Los trabajadores del servicio de recogida de basura irán a la huelga

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas A CORUÑA

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El paro entrará en vigor el viernes, último día que habían dado de plazo a la empresa para subsanar los problemas de seguridad de la maquinaria y abonar las indemnizaciones pendientes

15 may 2019 . Actualizado a las 15:14 h.

Los trabajadores de Cespa, empresa filial del grupo Ferrovial que presta el servicio de limpieza viaria y recogida de basura en A Coruña irán a la huelga este viernes, día que habían fijado como fecha máxima para que la empresa intentase subsanar los incumplimientos del convenio colectivo respecto al pago de indemnizaciones pendientes. Desde STL, sindicato mayoritariom reconocen que hasta la fecha no se ha procedido al pago de estas indemnizaciones, aunque reconocen que sí se han efectuado ciertas mejoras en la maquinaria. 

El sindicato explica en un comunicado que los trabajadores se ven «obligados a convocar una huelga indefinida para reivindicar y hacer efectivos los derechos de nuestro convenio colectivo». Además del «riesgo para la salud y seguridad de la plantilla» que implica el mal estado de las máquinas, desde STL ponen el foco en los incumplimientos del convenio, tales como el abono de las indeminzaciones por incapacidades, muerte o accidente. 

Para evitar la huelga de los trabajadores del servicio de recogida de basura y limpieza viaria, el gobierno local ha impulsado un proceso de mediació a través del Consello Galego de Relacións Laborais para intentar solucionar las diferencias entre Ferrovial y sus trabajadores. «Como até agora non foi posible achegar as posturas, o goberno local abre unha nova vía no proceso, coa mediación do Consello Galego de Relacións Laborais, que ten ampla experiencia e competencias para intervir neste tipo de conflitos, nun servizo ademais que afecta a toda a poboación do municipio», señalo la concejala de Medio Ambiente, María García, que además pidió a las partes que «confíen na experiencia do consello e que poñan toda a súa boa vontade para acadar unha solución que garanta o cumprimento do convenio».

Un conflicto enquistado

A principios de mes, la ciudad acumuló toneladas de basura en sus calles después de que los trabajadores decidiesen de manera unánime no salir al considerar que los camiones no reunían las condiciones necesarias de seguridad para hacerlo.

En aquel momento el secretario general de STL, Miguel Ángel Sánchez, exigió al gobierno municipal «que se moje y haga lo que tenga que hacer para instar a la empresa a solucionar el problema». Los trabajadores dieron de plazo hasta el 17 de mayo para que Cespa cumpliesen con todos los puntos del convenio, tanto con la mejora y reparación de las máquinas como con las indemnizaciones a los compañeros lesionados y a la viuda e hijos del fallecido en un accidente. 

Desde Cespa aseguraron que las incidencias que se comunicaron «son de baja importancia y se resuelven de forma inmediata, no impidiendo en ningún caso el desarrollo normal del servicio».

Acuerdo con Albada para que la empresa non pueda reducir las condiciones laborales

El gobierno local llegó a un acuerdo esta mañana con los trabajadores de Albada, concesionaria de la planta de tratamiento de residuos de Nostián para que el próximo contrato con la empresa incluya las cláusulas sociales y laborales que exigían los trabajadores, entre ellas que la concesionaria «non poida minorar unilateralmente nin as condicións laborais nin sociais dos traballadores» y que se mantenga el empleo durante todo el tiempo que dure la concesión.

Además, la empresa tendrá que mantener un número mínimo de empleados, que se establecerá en la oferta inicial y non se podrá alterar, y estará obligada a cubrir todas las bajas laborales. Los pliegos especificarán también que, en caso de que se prevea un incremento del personal, Albada deberá contar con la bolsa de personal eventual que trabaja de manera recurrente y continuada durante los últimos dos años.

El comité de empresa de Nostián había convocado una huelga indefinida a partir del 21 de marzo, que finalmente no se llevó a cabo una vez que el gobierno local se comprometió a crear una comisión para mediar en el conflicto. El paro tenía su origen en la negativa de la empresa a aceptar esas mejoras -entre ellas un aumento salarial del 3 %-. La propuesta de la empresa pasaba por congelar las condiciones de la plantilla en el nuevo convenio, renunciando a aplicar la reducción de costes salariales del 10 % -unos 600.000 euros- que anunció el año pasado después de que Arteixo decidiese dejar de llevar sus residuos a Nostián.