«Veño ao cemiterio falar das miñas cousas co meu marido»

m. rodríguez, c. viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Día de Todos los Santos | El mal tiempo concentró las visitas a los cementerios en horario de mañana. Buena parte de los camposantos empezaron a llenarse de flores el martes

02 nov 2023 . Actualizado a las 15:17 h.

El Día de Todos los Santos transcurrió con normalidad ayer en los cementerios de la Costa da Morte. Fueron muchos los que ya aprovecharon la jornada matinal para visitar a sus difuntos. El día amaneció con ligeras lluvias en la comarca, lo que animó a los vecinos a apresurarse con la tradicional visita a los camposantos ante los temidos chubascos. Además, es muy habitual acercarse a estos espacios a primera hora para terminar de preparar los arreglos florales, entre otros. Ya en los días previos hubo mucho movimiento, como de costumbre.

Robo

En Soesto, Laxe, en cambio, aún estaba muy reciente un incidente ocurrido el pasado lunes en el cementerio. Lo contó ayer la propia afectada a La Voz. Corrían las doce del mediodía cuando acudió al camposanto con su cuñada para depositar varios centros. Estacionaron la furgoneta en las inmediaciones y, como «non había ningún coche máis e só unha muller á que coñecemos», relató, se dispusieron a transportar las flores sin cerrar con llave el vehículo. Fue algo rápido, pero toda vez que abandonaron el lugar en la furgoneta, se percataron de que a una de ellas le habían robado el bolso con numerosos documentos personales, el móvil y otros objetos. «Despois, miña cuñada díxome que viu un home mirando de lonxe un intre», explica la afectada, que presentó denuncia ante la Guardia Civil del puesto de Laxe.

En la iglesia de Calo, Vimianzo, hubo misa ayer a las 11.00, mientras que en San Xulián de Malpica fue a las 12.15, y en Quintáns, Ozón (Muxía), se llevó a cabo a las 13.00, por citar algunas.

En el cementerio municipal de Carballo, la Policía Local reguló el tráfico. Durante toda la jornada hubo dos patrullas, una en el cruce con la carretera de Berdillo en la zona de A Brea. Durante la mañana la jornada fue tranquila y muchos acudieron a llevar flores, aunque ya había muchos nichos arreglados. Por la tarde se celebró la tradicional misa, aunque hizo mal tiempo.

Sirven estas jornadas, además, para reencontrarse con conocidos que llevan un tiempo fuera, recordó el alcalde de Dumbría, Raúl González, que estuvo en los dos cementerios de O Ézaro, en Dumbría.

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«Vimos tódalas semanas»

El padre de Mónica Mancebo y marido de Josefina Porteiro falleció el día de fin de año del 2021. Reconocen que la muerte es más difícil en una fecha tan señalada, pero también que él era un juerguista y que querría ser recordado así. «Vimos tódalas semanas», dice. La otra hija va casi cada día porque vive en Sofán.

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«Veño falar das miñas cousas co meu marido»

Remedios Esmorís colocaba ayer flores en la tumba de su esposo, al que perdió hace cuatro años, pero acude muy a menudo al cementerio. «Veño falar das miñas cousas co meu marido. Necesítoo de vez en cando, coma si estivese na casa», explica. Allí también está enterrado su padre y un tío político, pero ayer le tocaba hacer doblete porque su madre quiso reposar en Sofán, «con seus pais e seus irmáns», explica. Por lo menos dos veces al mes acude a los cementerios para cambiar las flores y reconoce que están caras.

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«Me acuerdo mucho de mis padres, me conforta venir»

Luis Veira es otra de las personas que ayer estaban en el cementerio de Carballo, pero es un habitual del camposanto. Lo normal es que acuda una vez por semana. «Me acuerdo mucho de mis padres, me conforta venir», explica. También cambia con frecuencia las flores, una labor que comparte con su hermana, que también acude con frecuenta a la necrópolis. Su padre le dejó hace diez años, y su madre, solo dos. Con respecto al estado del cementerio de Carballo coincide con los demás visitantes en que se encuentra limpio y cuidado.