¿Por qué las niñas no juegan en las pistas de baloncesto y «skate» de Cuatro Caminos?

VIVIR A CORUÑA

Jóvenes jugando en la nueva pista de baloncesto del barrio de Cuatro Caminos.
Jóvenes jugando en la nueva pista de baloncesto del barrio de Cuatro Caminos. EDUARDO PEREZ

La apuesta por deportes más masculinizados y la falta de seguridad son algunas de las razones que lo explican

30 jul 2023 . Actualizado a las 10:55 h.

La nueva cancha de baloncesto y la de skate de la plaza José Toubes Pego son un rotundo éxito. Niños y adolescentes -más ahora en tiempo de vacaciones- y jóvenes más talluditos las llenan desde por la mañana a la tarde. Lo cierto, estos espacios respondieron a una demanda vecinal, que exige para el concurrido barrio de Cuatro Caminos más zonas verdes y recintos públicos. Sin embargo, el uso de estas pistas está descompensado. Las niñas casi no las están utilizando. 

Este fenómeno no se circunscribe al recinto recién estrenado. Un recorrido por el resto de pistas deportivas al aire libre del resto de la ciudad permite observar la constante. La cancha de baloncesto del Parque Europa, las pistas del parque de Santa Margarita o las áreas para practicar calistenia, que hay en varios barrios de la ciudad, están siendo utilizadas mayoritariamente por personas del sexo masculino. Solo en la céntrica plaza de Pontevedra, donde los adolescentes acostumbran a ir con el skate, hay una presencia femenina más equilibrada. 

Los jóvenes que estaban utilizando los recintos de Cuatro Camino el pasado miércoles no supieron explicar el motivo de la diferencia de representación, ni las adolescentes que estaban sentadas en las pistas mientras sus amigos o novios estaban jugando con un patinete. Tampoco encontraron una razón las madres que había ese día en la cancha de baloncesto. Sin embargo, dos de ellas, que estaban allí al cuidado de sus hijos menores, sí que aportaron una reflexión que puede explicar el desequilibrio. «Es raro que haya pocas niñas, en el colegio los equipos son mixtos», contó una de ellas. Es decir, la igualdad se consigue antes en entornos reglados. 

Quizá sin saberlo, ambas madres expusieron uno de los motivos que no invita a las niñas a hacer ejercicio en estos ambientes. «A las mujeres les suscita mayor seguridad realizar deporte en lugares que están sometidos a un mayor control organizado, donde el sentido de la inseguridad es menor», relata David Moscoso, catedrático de sociología del deporte de la Universidad de Córdoba. En concreto, dice el experto, existe casi el doble de mujeres que de hombres que practican deporte dirigido, 47 % y 25 %, respectivamente. «Los gimnasios son los espacios de seguridad de las mujeres», sentencia.

Más allá del recinto, el propio deporte es un factor diferenciador entre géneros. «En el caso de los hombres ofrece elementos de masculinidad que son muy valorados, y en caso de las mujeres tiene una recompensación menor», cuenta Raquel Martínez Buján, profesora de Socioloxía de la UDC. En este sentido, Moscoso señala que el deporte siempre ha penalizado la presencia de la mujer por «la construcción de estereotipos que estigmatizaban la transformación física del cuerpo de la mujer a través del deporte, tachando habitualmente a la mujer de masculinizada, no cumpliendo así el ideal cultural de cuerpo delicado, débil y poco musculoso».

¿Qué hacer para evitarlo?

La nueva pista de skate de Cuatro Caminos.
La nueva pista de skate de Cuatro Caminos. EDUARDO PEREZ

El catedrático de sociología del deporte tiene claro que cuatro décadas de democracia y una experiencia larga de educación física obligatoria no han logrado superar ese estigma cultural. Sin embargo, la relación entre la mujer y el deporte ha cambiado desde el momento en que practicarlo es un crédito de mayor salud. Así, la última Encuesta de Hábitos Deportivos en España revela que el 63% de los hombres practican deporte, once puntos por encima que las mujeres. «Una diferencia que es mucho menor con respecto a lo que lo era en 1980 y 1990, cuando suponía 16 puntos entre ambos», sentencia el profesor. 

Así, una de las calves para favorecer que las mujeres hagan más deporte en espacios públicos es invirtiendo en disciplinas más feminizadas. La profesora de la UDC señala que en el caso de las pistas de Cuatro Caminos da la casualidad que tanto el baloncesto como el skate son actividades masculinizadas, pero al mismo tiempo se alegra de que «no hayan puesto una de fútbol». David Moscoso, por su parte, sugiere que el senderismo urbano y bicicleta de montaña periurbana, pilates, taichí, yoga o patinaje, «pueden ser más exitosas para atraer el interés de las mujeres».

No obstante, el catedrático de la Universidad de Córdoba entiende que la mejor solución para revertir la descompensación es que desde la administración municipal y los clubes de la ciudad se incentive el deporte organizado en espacios públicos. «Se debería ofertar actividad al aire libre en zonas abiertas con monitores y monitoras adscritos a los servicios deportivos, para que desde niñas las personas fueran normalizando estas actividades y, a edades maduras, lo hubieran consolidado como hábito», apunta. «También resultaría útil dotar de ciertos elementos de seguridad, como policía local o guardas de seguridad, en estos espacios, para que las mujeres que quieran realizar deporte en ellos se sientan más seguras», añade.