».

Entidades como Surfrider, con redes de voluntarios en toda Europa, llevan quince años rastreando este tipo de vertidos contaminantes, tal vez poco conocidos, pero harto frecuentes. También en Arousa.