









Tanto la carpa del Campo da Feira como los restaurantes se llenaron
10 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Una vez más, este domingo quedó demostrado que cuando hay ganas de fiesta poco importan el frío, la lluvia o el viento. Mazaricos amaneció con un día invernal que en absoluto invitaba a salir de casa pero que, sin embargo, no disuadió a la multitud de visitantes que, procedentes de diferentes puntos de Galicia, no quisieron perderse la Festa do Bolo do Pote.
Un producto que ha soportado tan bien el paso de los años que, aunque solo sea por unos días, se ha convertido, acompañando al cocido, en uno de esos platos imprescindibles de esta época del año. De hecho, ya resulta imposible desvincular la celebración del entroido de la fiesta gastronómica que este fin de semana celebró su vigesimosexta edición volviendo a llenar hasta los topes todos los establecimientos hosteleros del municipio.
De hecho, las reservas de mesas en los cuatro restaurantes que participaron en la edición de este año —Casa Pego, Restaurante Efe-Eme, Casa Jurjo y Asador Manduca— se cerraron con varios días de antelación y ni el hecho de colocar mesas supletorias o doblar turnos impidió que cientos de personas se quedaran con las ganas de probar, de forma más sosegada, este plato habitual en las mesas de antaño.
Por supuesto, sí tuvieron ocasión de saborearlos, al menos una pequeña ración, en los tres locales colaboradores —Taberna Casa Senra, Café-Bar Alborada y Pizzería Pinocchio—, que los sirvieron como pincho acompañando a cada consumición y, por supuesto, también en la degustación que tuvo lugar en el Campo da Feira y que, como viene siendo costumbre desde la primera edición, corrió a cargo de la Asociación de Vecinos Monte Picoto y la Asociación de Amas de Casa de Mazaricos.
Una cita con mucho tirón
Precisamente, la presidenta de esta última entidad, Laura Prado, se felicitaba por el éxito que un año obtuvo una cita marcada por el mal tiempo: «A verdade é que non somos moi conscientes do tirón que ten os bolos porque, co mal día que estaba, é incrible a cantidade de xente que se acercou ata a carpa para probalos».
Desde esta entidad se cifra en más de 500 el número de raciones servidas en la carpa, donde los bolos, a un precio de dos euros, se acompañaron con trozos de chorizo y oreja en un plato de cerámica de Buño conmemorativo de la fiesta. «O prezo é simbólico e, no referente á asistencia, estamos moi satisfeitas porque, insisto, co día que estaba, serviuse mais ou menos coma o ano pasado», apuntaba la responsable.
Una valoración que también realizan desde la asociación de hosteleros, que cifran en más de 700 los menús servidos durante los dos últimos días. «Fai uns anos decidimos ampliar ao sábado porque era imposible atender todas as reservas que había. Agora hai establecementos que incluso se viron obrigados a facer o cocido e os bolos nos fins de semana previos, porque o tirón dos bolos segue sendo extraordinario», explica su portavoz, Jorge Jurjo, que destaca el buen ambiente de esta celebración.