La ampliación que se acomete en la fábrica de Carballo y que pasa por la construcción de una gran cámara frigorífica estará lista en los próximos meses y permitirá a la multinacional una mayor eficiencia
08 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El Grupo Calvo está inmerso en los últimos años en importantes mejoras en su fábrica de Carballo, donde tiene la sede social. Las más recientes y aún en desarrollo pasan por las obras de ampliación de las instalaciones. Es un proyecto de gran envergadura que cobró cuerpo desde la aprobación definitiva del plan parcial a principios del 2020. En realidad, esta reforma urbanística, que afecta a un ámbito de la zona de A Revolta, venía de mucho antes. Precisó de diversos informes de organismos dependientes del Gobierno central y de la Xunta de Galicia.
Como resultado, la conservera dispone de 32.000 metros cuadrados más, una superficie tan grande como el parque empresarial de Buño, en Malpica. La inversión realizada asciende a 25 millones de euros. Los trabajos siguen el plan previsto y ya están muy avanzados. En el lugar siguen a pleno rendimiento grúas y operarios. Se centran en la construcción de una cámara frigorífica nueva que, según avanzó la multinacional, estará disponible a final de año. «Nos permitirá optimizar la logística interna, gestionando de una forma más eficiente la materia prima», explicaron desde la compañía presidida por Luciano Calvo. Mané Calvo es el consejero delegado.
Cuatro mil toneladas
La nueva estructura tendrá capacidad para unas cuatro mil toneladas, lo que «posibilitará garantizar una producción más flexible y tener un mejor control de los stocks», precisaron. La intervención también incluye la urbanización, con una calle asfaltada, aceras y luminarias. De otro lado, desde la empresa trasladan que se utilizará tecnología de Identificación por Radio Frecuencia (RFID) para la gestión de inventarios.
En el 2022, creció en facturación
El Grupo Calvo ha desarrollado una tecnología propia denominada Real Peel y reformado todo el proceso de fabricación de su factoría en Carballo para dar cabida a su última revolución: el vuelca fácil, un nuevo envase que permite el volcado de todo el producto y reducir la dosis de aceite a través de una tapa flexible de aluminio. Fue presentado en el 2021 y ya ha recibido numerosos premios de todo tipo.
Se construyó una nave para estuchado, se hizo un baipás al Anllóns... Estas fueron algunas de las grandes actuaciones implementadas por la multinacional conservera en los últimos tiempos para seguir creciendo. En el último ejercicio facturó 678 millones de euros, un 22 % más que en el 2021. El beneficio bruto, antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, fue de 51,6 millones.
El incremento de los costes de producción en un 32 % explican en buena parte este crecimiento, aunque en la compañía bergantiñana aseguran que estos no fueron trasladados al precio de la venta al consumidor. Brasil fue el principal mercado de la firma, seguido de España e Italia.
La subida de los costes afectó, fundamentalmente, al atún, según indicaron: a la energía, tanto la utilizada en los procesos productivos como extractivos, y al aceite. La cosecha del de oliva fue muy baja y la oferta del de girasol cayó a causa de la guerra de Ucrania.
Por su parte, la unidad de flota tuvo un buen desempeño durante el año. En el 2022, Calvo vendió en todo el mundo 100.357 toneladas de producto terminado. Mané Calvo destacó el «gran esfuerzo realizado por el Grupo Calvo para contener el incremento de precios» en un año «marcado por la inflación». Afirmó al respecto: «En línea con nuestro compromiso con la mejora continua, hemos trabajado por hacer más eficientes nuestros procesos». De este modo, han podido «contener el incremento de costes». En resumen, Mané Calvo indicó que «ha sido un 2022 complejo, pero lleno de aprendizaje para todos».
El elevado precio del aceite de oliva afecta a todo el sector
La inflación sigue su escalada y el precio del aceite de oliva es uno de los productos en los que más se está notando. Desde Calvo aseguran que es una cuestión que afecta a todo el sector y a la propia categoría de su producción, que ha visto descender las ventas en lo que va de año.
El grupo tiene como prioridad en estos momentos seguir consolidando su nueva línea vuelca fácil en España e Italia y «entrar en los mercados internacionales que se sirven desde la planta de Carballo», según expusieron.
Flota y residuos
En cuanto a la flota, siguen trabajando para tener barcos y operaciones más eficientes. «Este es nuestro objetivo en el corto y el largo plazo», trasladan. En este sentido, este verano vendieron su atunero Montemaior, dentro del plan de modernización de los buques. La lucha por la sostenibilidad también se traslada a los residuos. Las dos fábricas de Carballo, envases y producto terminado, están certificadas como Residuo Cero desde el 2022. Es el objetivo para toda la compañía en el 2025. Actualmente, valorizan ya más del 97 % de los residuos que generan.