Entre Nós (Arteixo): esencia y sabores venezolanos en platos caseros sin pretensiones

La primera devaluación del bolívar venezolano en el 2018 pilló a Rosa Mary Galán y a su marido, Henry Correa, de vacaciones por tierras coruñesas. Ante esa situación, algo hizo clic en sus cabezas y los animó a dejar atrás la vida que llevaban en su país natal y lanzarse a la aventura de emprender como hosteleros en Arteixo. «No sé si estamos un poco locos, pero nos lanzamos. A los dos nos gusta la cocina y el buen comer, pero no teníamos experiencia en el sector —ella es informática y el abogado—. Estuvimos buscando hasta que surgió este local», señala la parte femenina de Entre Nós, un negocio en el corazón de Arteixo desde el que pretenden dar a conocer la gastronomía venezolana que corre por sus venas. «Queremos que la gente conozca Venezuela a través de sus sabores, que la descubra a través del paladar. La nuestra es una cocina venezolana casera, sin pretensiones, para que la gente se sienta como en el comedor de nuestra casa», añade. 

En su carta no faltan las arepas, las cachapas y las empanadas, el trío de bocados más emblemáticos del país que completan con diferente variedad de rellenos, desde la tradicional reina pepiada (con pollo, aguacate, cebolla morada, cilantro y mayonesa), a la pelúa (con carne mechada y queso gouda), pasando por la de guiso de cazón, una propuesta poco habitual a base de pescado llena de sabor. «Las arepas las hacemos fritas, pero si nos las piden asadas, no hay problema. La reina pepiada la preparamos al momento para evitar la oxidación del aguacate y que no cambie el sabor. Costó que la gente se animara a probarlas, pero ahora es la gran triunfadora. Intentamos explicar muy bien cada plato para que la gente que desconoce nuestra cocina no se lleve sorpresas y acierte con lo que pide», comenta con orgullo. 

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El otro gran reclamo son las propuestas caseras y tradicionales. Tienen siempre disponible el pabellón criollo, el plato nacional por excelencia, con carne mechada, arroz blanco, alubias negras, tajadas (plátano maduro frito) y arepitas, y también el asado negro, «el único plato de la gastronomía popular venezolana, de la Caracas mantuana, catalogado de alta cocina por la cantidad de pasos que tiene». Para lograr una carne blanda y una salsa cargada de sabor y aterciopelada marinan una pieza de redondo de ternera en vino y especias durante toda una noche. Después la impregnan en panela para dorarla, logrando así el color oscuro que da nombre al plato. Preparan también una salsa llena de verduras (cebolla, puerro, pimiento, ají dulce…) que licúan posteriormente y en la que terminan de cocinar la carne. Por encargo ofrecen también Sancocho cruzado, una sopa con carnes de ternera, cerdo y pollo y en la que tubérculos tan poco habituales aquí como el ñame o la yuca le aportan unos matices que sorprenden en el paladar. 

Cuentan con una bandeja degustación con «un poco de cada cosa» que permite descubrir varios platos en versiones mini y que acompañan de unas deliciosas salsas entre las que destaca una picantita que prepara Henry que hará las delicias de los amantes de los contrastes.

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Disponen también de raciones individuales de los rellenos para llevar, así como algunas bebidas y postres que son pura esencia venezolana. El papelón, una especie de limonada, y el golfeado, un roll dulce, son merecedores de prueba.

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