La mujer formaba parte de una trama, con otras cinco personas, que actuaba en la provincia
02 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Una mujer de Mazaricos y cinco personas más han sido condenadas por un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con un delito de estafa y delitos continuados de utilización de dos documentos mercantiles falsos. Esta tipificación judicial, aplicada a este proceso concreto, quiere decir que la mazaricana y los otros cinco cómplices, acudían a sucursales bancarias coruñesas con la intención de lograr un enriquecimiento ilícito solicitando fondos de distintas entidades de crédito valiéndose de documentación falsa, como es el caso de nóminas.
La sentencia, emitida por la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña, revela en su apartado «hechos probados» que estos individuos, en el año 2005, idearon un plan en el que usaban a personas sin recursos. A estos colaboradores les entregaban la documentación que los bancos exigían, siendo la fundamental unos recibos de salarios que los cabecillas elaboraban haciendo figurar empresas y sueldos inexistentes
También se usabn, para llevar a cabo el fraude, nóminas auténticas alterando datos, como el período al que se referían y el líquido a percibir, para que el solicitante se presentara en la oficina con dicha documentación aparentando una solvencia de la que carecía para obtener el préstamo.
La sentencia deja claro que las personas captadas eran plenamente conscientes del fraude al que se prestaban y de que no tenían medios para hacer frente a los plazos de los préstamos que suscribían, una vez que los obtenían en las entidades financieras indicadas por los líderes de esta organización.
Hechos concretos
La mazaricana implicada en esta trama, según el fallo judicial, acudió, en compañía de un colaborador, el 19 julio del 2005 a una sucursal de la entidad ya desaparecida de Banesto para solicitar un préstamo personal. La cantidad que interesó ascendió a 6.120 euros, cifra que obtuvo tras la presentación de tres nóminas ficticias a nombre de la empresa Galicia Arquitectura, logrando que se le hiciera entrega, en mano, de 5.876 euros.
El 17 de agosto, también del 2015, esta mazaricana, acompañada por otro integrante de la misma trama, entró en otra sucursal de Banesto para pedir 10.000 euros. Para ello presentaron un certificado de retenciones falso de la empresa Galicia Arquitectura. Puesto que el personal del banco comprobó que la citada firma no existía, no recibieron ninguna suma, pero si fueron detenidos por la Guardia Civil, que fue alertada por los responsables de la oficina. Las anotaciones, y otras pruebas, que portaba esta mazaricana ayudaron a resolver el caso, y ella fue condenada a diez meses de cárcel y a devolver el dinero estafado.