La cantante italiana residente en Oleiros ya tiene el verano completo de conciertos y bolos
04 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Su nombre se ve cada vez más en los carteles de las fiestas. Por ejemplo, hace unos días fue una de las artistas que se subió al escenario en Los Rosales. «Entre verbenas, eventos, festivales y bodas tengo el verano completo», asegura Nunzia Giannotta, natural de Massafra, Taranto, en la región de Puglia, más o menos al inicio del tacón de la bota de Italia. ¿Qué hace esta italiana de 33 años por las romerías gallegas? «Conocí a mi marido de Muxía en un pub de Florencia», resume con un español muy bueno y un marcado acento de su país con una curiosa incorporación de palabras gallegas. Charlamos en el bar A Cabana do Chopo en el barrio de las Flores, muy cerca del local donde ensaya. Me cuenta los detalles de su conexión gallega. «Fue una casualidad. Llegó a Florencia y le perdieron una maleta. Él es electricista industrial e iba a hacer un trabajo para Inditex. Le dijo a los de su equipo que si aparecía la maleta los llevaba de fiesta. Apareció y fueron al pub donde yo cantaba. Como era muy tímido lo tuve que cortejar. Un mes después me pidió matrimonio y nos casamos en mi tierra al año siguiente. Nos quedamos a vivir allí y lo agradezco porque desde los 16 años llevaba fuera de casa. Además pude acompañar a mi abuelo en sus últimos meses de vida. Ahora llevo casi cuatro años en Perillo. Estoy muy contenta y tengo una hipoteca de 35 años. Pero no me veo aquí toda la vida, tampoco en Italia», reflexiona sonriente.
El local de Flavio Briatore
Me habla del lugar donde nació, de su famoso puente y el castillo Aragonés vinculado a España. Desde muy joven, Nunzia quería ser artista. «Con 15 años iba a concursos de televisión y a festivales. Precisamente gracias a uno gané un curso para estudiar canto en Florencia. También hice una gira y trabajé con una banda en Cerdeña, en un restaurante de Flavio Briatore. Es una pasada. Vi a Madonna o a Richard Gere. Porto Cervo es súper caro, llegué a pagar 25 euros por un bocadillo no muy grande», confiesa. Cree en las casualidades como la que le trajo a Galicia. «Nos conocimos un 12 de enero, yo nací un 12 de abril, mi marido de Muxía (siempre lo cita así) el 12 de julio, y me pidió la mano el 12 de febrero, no pudo esperar a San Valentín», asegura.
Sus maestros de Oleiros
Lo suyo son las versiones de grandes temas del rock, pero se atreve con lo que sea. «En Italia cantamos mucho en inglés. La gente me decía que mi repertorio no iba a encajar aquí. Si es una boda o algo similar tocamos pop internacional y español, dance y rock and roll. La que más me piden de mi país, con mucha diferencia, es L'italiano de Toto Cutugno. Hacemos una versión única». Su grupo se llama The Nunzias's (un juego de palabras) y se presenta con más o menos componentes según el presupuesto. También colabora con el músico coruñés Jacobo Paz y el proyecto Nunzia y Dos mundos. Hace nada lanzó un single, Por las Calles, y pronto sale otro, Cicatrices. Me cuenta la curiosa y entrañable manera de cómo aprendió a cantar clásicos de Lola Flores, Rocío Jurado o Luz Casal. «Cuando acabé la pandemia quería reinventarme y sentirme útil. A través del Concello de Oleiros trabajé en una empresa de ayuda a domicilio. Estaba con cinco ancianitos, los aseaba, les ayudaba con sus tareas y ellos me enseñaron a cantar los clásicos españoles», recuerda emocionada. Me muestra una foto de cuando pesaba 11 kilos más. «Era una albóndiga. Ahora me mantengo en forma en el gimnasio Alinea de Perillo. En el tiempo libre veo vídeos de mis actuaciones para corregir defectos. Y me gusta mucho cocinar. Hago una lasaña que te... El polpettone es mi plato italiano favorito. Le encanta a mi marido de Muxía. De la comida de aquí me vuelve loca el churrasco», confiesa esta extrovertida italiana afincada en Perillo que cantaría una y otra vez el Back to black de Amy Winehouse.