Estefanía Estévez, adiestradora en un hotel canino: «Para los perros es muy importante entender la rutinas. Cuando lo hacen, se relajan»

VIVIR A CORUÑA

Estefanía Estévez, adiestradora canina en el hotel y guardería Canine Mera Club.
Estefanía Estévez, adiestradora canina en el hotel y guardería Canine Mera Club. MARCOS MÍGUEZ

Este tipo de establecimientos ofrece un gran servicio para que las tutoras puedan compaginar el cuidado de sus mascotas con sus vacaciones estivales

27 jul 2025 . Actualizado a las 09:42 h.

Durante el puente del Día de Galicia que ya casi llega a su fin, el hotel y guardería Canine Mera Club alcanzó su máxima capacidad al gestionar hasta 65 perros, una cifra que refleja el notable crecimiento de este sector. Estefanía Estévez, adiestradora canina del centro, señala cómo la creciente incorporación de perros en las familias ha impulsado la demanda de servicios especializados que combinan cuidado, educación y bienestar animal. Establecimientos como este requieren de profesionales preparados para atender las diversas necesidades de cada animal. En esta entrevista, Estefanía comparte su experiencia sobre el trabajo diario con perros de diferentes razas y temperamentos, los retos que plantea la gestión de grupos numerosos y la importancia de adaptar las rutinas y espacios para garantizar una estancia segura y tranquila para las mascotas.

— ¿Qué te motivó a formarte en educación canina?

— Pues fue por mi perro, que es un husky. Son perros muy especiales en cuanto a comportamiento, y en A Coruña no encontraba un educador canino que supiera tratar bien con esta raza. Así que decidí formarme yo misma.

— Esa formación te llevó a trabajar en un hotel canino. ¿Cómo es trabajar todos los días con estos animales? ¿Es estresante?

— Bueno, lo más importante es conocerlos y entender cuáles son sus necesidades. Realmente no hay momentos estresantes. Estamos preparados para trabajar con perros. Quizás el mayor reto emocional al que te enfrentas como adiestrador es trabajar a tu propio perro, porque te toca más de cerca. Entonces, para trabajar a los perritos de los clientes nuestro estado emocional tiene que ser completamente tranquilo. Al final hay una pequeña distancia que evita que nosotros flaqueemos en ese punto.

— Este puente habéis estado a tope. ¿Cómo es la organización con tantos perros?

— Nosotros hacemos los grupos por afinidad y por tamaños. Todos los perritos pequeños van juntos siempre que sean afines y tengan un carácter similar y estén cómodos juntos. Y luego los grandes, pues lo mismo. Luego aceptamos también perritos que tienen dificultades con otros perros. Nosotros los cogemos igual, sea de la raza que sea, pero simplemente les dedicamos tiempo individual. Intentamos adaptarnos al máximo posible al carácter y a las necesidades de cada uno y a lo que le gusta.

— ¿Cómo suelen adaptarse estos animales?

— Hay perritos que se adaptan mucho más rápido que otros. Las familias que ya nos dicen que a su perro le cuesta separarse de ellos, entonces nosotros lo que siempre recomendamos, sobre todo cuando se van a quedar de hotel, es que los traigan a la guardería en algún momento unas poquitas horas o una tarde o una mañana, lo que les venga bien. Entonces, el animal ya nos va conociendo y vemos qué tal se sienten en cabaña. Si vemos que es necesario que venga un poquito más o que venga más veces, pues se lo vamos recomendando al cliente. En estos casos nosotros estamos pendientes. Pero todo se encamina cuando ellos conocen las rutinas. Para los perros es muy importante entender la rutina, es decir, ahora me toca un ratito en cabaña y luego ya salgo a patio, ahora entro a descansar y a comer y luego ya salgo a patio. Cuando empiezan a entender las rutinas es cuando ellos ya se relajan y dicen «ahora me toca descanso» y ya no tienen problema. Luego ya hay otro tipo de perros que el primer día ya entran en la cabaña y ya se ponen a dormir.

— ¿Qué vacunas deben tener los perros?

— Nosotros en cuanto a vacunas recomendamos la polivalente y la tos de la perrera. En cuanto a perros potencialmente peligrosos es obligatoria también la de la rabia mayor, pero luego son obligatorias las anuales, las que por obligación tenemos que darles según cartilla y demás.

— Y las perras, ¿deben estar esterilizadas?

— No, de hecho aceptamos a perras que puedan tener el celo. Lo que hacemos es que formamos las rutinas para que sea factible y que puedan también salir al patio. Hacemos los grupos de forma diferente para que realmente puedan disfrutar de todas las instalaciones. Por ejemplo, que no estén varios machos juntos y que pueda haber un conflicto por el olor.

— ¿Qué instalaciones y servicios ofrecéis en vuestro hotel y guardería canina para asegurar una estancia cómoda y segura para los perros?

— Nosotros ofrecemos el servicio de hotel y de guardería. En nuestras instalaciones tenemos tres patios diferentes: dos cubiertos y uno sin carpa, en donde tienen su sombra con árboles altos. Luego tenemos la piscina, que la utilizan tanto los perritos de hotel como los perritos de guardería. Las rutinas siempre las solemos preparar con la precaución de que sean en horarios en los que luego estén secos cuando se van a la cabaña, que tienen cámaras para que los tutores puedan ver a sus perros.

— ¿Cómo gestionáis la alimentación?

— Nosotros aceptamos cualquier tipo de alimentación, lo que quiera traer el cliente. Siempre procuramos que ellos traigan la alimentación habitual, más que nada para evitar problemas gastrointestinales derivados de un cambio de dieta de repente. Entonces, les pedimos que nos especifiquen exactamente cómo le dan la comida en casa, sea comida natural, sea lata, sea mezclado con lata, alimentación tipo barf... Luego, la opción que damos nosotros es que si hay algún cliente que se ha olvidado o no quiere traerle la alimentación, nosotros le damos pienso que tenemos nosotros. Una marca premium y que evite problemas gastrointestinales por el cambio de alimentación.

— ¿Cuál es la duración habitual de las estancias?

— Lo más habitual estamos hablando entre fines de semana, una semana, 15 días... eso suele ser lo más habitual. Y el mayor tiempo que ha estado un perro con nosotros, podemos hablar de 3 meses incluso, pero eso pasa de manera más esporádica.