Cerceda lo apuesta todo al agua

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

BASILIO BELLO

ESPECIAL TURISMO ACTIVO | El único parque acuático de Galicia y un enorme lago resultado de la regeneración ambiental de una mina: las cartas ganadoras del municipio

30 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cerceda no tiene salida al mar, y aún así ha sabido hacer del agua su principal recurso turístico. ¿Cómo? Pues construyendo el que aún a día de hoy es el único parque acuático de Galicia, apostando por los entornos fluviales y abriendo al público un lago, el de As Encrobas, que ya es un foco de atracción para todo tipo de visitantes.

El Aquapark, inaugurado hace 21 años y abierto a finales del mes de junio para esta campaña estival, estrenó este año más superficie de uso y una nueva atracción para el disfrute de niños y adultos: el Barco Pirata. Toboganes, piscinas de todo tipo y hasta un jacuzzi pueblan una superficie útil de 35.000 metros cuadrados que permiten un aforo de hasta 6.000 personas. Para garantizar la seguridad en este contexto pandémico se habilitaron puntos de desinfección y se reforzó el personal de vigilancia, además de fomentar la venta electrónica de las entradas para ganar en fluidez en la zona de taquillas.

Más seguridad, menos preocupaciones y más disfrute es lo que prometen unas instalaciones que estarán abiertas hasta el 5 de septiembre, aunque si el tiempo acompaña cabe la posibilidad de que el Concello amplíe algo más los plazos. En cuanto a los horarios, abre de lunes a domingo de 12.00 a 20.00 horas.

Y de uno de los recursos de turismo activo más veteranos del municipio cercedense, al benjamín: el lago de As Encrobas, una enorme masa de 150 hectómetros cúbicos resultante del proyecto de regeneración ambiental de una antigua mina de lignito. En junio abrió al público, aunque por el momento el acceso está limitado a peatones y ciclistas. La idea, explicaron en su día desde el consistorio, es posibilitar el baño e incluso su navegación con kayaks o embarcaciones similares. El tránsito rodado no está permitido y el acceso está limitado, por el momento, a una entrada situada en la zona sureste del lago, que mide algo más de 2 kilómetros de largo y uno de ancho. Recorrer la senda circular que lo bordea, plagada de infinidad de especies arbóreas, es un espectáculo para los sentidos. A medio camino, 400 metros de playa para tomar aliento, merendar o maravillarse de una espectacular panorámica del recinto.

ANA GARCÍA

Más al sur, los embalses de Vilagudín y Vilasenín, cuya construcción se remonta a los 80, son el escenario perfecto para la observación ornitológica y para la práctica de la pesca.

Y si algo han perfeccionado en Cerceda a lo largo de los años ha sido la capacidad para darle a la naturaleza el protagonismo que se merece en un entorno claramente industrial. Es el caso del cauce del Río Cabancos, en pleno polígono de O Acevedo, que se rehabilitó con la construcción de una senda peatonal y la instalación de juegos infantiles y áreas de descanso. El pulmón verde de un parque industrial en continuo crecimiento, aunque no el único del municipio, pues hay áreas recreativas fluviales también en Xesteda, A Silva, Meirama o Portabrea, entre otros.

También en el entorno de O Acevedo se ubica un jardín botánico en el que están representadas las especies arbóreas más significativas del país, así como un pequeño lago en el que habitan cisnes y patos salvajes. Para continuar con el aprendizaje sobre el medio, el Concello de Cerceda dispone de un aula de la naturaleza visitable de lunes a viernes, de 9.30 a 16.00 horas. Para ir por la tarde o en la mañana del sábado, pedir cita previa: 981 68 50 01.

José Manuel Casal

Un paseo por lo más destacado de la arquitectura religiosa y civil cercedense

Después de activar el cuerpo, tiene uno en Cerceda múltiples opciones para activar también la mente y el espíritu. Puede hacerse, por ejemplo, con una visita a las numerosas muestras de arquitectura religiosa que salpican las parroquias del ayuntamiento: San Martiño de Rodís y Cerceda, San André de Meirama, Santa María de Queixas, Santa Columba de Xesteda...

CRISTÓBAL RAMÍREZ

O también echando un vistazo a lo más destacado de su arquitectura civil, como son los pazos de Gontón y Lavandeiras, ambos de titularidad privada. El primero, de estilo barroco, fue trasladado piedra a piedra desde su ubicación original por la empresa que explotaba la mina de Meirama para frenar su deterioro. El segundo, también del siglo XVII, está ubicado a poco más de un kilómetro de la capital municipal.

Vestigios de la historia: varios museos y arquitectura ferroviaria

Además del enorme lago que desde el mes pasado está abierto al público, el Museo de la Minería también recuerda la profunda huella que esta actividad industrial dejó en el municipio. Abierto en 2015, resume una parte de la historia reciente de As Encrobas, así como la recuperación ambiental del territorio que se vio en su día afectado por la mina. Puede visitarse de lunes a viernes, de 9.30 a 16.00 horas. En caso de querer ir por la tarde o un sábado por la mañana, hay que pedir cita.

JOSE MANUEL CASAL

Más de cinco mil piezas componen la colección, por otro lado, del Museo do Moucho, que homenajea a un ave que tradicionalmente era vinculada a malos augurios. Visitable de martes a sábado, de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00 horas. Para visitas colectivas, pedir cita previa.

Y como no hay dos sin tres, un Ecomuseo recoge desde 2002 muestras de la riqueza paisajística, medioambiental, industrial, histórica y humana de Cerceda. Puede visitarse en el mismo horario que el de la Minería.

Un cuarto museo, en este caso al aire libre, recuerda el pasado ferroviario de este municipio. Se trata de las estaciones de Meirama (ubicación del Museo do Moucho), Cerceda (donde está ahora el albergue) y Xesteda.