La perrera de Ribeira se prepara para cambiar de manos en un momento crítico por el auge de abandonos

Celia Riande García
Celia Riande RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Hendryx es el perro que más tiempo lleva en la perrera, 5 años, y está en adopción
Hendryx es el perro que más tiempo lleva en la perrera, 5 años, y está en adopción CARMELA QUEIJEIRO

Desde la protectora señalan que la ley de bienestar animal no mitiga el problema

14 abr 2023 . Actualizado a las 18:59 h.

El pasado 2 de febrero, la junta de gobierno local del Concello de Ribeira aprobaba el convenio de colaboración para que la perrera municipal pase a manos de la protectora Save an Angel-Los olvidados de la perrera de Ribeira-Adopta. De este modo, queda en manos de esta entidad la recogida de animales de compañía abandonados o errantes en vías y espacios públicos del municipio ribeirense, así como su posterior ingreso en las instalaciones de la perrera, que también gestionarán.

Este relevo todavía no se ha llevado a la práctica, aunque desde el Concello de Ribeira señalan que se espera que ocurra en cualquier momento. Mientras tanto, la situación en la perrera no deja de ser crítica, ya que, apuntan desde la protectora, las leyes de bienestar animal y la cercanía de la temporada estival no hacen más que agravar el problema de abandono de animales en la zona, tanto dejándolos en espacios públicos como llamando incansablemente a la asociación exigiendo que se hagan cargo de los animales.

Así lo a afirma una voluntaria que colabora desde hace años en la perrera, María del Carmen Campaña, quien asegura que las cosas no han hecho más que ir a peor en cuanto al trato a las mascotas se refiere: «La gente se convierte en alérgica de repente, el perro se volvió agresivo de la noche a la mañana o te llaman diciendo que, si no lo cogemos, lo llevarán al veterinario para ver si lo sacrifican».

Casas de acogida

Pese a esta situación, que dificulta enormemente el cuidado de los animales y la labor de voluntarios y trabajadores, lo cierto es que la perrera de Ribeira no se encuentra saturada, gracias al incansable trabajo que se lleva a cabo desde la asociación para dar a conocer a los perros a través de las redes sociales: «De momento, cuando llaman lo que se intenta es que no lleguen a subir a la perrera. Es un proceso que no deja de ser traumático para los animales, por lo que se procura difundir las fotos de los perros para buscarles un nuevo hogar, haciendo la transición lo menos dura posible dentro de este tipo de circunstancias».

Con todo, lo cierto es que Campaña afirma que todavía son anecdóticas las familias que se ofrecen a darles un hogar temporal: «No tenemos casas de acogida, a menos que sean perros pequeños y de raza. Al final, hace falta gente que esté realmente concienciada, y no es sencillo encontrarla, pese al titánico esfuerzo que hacemos».

En cuanto a cómo han afectado nuevas medidas como las leyes de bienestar animal, María del Carmen Campaña señala que, pese a la buena intención, esto no siempre se traduce en una mejora de las condiciones para las mascotas: «Hay más animales identificados porque, si no, pueden recibir una sanción, pero esto no siempre soluciona el problema. Llegamos a encontrar perros muertos con el chip arrancado del cuello».

Otro de los grandes problemas, tanto en gatos como en canes, es que continúa siendo habitual no castrar a los animales, lo que conlleva camadas no deseadas y dueños desesperados por deshacerse de una nueva carga de responsabilidad. «Sigue siendo muy normal que no se preocupen de este tema. Las perras se embarazan y, luego, o se reparten los cachorros como churros, o nos llaman con amenazas de que si no los cogemos los tirarán a la basura», se lamenta María del Carmen Campaña.

La misma situación se produce con respecto a los gatos, razón por la que el Concello de Ribeira colabora con Callejeros Barbanza en un método que recoge, esteriliza y devuelve a estos animales a sus colonias.

Sobre si se avanza o no en cuanto al trato que se le da a las mascotas, María del Carmen Campaña asegura que todavía queda mucho por hacer: «Hay perros que viven encadenados, sin techo, porque lo único que pide el Seprona, por ejemplo, es que tengan agua y comida. No es algo exclusivo de aquí, en cada zona tienen sus propias barbaridades, pero es importante concienciar a los niños sobre este tema desde muy pequeños».