César Jul, peluquero canino: «No se debe rapar el pelo a los perros. Es el último recurso»

VIVIR A CORUÑA

El especialista explica que el cuidado del manto en los animales es tan importante como sacarlos a la calle o alimentarlos correctamente
31 ago 2025 . Actualizado a las 19:03 h.A veces se piensa que llevar a los perros a la peluquería es solo una cuestión estética, pero en realidad es un cuidado esencial para su salud y bienestar. César Jul, peluquero canino en Elliot'sBark, situado en la coruñesa calle Álvaro Cebreiro, cuenta con más de diez años de experiencia. Y explica cómo el corte, el baño, el cepillado o incluso la hidratación de las almohadillas influyen directamente en la calidad de vida del animal. Desde la importancia de mantener las uñas a raya, hasta por qué rapar puede considerarse una forma de maltrato, Jul desmonta mitos y ofrece claves prácticas para un mantenimiento responsable.
—¿Con qué frecuencia es recomendable llevar a un perro a la peluquería?
— Una vez al mes sería lo mínimo recomendable, sobre todo en perros que tengan un trabajo de pelo, que necesiten arreglos y mantenimiento. Pero en los perros de pelo corto también es recomendable que vengan una vez al mes.
—¿También es recomendable bañarlos una vez al mes?
— Sí, una vez al mes me parece lo mínimo en una raza, por ejemplo, de pelo corto. En una raza de pelo largo o de pelo rizo, como un caniche que tiene mucho trabajo de mantenimiento, incluso te diría que una vez cada dos semanas sería lo ideal.
—¿Cómo suelen reaccionar los perros cuando vienen a la peluquería?
— A ver, hay muy pocos perros que realmente sean imposibles de trabajar. Muy pocos me he encontrado yo en este tiempo, en estos diez años. Alguno hay. A veces, los perros que vienen de una protectora, que están traumatizados por sabe Dios qué, pues son animales muy sensibles que llevan mal la manipulación. Cualquier signo de estrés es mucho para ellos. Pero, por lo general, un perro que vive en ciudad, como la mayoría de los que vienen aquí, está bastante habituado a la manipulación, a la socialización, a estar con personas que no conoce y a ver personas nuevas.
—¿Es recomendable cortar las uñas en casa o mejor dejarlo en manos de un profesional?
—Podéis y debéis. El tema de las uñas es muy importante mantenerlo a rajatabla porque, al final, es un punto de apoyo del perro. Si no mantenemos las uñas a raya, ese perro no va a poder apoyar bien sus almohadillas en el suelo. Es como si nosotros anduviésemos en tacones todo el rato. Por eso es muy importante, porque no es meramente una cuestión estética, es una cuestión de salud.
—¿Qué consecuencias puede tener no cortar las uñas a los perros?
—Va a tener consecuencias a nivel de articulaciones porque el perro no camina cómodo, no puede hacer un buen apoyo de las almohadillas en el suelo. La medida es que la uña no toque el suelo. Cuando el perro está de pie, lo importante es que la uña no roce en el suelo. Por ejemplo, no deberían hacer mucho ruido. Lo suyo sería que, en estático, esa uña no llegue a tocar el suelo.
—Las almohadillas a veces se agrietan, ¿qué recomiendas para mantenerlas en buen estado?
—Hay cremas a base de ceras naturales. Y es importante mantenerlo sobre todo en perros de ciudad, porque caminan prácticamente todo el tiempo sobre asfalto. En verano, sobre todo, porque el asfalto está más caliente y eso les reseca muchísimo, incluso les puede provocar quemaduras. Hay que tener en cuenta que las almohadillas son una vía de transpiración del perro. Ellos regulan su calor corporal a través de las almohadillas y del jadeo. Pero, de todo el cuerpo, es a través de las almohadillas.
—Cada vez se ven más perros en redes sociales con zapatos, ¿realmente son útiles para evitar el daño de las almohadillas?
—Depende de las circunstancias. En realidad, si aplicamos un poco el sentido común, no debería de hacer falta. Ese tipo de accesorio solo lo recomiendo cuando hay una lesión. Por ejemplo, si la almohadilla tiene un corte o hay una lesión. Pero de manera habitual, con la hidratación de la almohadilla debería ser suficiente.
—Centrándonos en el tema de los cortes. Algunos dueños prefieren rapar al perro entero para evitar visitas frecuentes a la peluquería. ¿Es una buena idea?
—Hay que desterrar el rapar de la peluquería canina. No se debe hacer, el el último recurso. Rapar a un perro o rasurarlo lo hacemos cuando no queda otro remedio, cuando el perro no ha venido a un mantenimiento, han pasado muchos meses y tiene un nivel de nudos tan grande que se convierte en una especie de coraza y no hay forma de desanudarlo. Además, eso sería un sufrimiento terrible para el perro. Entonces, en esos casos no queda otra que rasurar al animal, pero nunca se debería llegar a ese paso. Es decir, tenemos que tener en cuenta que eso también es una forma de maltrato animal. Si tienes un perro, tienes que mantener los cuidados que necesita ese animal. Si es un perro de pelo largo, requiere cuidados de peluquería y tú tienes que ser consciente de que necesita una regularidad. Si no, acabaremos en ese punto, y ese punto no es bueno para la piel del perro.
—Más allá de la peluquería, ¿qué importancia tiene el cepillado diario en casa?
— Es esencial en los perros de pelo largo. Los tutores de animales de pelo largo tienen que ser conscientes de que, cuando adquieren esa responsabilidad de tener un perro de este tipo de raza o un perro mestizo con este tipo de pelaje, da igual, tienen que asumir la responsabilidad de atender ese mantenimiento del manto. Igual que alimentarlo o sacarlo a la calle, es lo mismo. Es un cuidado que hay que mantener.
—En los perros de pelo corto, ¿cómo es el mantenimiento básico?
—Es un trabajo más rápido, pero también son perros que tienen sus necesidades igual que el resto. Sí que es más fácil, por ejemplo, para un propietario hacer ese mantenimiento a nivel doméstico. Básicamente, en un perro de pelo corto lo único que hacemos es retirar el pelo muerto con una manopla de goma y luego se baña. O sea, cepillar, bañar y secar. Alguien que no tenga un manejo profesional de lo que es la peluquería canina lo podría hacer.
—Luego están los perros de pelo duro. ¿Lo mejor para ellos es la técnica del stripping?
—Sí, es una técnica que se está haciendo más porque hay más información y más conciencia sobre lo que es el stripping y lo que son las necesidades de un perro de pelo duro. Es un método que va más allá de lo estético, es una cuestión de regeneración del pelo y de salud para el perro.
—¿En qué consiste?
—El pelo tiene una vida determinada, y cuando se queda aferrado a la piel durante mucho tiempo, se deteriora. Entonces, hay que arrancarlo manualmente para que pueda regenerarse, porque el perro no puede quitarlo. Se arranca para conseguir regenerar el manto y que el nuevo pelo que viene detrás tenga la misma textura y las mismas características que el anterior. En los perros con este tipo de pelo, si utilizamos la máquina estaríamos estropeando el manto y la piel comenzaría a generar mucho más pelo.
—Esta técnica, ¿es dolorosa?
—Es una técnica que hay que saber aplicar. Por eso, a diferencia de los animales de pelo corto, un tutor no la puede llevar a cabo en casa. El stripping es una técnica que hay que aprender, hay que saber usar las herramientas y hay diferentes métodos de aplicación. Entonces, siempre recomiendo ponerlo en manos de un profesional.
—Si se lleva al perro de forma regular a la peluquería y se le cepilla a diario, ¿soltará menos pelo en casa?
—Por supuesto que sí. Ir a la peluquería y hacer un deslanado más profundo va a ayudar a que tire mucho menos pelo.