Exigen al Ayuntamiento de A Coruña el derribo de la casa okupa en ruinas de Pintor Román Navarro

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La Agrupación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto pidió al gobierno local que proceda a una inspección urgente

17 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El número 6 de Pintor Román Navarro es una casa de una planta que por fuera da miedo y por dentro es de suponer que da incluso más. A veces la puerta tiene una cadena con un candado y a veces no. Los okupas que la controlan venden droga por temporadas. Hay semanas que la tienen como segunda residencia o refugio cuando son desalojados de otra calle de Monte Alto. Y los que viven o trabajan por los alrededores llevan mucho tiempo cansados de la impunidad con la que se mueven.

Ahora que se sabe que algunos de los que salieron la semana pasada de la calle Washington se metieron ahí, fue la Agrupación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto la que movió ficha. Este viernes, los responsables de este colectivo entregaron en el Registro municipal una solicitud al gobierno local para que proceda a inspeccionar de manera inmediata la casa okupa de la calle Pintor Román Navarro. Este inmueble en estado ruinoso concentra desde hace años todas las miradas ante los problemas de inseguridad que genera en la calle de la Torre. 

Perteneció a una iglesia

El inmueble, ubicado en una vía que se conoce más como estrecha de la Torre que Pintor Román Navarro, a escasos 100 metros del Campo da Leña, perteneció hace decenios a una confesión religiosa y desde hace años a una banda de traficantes que la okuparon. Desde entonces, funcionó como narcocasa, según denuncian los vecinos y comerciantes de la zona.

En la petición entregada este viernes en el Ayuntamiento, la Agrupación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto se expone que la inspección por parte de los responsables de Urbanismo es necesaria «por el peligro inminente de derrumbe». Añade la carta que en esa casa «se vienen ejerciendo actividades ilícitas, como venta de estupefacientes, de las cuales son conocedores el Ayuntamiento y la Policía Local».

Ese inmueble es continuamente visitado por agentes tanto del 092 como del 091. Ya sea para identificar a los que entran o salen, como para evitar peleas o altercados o resolver robos. Residentes en la zona llevan años quejándose de la inseguridad, que ese inmueble de planta baja y un piso es un foco de criminalidad. «Los traficantes llevan años utilizando esta ruina. Lo hacen por temporadas. Cuando se desaloja un narcopiso en el barrio sabemos que se vienen para esta casa. Ocurrió cuando la policía echó a los okupas de la calle Faro y a las pocas horas se encerraron aquí. Y ahora, después de lo que pasó en la calle Washington, lo mismo. Creemos que lo tienen como refugio», asegura un vecino. 

Alarma social

«Las condiciones de edificio son ruinosas, con enganche de luz ilegal, el cual ya ha originado un incendio en una ocasión, insalubridad e inseguridad ciudadana entre los vecinos, lo que está generando una gran alarma social», concluye el escrito presentado por la Agrupación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto. 

Una vía ciega con casas ruinosas, droga y tierra en lugar de asfalto

Más de un decenio llevan los vecinos y comerciantes padeciendo la presencia de okupas en esa pequeña calle sin salida que no mide ni cien metros. En el 2013, un edificio abandonado sufrió un incendio que a punto estuvo de afectar a los inmuebles colindantes. Fue provocado por los okupas. Hasta cuatro focos encontraron los bomberos.

«Esto es como una ciudad sin ley». Así resume uno de los vecinos de la calle del Pintor Román Navarro la situación de la zona desde hace mucho tiempo. Por los okupas, por la venta de droga y por el abandono de ese vial ciego con la calzada irregular.

Hay varios edificios en estado ruinoso, vertederos incontrolados, okupas que van y vienen y asfalto en dos niveles. Los residentes están hartos y demandan tanto a los propietarios de los inmuebles como al Ayuntamiento que se pongan manos a la obra y adecenten la zona.

Los residentes de esta pequeña calle oculta en el barrio de Monte Alto (una bocacalle de la de la Torre) demandan unas mejoras que consideran totalmente justas y que arrastran años de atraso.

Uno de ellos apela al agravio comparativo de un enclave próximo. «En la zona de las Atochas —situada más abajo— se arreglaron todas las calles», denuncia.