Los chimpancés se curan sus heridas con plantas medicinales

redacción LA VOZ

CIENCIA

Un estudio revela que extienden los cuidados a otros congéneres, incluso con aquellos con los que no guardan parentesco

14 may 2025 . Actualizado a las 18:38 h.

Una investigación en el bosque de Budongo, en Uganda, ha revelado un comportamiento sorprendente entre los chimpancés: no solo se curan sus propias heridas, sino que también extienden ese cuidado a otros miembros de su comunidad, incluso a aquellos con los que no tienen parentesco genético. Estos hallazgos, publicados en la revista Frontiers in Ecology and Evolution, podrían ofrecer información crucial sobre las raíces evolutivas de la medicina humana y los sistemas de salud.

Si bien se habían documentado casos aislados de chimpancés ayudando a congéneres con problemas médicos en otros lugares, la persistencia de este comportamiento en las dos comunidades estudiadas en Budongo (Sonso y Waibira) sugiere que la atención médica entre estos primates podría ser mucho más común y socialmente extendida de lo que se pensaba anteriormente. Igual de sorprendente es el hecho de que para curarse utilizan plantas medicinales con propiedades cicatrizantes.

La doctora Elodie Freymann, de la Universidad de Oxford y autora principal del estudio, destacó la importancia de estos descubrimientos: «Nuestra investigación ayuda a esclarecer las raíces evolutivas de la medicina humana y los sistemas de salud. Al documentar cómo los chimpancés identifican y utilizan las plantas medicinales y brindan atención a otros, comprendemos mejor los fundamentos cognitivos y sociales de las conductas humanas en el ámbito de la salud».

El equipo de científicos dedicó cuatro meses a la observación directa de las comunidades de chimpancés, complementando sus datos con décadas de registros de vídeo y observaciones del Diccionario de los Grandes Simios, así como encuestas a otros investigadores. Identificaron diversas plantas utilizadas por los chimpancés para el cuidado externo, algunas de las cuales poseen propiedades químicas con potencial para mejorar la cicatrización de heridas, un uso que coincide con la medicina tradicional.

Durante el período de estudio, los investigadores registraron 12 lesiones en la comunidad Sonso y cinco en Waibira. Notablemente, también documentaron más casos de cuidado en Sonso, posiblemente debido a una mayor habituación de esta comunidad a la presencia humana.

Los científicos registraron un total de 41 casos de cuidado: siete dirigidos a otros individuos (cuidado prosocial) y 34 de autocuidado. Las conductas observadas incluían el lamido directo de heridas, el lamido de dedos seguido de presión, el frotamiento con hojas y la masticación de plantas para su aplicación directa. La doctora Freymann señaló que todos los chimpancés observados mostraron recuperación de sus heridas.

De los siete casos de cuidado prosocial, cuatro involucraron el tratamiento de heridas, dos la ayuda para liberar a otros de trampas (una amenaza significativa en Budongo, donde el 40 % de los chimpancés de Sonso presentan lesiones por ellas) y uno la asistencia con la higiene. Sorprendentemente, la atención no se limitó a familiares cercanos, ya que en cuatro ocasiones se brindó cuidado a individuos sin parentesco genético.

«Estos comportamientos se suman a la evidencia de otros sitios de que los chimpancés parecen reconocer la necesidad o el sufrimiento en los demás y toman medidas deliberadas para aliviarlo, incluso cuando no hay una ventaja genética directa», explicó Freymann.

Los investigadores enfatizan la necesidad de futuras investigaciones para comprender mejor los contextos sociales y ecológicos que influyen en este comportamiento de cuidado, así como los roles de los individuos que lo brindan y lo reciben. La alta prevalencia de lesiones por trampas en Budongo podría ser un factor que aumente la probabilidad de este cuidado mutuo, aunque se requieren más datos para confirmarlo.

A pesar de las limitaciones metodológicas, como el posible sesgo de observación debido a las diferencias en la habituación de las comunidades, este estudio pionero abre nuevas vías para comprender las raíces de la medicina y la cooperación social en nuestros ancestros evolutivos.