Los trabajos para extinguir el fuego en el almacén de fitosanitarios de Vilagarcía se extenderán aún varios días

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La Xunta informa de que «só quedan algúns focos activos» y de que en seis viviendas «a entrada segue restrinxida polo fume».

05 ago 2025 . Actualizado a las 05:05 h.

Vilagarcía amaneció este domingo envuelta en una sutil capa de humo. Tenía esta su origen en la nave almacén de Impex Europa que el sábado fue devorada por un fenomenal incendio y en la que, 24 horas después de que se iniciase el fuego, continuaban los trabajos de los servicios de emergencias. Y lo que queda: tanto Bombeiros do Salnés como Emerxencias advierten de que el proceso para dar por zanjado este incidente va a ser largo: aún queda fuego debajo del material que sigue acumulado en el interior y apagarlo no será fácil: exige un juego de equilibrios para evitar que cualquier maniobra acabe agudizando la emanación de gases o el riesgo ambiental por vertido. En todo caso, este domingo a última hora, la Xunta informaba de que e incendio «está moi controlado» y de que «só quedan algúns focos activos».

Así lo explicaba David Padín, sargento del Consorcio de Bombeiros: la nave tiene un enlosado de hormigón que admite una determinada cantidad de agua. Una vez alcanzado ese máximo, antes de poder seguir regando es necesario vaciar el líquido. «Hoxe o traballo que se vai facer é organizar a retirada de auga, controlar os focos e deixar que o material se consuma. Porque había moito material no interior e esa foi unha das cousas que dificultou moito o traballo onte», señala Padín, quien destaca la dureza del operativo del sábado, con el termómetro disparado. «As condicións meteorolóxicas foron adversas para nós», señala el bombero. La jornada fue extremadamente dura y precisamente por eso, los bomberos quisieron agradecer ayer el gesto del Churrasco de Rubiáns, situado a pocos metros del lugar del incendio, desde donde les hicieron llegar comida con la que poder reponer fuerzas.

El sábado, profesionales de varios parques de la provincia y de Emerxencias Vilagarcía, lucha contra incendios, Policía Local y Nacional y Guardia civil, formaron el dispositivo de lucha contra un fuego que en todo momento se quiso confinar en el interior del recinto de la empresa. Aunque parecía difícil, se logró: solo una vivienda próxima vio como se le derretían parcialmente las persianas de la fachada más próxima al incendio. La gasolinera, una fuente de preocupación añadida, también salió indemne del episodio. La virulencia del fuego hizo colapsar la cubierta de la nave, que se desplomó sobre el interior dificultando hasta el extremo el trabajo de bomberos y personal de emergencias. Fue necesario emplear grúas, una de ellas de una chatarrería local, para poder retirar el hierro del tejado y empezar a apagar por fin el fuego que había quedado atrapado bajo el mismo. La cubierta, convertida en un amasijo sin forma, componía una estampa fantasmal tras la estructura de la nave, envuelta en una capa de humo que semejaba niebla.

Toni Alonso, portavoz de la empresa, expresaba este domingo desde el recinto del almacén su tristeza por lo ocurrido. «Ha sido un palo muy grande», explicaba. No entiende cuál ha podido ser la causa del incendio, un asunto sobre el que se abrirá la lógica investigación. Y es que, tal y como indicó, la cubierta de la nave acababa de ser cambiada, realizándose una inversión muy importante para dotar a las instalaciones de todas las garantías de seguridad. «Pusimos todo sectorizado, con lana de roca, con todas las protecciones posibles... Habíamos tenido un incendio en otra nave y lo hicimos todo con mucho cuidado porque habíamos aprendido la lección... O eso habíamos creído», señalaba Alonso, visiblemente afectado. Reiteró que la calidad del aire es buena, tal y como indican las pruebas realizadas, y destacó «que aquí no había productos químicos, había productos terminados, con una toxicidad muy baja. Lo que había es cartón, plásticos, envases, espráis para las moscas que eran las explosiones que se escuchaban... En la atmósfera lo que hay es humo, no hay nada más».

Toni Alonso quiso agradecer la colaboración de los trabajadores y la buena disposición mostrada en todo momento. «Nosotros ahora tenemos que buscar una nave para continuar trabajando, porque esta era la nave logística de donde sale toda la mercancía. Toca arrancar otra vez y ya está… Pero bueno, es una pena», señaló el empresario.

Mientras tanto, quienes residen en seis viviendas, las más próximas a la nave, siguen sin poder retornar a casa, tras levantarse a última hora las restricciones para otro buen grupo de domicilios. Casi todos se han realojado con familiares y amigos, pero el Concello de Vilagarcía ha tenido que buscar alojamiento para cuatro personas que no tenían alternativa habitacional.