Las fiestas y los botellones llenan de residuos las zonas verdes de la comarca
28 sep 2021 . Actualizado a las 13:56 h.Los espacios naturales de Barbanza se han ido convirtiendo poco a poco en basureros ante el fin de las restricciones de las reuniones. Son varios los merenderos de la zona donde las escenas de restos de los reuniones son ya normales los sábados y domingos por la mañana.
Así, la relajación de las normas sanitarias ha devuelto a la comarca imágenes como las de antes de la pandemia, mostrando la poca preocupación de algunos ciudadanos por el cuidado de ciertas zonas de ocio. Las vías públicas de los cascos urbanos, dotadas con más saneamiento y vigilancia policial, no sufren tanto las consecuencias del pasotismo medioambiental como las remotas, que son donde tienen lugar estas reuniones.
«Lo que se nota es un traslado de las concentraciones de botellones y demás fiestas a sitios más escondidos y, por tanto, donde la frecuencia de la actividad del personal de limpieza es menor que en otros más céntricos y transitados», comentan desde la Concejalía de Medio Ambiente de Ribeira. Calas, puertos, bosques y caminos de difícil acceso, son algunos de los sitios más populares para llevar a cabo estos comportamientos incívicos.
Sin quejas de vecinos
Otra dificultad de la situación es la falta de avisos vecinales. En el Concello de Boiro, por ejemplo, explican que no se han registrado quejas sobre basuras en los parques o los paseos. La falta de vigilancia de la comunidad hace que sea más difícil identificar áreas problemáticas, por donde tendrían que pasar los servicios de saneamiento municipales.
Estas actitudes son casi seña de identidad en lugares como el parque de San Roque en Ribeira o el de San Mamede en Lousame. En numerosas ocasiones, los responsables de ambos espacios han denunciado por redes sociales la falta de sensibilidad de visitantes que dejan la zona de comida llena de residuos y no limpian cuando terminan.