Baile, gastronomía y tradición hicieron migas en Barbanza y la Costa da Morte

M.?H. / C.?A.

CARBALLO

11 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Ni Barbanza ni la Costa da Morte pudieron escapar este fin de semana la fiebre de fiesta que cada verano sube en Galicia. Conciertos, comilonas y ferias con sabor al pasado agradecieron el tiempo con nubes y cazaron de lleno miles de lugareños y turistas.

En Barbanza, como en la película, la fiebre empezó en el sábado noche. Con Barricada. En Muros, dentro del Castelo Rock donde al cierre de esta edición se esperaba ya la llegada de Rosendo, los roqueros de Barricada se dejaron querer y tocaron bises y bises ante un entregado público que duplicaba al de pasadas ediciones. No menos roquera se presentó Soraya, la ex triunfita , que desplegó sobre el escenario de las fiestas de Vimianzo todos los hits de los ochenta y se dejó la piel en una actuación en la que su voz fue la auténtica protagonista.

Y tras la noche de fiesta, en la comarca barbanza llegó un día de cuchipanda pura y dura. En Noia, tocó comer empanada. Y no solo eso. Se celebró el tradicional concurso donde, en la categoría de principiantes, la asociación de vecinos de Santa Mariña A Nova triunfó con una empanada rellena de jureles y, en la sección de profesionales, la panadería O Couto se llevó el premio con una vianda de pan de maíz que escondía navajas en su interior. En Ribeira, el rey fue el pescado. La Festa do Peixe revalidó éxito y la organización despachó kilos y kilos de hasta seis exquisitas viandas. Al preguntar a los comensales, quedaba claro que una de las exquisiteces del día era el congrio con salsa de albariño.

En la Costa da Morte, la gastronomía fue cosa del sábado. Meriendas a base de mejillones, en Caión, y callos, en Estramil, aderezaron un amplio programa de celebraciones dentro y fuera del municipio larachés.