![Algunas de las múltiples formaciones que se pueden contemplar en Pena de Mórdomo](https://img.lavdg.com/sc/UhtFskD858SEbUmw4b29M9BHcT8=/480x/2023/02/24/00121677267243512982301/Foto/C04G0010.jpg)
Es un balcón natural sobre el mar más bravo de la Costa da Morte. La Pena de Mórdomo, en Traba de Laxe, es un auténtico mirador adornado con mil caras de granito que vigilan calladamente el Atlántico.
25 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Evaristo Martelo, el poeta que fue dueño del castillo medieval de Vimianzo, escribía que «entre os Penedos de Pasarela teñen as aguias os seus niños». La Pena de Mórdomo es una continuación de los Penedos de Pasarela y Traba, que están declarados como Paisaxe Protexida. Este tesoro geológico está en la zona más próxima al inmenso arenal trabeiro. Una atalaya natural desde la que infinitas caras de granito vigilan el valle.
Desde lo alto el valle se puede contemplar un cuadro en el que solo se mueven las líneas de espuma blanca de las olas arremetiendo incansables y de forma constante contra el arenal. Solo el viento rompe el silencio de un espacio que sobrecoge por sus bondades estéticas.
No se trata del paisaje de un día, pues, según el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, estas figuras se formaron hace unos 295 millones de años. Las combinaciones de diaclasas horizontales y verticales atribuyen a estas rocas gigantescas formas humanas y de animales. Un conjunto de piedras antropomórficas y zoomórficas que convierten el lugar en un espacio de enorme interés geológico, un alarde de belleza natural.
Un verdadero ejército de monstruos permanecen inmóviles desde hace milenios adornando la Pena de Mórdomo, como si observasen lo que acontece a sus pies. Durante siglos fueron testigos de ataques piratas, naufragios e incluso el aterrizaje de emergencia en el arenal del bimotor americano Douglas A-26 en la Segunda Guerra Mundial. Es un lugar que permite cultivar la imaginación a escape libre mientras el viento azota en invierno con gusto los rostros de los que se atreven a subir hasta allí. En verano, en los días de calor, incluso se agradece la brisa que refresca mientras uno contempla como el mundo se para por unos instantes frente a la inmensidad del Atlántico.
No es complicado el acceso. La cumbre está a unos dos kilómetros de distancia del arenal de Traba. Un camino lleva hasta las proximidades de la cima. Luego hay que tomar un sendero estrecho entre tojos. Hay que extremar el cuidado al acceder a lo alto de la Pena de Mórdomo para evitar caídas.
Compensa el esfuerzo, ya no solo por el espectáculo de las piedras convertidas en rostros fantásticos y las esculturas naturales, sino por el conjunto del paisaje que se divisa desde lo alto. Ningún otro espacio de los Penedos de Pasarela y Traba ofrece tantas figuras zoomórficas y antropomórficas juntas en un solo peñasco.
Además, desde la atalaya, se pueden seguir los avatares del mar arañando la costa. Y la laguna azul plantada entre las tierras de labor y las dunas de la playa, de unos dos kilómetros. Juan Ramón Vidal Romaní cuenta que este lago se fue desarrollando desde hace unos 11.000 años. La formación dunar fue tapando la salida del agua y su acceso libre al mar. Y así se acumulan los aportes del riachuelo de Vao y el río de Traba. Explica el científico que las diatomeas revelan que se trata de una formación lacustre continental y no marítima. Entre los juncales que la adornan se esconden especies ornitológicas únicas.
Datación
Formaciones geológicas con más de 295 millones de años de antigüedad.
Situación
Están a unos dos kilómetros de la playa de Traba, en Laxe.