Estudiantes de Malpica recrean el desastre del Prestige veinte años después
MALPICA DE BERGANTIÑOS
A través de voces testimoniales de la villa, crearon un vídeo documental que consigue poner el vello de punta
02 jul 2023 . Actualizado a las 12:17 h.63.000 toneladas de fuel vertidas, 2.980 quilómetros de costa afectados, 1.137 praias contaminadas, 230.000 aves afectadas. Con esta fuerza comienza el vídeo documental O Prestige, 20 anos despois, una creación del Equipo de Dinamización da Lingua Galega del IES Urbano Lugrís de Malpica. Es el resultado de un exquisito trabajo llevado a cabo por parte de alumnos y profesores durante el curso que acaba de terminar. Fue presentado en la Casa do Pescador con una gran acogida.
Los vecinos de la villa que vivieron el desastre son los protagonistas junto a la voz en off de las estudiantes Noa Varela y Eva Blanco. La atadora Adriana Reigía o el lobo de mar José Barizo, Castelao, le ponen emoción con los recuerdos vividos o mismo con lecciones sobre un sector en el que, desde aquel 13 de noviembre del 2002, muchos demostraron «non ter idea», como así se comenta en el proyecto, surgido en el curso en el que se celebró el vigésimo aniversario de la «maior catástrofe medioambiental vivida en Europa».
Rocío Romar, de Fornelos, Baio, ha sido la coordinadora. Ella también vivió la tragedia como vecina y desde el impacto en las aulas. Formó parte del movimiento Nunca Máis. En todo caso, destaca que fue una iniciativa «didáctica», sin «levantar ferida algunha», matiza, aunque por cómo se dieron los hechos al frente del litoral gallego, y más concretamente, en la Costa da Morte, resulte inexorable. «Para o alumnado é historia. Coñecían algo, pero non o viviron. Coa participación dos veciños resultoulles moi motivante», señala.
«Aquí mesmo tiña que estar o Prestige!», dice Castelao, desde un mirador al puerto. «Falaban de levar o petroleiro á Ría de Corcubión, pero coa banda danada, desfaríase enteiro cos golpes de mar. En cambio, en Malpica, por esas datas, o mar é unha balsa. Xa o dixen daquela», añade.
En el municipio, las Sisargas fueron uno de los principales escenarios de limpieza junto a la playa Area Maior, entre otros. «Nun percorrido a pe cara Santo Hadrián, atopeime un desastre. Foi algo que me comeu a alma», recuerda el maestro jubilado Jorge Alfeirán, sobre las imágenes que ya se observaron en las primeras jornadas desde que el navío emitió la señal de socorro «a só 28 millas de Fisterra», recogen en la filmación, con un resultado de calidad.
«A illa estaba chea de chapapote. Os homes botábanse e dáballe polo peito», recuerda Adriana, cuyo suegro tenía una embarcación con «nove homes». Fue la primera mujer en sumarse a las limpiezas realizadas en las Sisargas. «O seguro non me cubría, pero quixen ir. Facía o que podía, pero era unha cousa fóra de serie. Pensei que nunca se ía saír de alí».
«Douscentos soldados da Armada», llegaron a Area Maior, destaca Castelao, que añade: «Había unha capa negra de 20-30 centímetros de fuel».
Jairo Souto, ahora empresario, era alumno por aquel entonces: «Os barcos tiveron que parar de traballar. Uns homes reubicáronse, outros pasaron á construción. As aves aparecían mortas día si e día tamén. O pobo non daba abasto e apestaba». «Había pesimismo», comenta Adriana.
David Suárez iba a limpiar con los voluntarios cuando no trabajaba y «sen medios». «Foi o que nos empezou a dar vida», apunta Souto, que añade: «Hai cousas que aínda non chegaron a día de hoxe como os métodos anticontaminación».
«Non hai palabras de agradecemento para toda a xente que veu botar unha man», expresa la atadora. El «mar bravo» de la zona también ayudó.
«A normativa cambiou, pero aínda non é suficiente». «Aínda non somos conscientes do caro que nos saíu isto. Ímolo pagar durante anos». «Que non volva, non!». Son los últimos coletazos del cortometraje, que recoge, asimismo, el movimiento surgido en las escuelas a raíz de la catástrofe. Participaron estudiantes de segundo y tercero de la ESO.