
El regidor ceense no tiene mayoría suficiente y una difícil situación financiera
20 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El aterrizaje de Ramón Vigo en el Concello, por tercera vez de alcalde y como uno de los concejales más veteranos, ha sido para él, pese a los problemas de salud que le impidieron arrancar con el vigor de antaño, la vuelta a un escenario de sobra conocido, con lo que no ha tenido que hacer grandes esfuerzos para tomar las riendas municipales.
La «mala salud de hierro» que se atribuye a sí mismo se ha trasladado también esta vez a la situación política, porque pese a no contar con mayoría suficiente para gobernar solo lo está haciendo y con aparente facilidad, sobre todo por la imposibilidad total de los oponentes para ponerse de acuerdo, ni siquiera a la hora de recortarle un sueldo que consideran excesivo.
Retos por delante no le faltan porque la situación económica general, y mucho menos la del Concello con una deuda importante que no se ha reducido, no es ni de lejos la que tocó gestionar en la etapa anterior. También hay patatas calientes puntuales, como presuntas ilegalidades urbanísticas, la situación de la piscina o la sanción por el ruido de la calle Calzada que, a buen seguro, todavía le traerán algún quebradero de cabeza, porque en estos meses más que solucionarse se han agravado. Junto a estos temas, quedan cuestiones estructurales, el PXOM y la del saneamiento es principal, a las que Vigo ha mostrado indicios de querer meterle mano, pero que están por solucionar.
El aprovechamiento de la Casa da Cultura o la nueva política deportiva prometida también han apuntado detalles importantes, como el ciclo teatral, aunque queda mucho para consolidarlas.
Frente a todo eso, están las críticas de los opositores frente a las maneras de hacer del alcalde, al que acusan de usar siempre las fórmulas menos transparentes y reguladas posible. Y una cuestión fundamental que parece en el olvido, sobre todo porque políticamente ya se ha fallado a su favor, pero queda por ver que van hacer los juzgados con la operación Orquesta.