FITUR | La consejera de Turismo y el vicepresidente de la Deputación coruñesa analizaron los pasos a seguir
26 ene 2024 . Actualizado a las 11:22 h.La imagen habitual y más mediática de Fitur es la de las presentaciones, las visitas y actos institucionales. Es la parte visible, pero hay otra vida, y muy intensa, en las decenas de despachos de los estands y las numerosas salas de este gigantesco recinto de la Feria de Madrid. Eso que ven solo los interesados, y lo que en realidad da sentido a una feria como esta, en la que los miles de operadores privados buscan negocios y contactos, y las Administraciones los contactos y favorecer negocios de los administrados.
En esa línea de trabajo, de entrevistas a uno y otro lado, se encuadra la reunión que el vicepresidente de la Deputación da Coruña y responsable del área de Turismo, Xosé Regueira, mantuvo ayer en el estand de Cantabria, a petición de esta, ya que la región aspira a tener un geoparque como ya lo tiene Ortegal, una iniciativa del departamento de Regueira con todos los concellos implicados de la que en Cantabria quieren aprender. Su geoparque, si lo logran, será el de Costa Quebrada. Y por eso el vicepresidente fue recibido por el la consejera de Turismo, Eva Guillermina Fernández Ortiz, entre otras autoridades. El coruñés es un modelo a seguir, y ese es el contexto. Sobre todo, para ver el apoyo y los apoyos necesarios, la implicación social o turística,
Destaca Regueira que el de Ortegal es un magnífico ejemplo de la colaboración público-privada, con siete concellos diferentes, «cando un é como é, coas súas características e as súas corporacións», pero que en este caso siempre ha habido consenso en defender el bien general, que no es poco: es de ámbito mundial y el sello lo concede la Unesco. En pocos meses se celebrará el primer aniversario de ese reconocimiento. Y es además un buen ejemplo del «sentido común, do entendemento, dunha colaboración que existe, de remar todos xuntos», indica el vicepresidente, a quien le gusta poner como ejemplo de todo ello a Moeche, un municipio muy pequeño en el que nada menos catorce entidades vecinales se unieron para relatar su experiencia en el territorio. «Iso é dunha autenticidade enorme, ves a poboacións rurais empoderarse», indica. Aunque depende de cómo evolucionen las futuras concesiones, no se descarta una cooperación en la línea norte de España, de A Coruña a Cantabria, para sumar fortalezas, dada la repercusión internacional que tiene esta figura para el medio ambiente y el turismo de alta calidad. Algo que también se trató ayer en una reunión específica sobre geoparques en otro pabellón.
Ritmo frenético de actividades, de la mañana a la noche
Fitur funciona en parte como una enorme burbuja en la que los actos, las presentaciones, las actividades se suceden a un ritmo frenético, con prisas y a veces carreras. El movimiento slow pega poco aquí, pero todos los saben, lo asumen y es imposible sustraerse a ello. La agenda de la Vicepresidencia tampoco lo hace. De la mañana a la noche hay algo en lo que estar, y la noche incluye más allá de las siete de la tarde, cuando cierra, porque en Madrid esperan más citas. Regueira participó, en la noche del miércoles, en la presentación del proyecto Amas da Terra, con la restauradora Lucía Freitas en el Ateneo. Una iniciativa que tiene puentes con Japón, no solo gastronómicos y de concepto, sino que puede ir más allá, a los atardeceres y amaneceres unidos a uno y otro lado, sugiere Regueira. La participación en el acto principal de Barbanza-Arousa Norte, en el de la mancomunidad de Ferrol, en el Abanca Pantín Classic o en el de las Terras de Ordes (además de agencias de viajes, mayoristas, revistas del sector y similares) dan una idea de cómo corren los tiempos por una parte de los pasillos del pabellón 9 de Fitur. Y hoy, más, desde el surf (otra delas áreas de trabajo) a Termatalia, de Xantar a la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas o el programa Starlight.