Celia Pérez, neuróloga: «Estoy ilusionada con el nuevo fármaco, han sido años de decir "no hay nada contra el alzhéimer"»

VIVIR A CORUÑA

Celia Pérez, neuróloga del Chuac y especialista en el tratamiento del Alzheimer.
Celia Pérez, neuróloga del Chuac y especialista en el tratamiento del Alzheimer. Y.G.

Un nuevo medicamento llena de esperanza a profesionales sanitarios y a pacientes afectados por la demencia

06 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de A Coruña (Afaco) celebra este año sus tres decenios de historia con el congreso 30 años de memoria y esperanza: avances y desafíos en el alzhéimer, que tendrá lugar el 27 y 28 de noviembre. Unas fechas en las que los pacientes estarán a la espera de la pronta entrada de un nuevo fármaco muy esperanzador para el tratamiento de la enfermedad.

—¿Cuál es este medicamento?

— Lecanemab es el que está aprobado. Son anticuerpos monoclonales que lo que hacen es atacar el amiloide, que es la proteína que se agrega en los cerebros que tienen alzhéimer. Esa proteína empieza depositándose entre las neuronas, haciéndolas funcionar mal y en su estadio final, provocando la muerte neuronal.

—¿Cuando llegará?

—Está aprobado en Estados Unidos. A la EMA, la Agencia Europea del Medicamento, ya se presentó pero no pasó un primer control. Dijeron que planteaba un tema de seguridad respecto a efectos adversos. Se pidió una revisión y acabaron aprobándolo, excluyendo un determinado grupo de personas que pueden ser más vulnerables por un gen que aumenta el riesgo de desarrollar hemorragias e inflamación cerebral. Pasado este filtro, ahora se está negociando el precio e indicaciones en el ministerio.

—¿Se introducirá igual en todo el continente europeo?

—El país que antes saca el medicamento suele ser Alemania. Lo que ocurre es que una vez que se esté dispensando allí, cualquier paciente de aquí lo podría solicitar por medicación extranjera. Entonces podríamos hablar que a lo mejor en seis meses lo podríamos tener.

—¿Para quién está indicado?

Para personas con alzhéimer temprano. Fases de predemencia, donde empieza a haber un deterioro cognitivo, a lo mejor una pérdida de memoria.

—¿Es solo para el alzhéimer?

Sí, de hecho hay que confirmar que la demencia del paciente es por alzhéimer. Pero ahora hay una revolución en diagnóstico y ya se hacen biomarcadores, incluso en sangre, que permiten saber que ese deterioro cognitivo está ocasionado por alzhéimer.

—¿Es optimista?

Estoy expectante, ilusionada porque son muchos años de decir «no hay nada». También me dedico a tratar la ELA, que todavía es más frustrante y más complicada, y parece que me dedico a dos patologías donde llevo años diciendo «no hay nada, la investigación va lenta, son enfermedades muy complejas....». Entonces, por fin me encuentro con que, tantos años después, hay algo que realmente va a lentificar la fase leve de la enfermedad. ¿Qué va a suponer a largo plazo? Pues no lo sabemos porque todavía no tenemos largo plazo en estos tratamientos. Entonces ahí volvemos a ser prudentes. ¿Qué va a significar? Que los pacientes van a permanecer en fase leve.

—¿La idea es que la fase leve se alargue hasta la defunción?

La idea es que los pacientes tarden muchos años en pasar a esa fase avanzada. Pero bueno, estos tratamientos tampoco prolongan muchos años. Prolongan respecto a los pacientes que no se tratan. Como siempre, luego se verá en la vida real, como le pasa siempre a los fármacos.

—¿Estamos hablando de una cura como pasó con los nuevos fármacos que tratan la hepatitis C?

No se puede comparar. Esto es completamente novedoso en neurodegeneración, donde existe muy poco tratamiento farmacológico. Esto es algo completamente diferente, el medicamento va al mecanismo que provoca el daño neuronal. Se va a llevar esa proteína amiloide anormal. Entonces esperamos ahí sí ver un antes y un después.