Del estrellato al ostracismo en una semana: Karla Sofía Gascón se retira de la vida pública y guardará silencio

Javier Becerra
JAVIER BECERRA REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Karla Sofía Gascón
Karla Sofía Gascón CONTACTO vía Europa Press

Las declaraciones de Jacques Audiard, director de la película «Emilia Pérez», han sido la gota que ha colmado el vaso

08 feb 2025 . Actualizado a las 10:58 h.

Primero fue su anunciada ausencia en la gala de los Premios Goya, en donde el filme Emilia Pérez, que protagoniza, está nominado en la categoría de película extranjera. Después, las declaraciones de Jacques Audiard, director de la película, censurando y calificando de «inexcusables» sus viejos tuits de contenido racista y xenófobo. Y, más tarde, la decisión de la editorial Dos Bigotes de cancelar la reedición de su novela confesional Karsia. Una historia extraordinaria, publicada originalmente en México en el 2018. Esta secuencia de hechos, desarrollada en menos de 24 horas, ha llevado a Karla Sofía Gascón a dar un paso atrás y cambiar su actitud.

Si en los últimos días se defendía, mostrándose desafiante y asegurando que no era «nada de lo que toda esa gente se ha encargado de hacer creer a los demás», ayer decidía retirarse de la vida pública. Lo hizo saber mediante en un comunicado publicado en su página de Facebook: «Tras la entrevista a Jacques [Audiard], decidí, por la película, por Jacques, por el elenco, por el increíble equipo que lo merece, por la hermosa aventura que todos vivimos juntos, dejar que el trabajo hable por sí solo, esperando que mi silencio permita que la película sea apreciada por lo que es, una hermosa oda al amor y a la diferencia. Pido disculpas sinceras a todos aquellos que han resultado heridos».

Este es, por ahora, el último capítulo de la polémica que tiene a Karla Sofía Gascón en el centro de la diana. Ha pasado de ser una reverenciada estrella del cine con opciones de disputarle a Demi Moore el Óscar a la mejor actriz, a convertirse en una figura totalmente denostada. La misma industria que la aupó ahora le hace el vacío. Netflix, la distribuidora en Estados Unidos del filme, no solo la apartó de la promoción, sino que eliminó su imagen de la publicidad. El director explicitó su rechazo y valoró las consecuencias que para su trabajo tiene toda esta polémica: «Estoy pensando en cómo está haciendo daño a todas las personas que han trabajado tan increíblemente duro en esta película».

Además de la nominación de Karla Sofía Gascón, Emilia Pérez aspira a diez premios más en los Óscar que se fallarán el próximo 2 de marzo. Toda esta situación reduce prácticamente a cero las posibilidades de la actriz. Antes, el 16 de este mes, se celebran los Bafta, en donde Emilia Pérez también está nominada en 11 categorías, incluyendo mejor actriz. Lo que ocurra ahí supondrá un indicador de lo que pasará en la cita americana.

Pero, más allá de la película, a quien se le plantea un futuro profesional muy complicado es a Karla Sofía Gascón. Siempre la perseguirán los mensajes lanzados en esos tuits xenófobos, cruzados con los del odio que siempre aseguró haber sufrido a lo largo de su vida por la condición de mujer trans y su relevancia como icono LGTBI+. «Cuanto más me convierto en enemiga pública número uno para este tipo de gente, más placer siento por lo rabiosos que se ponen. Esos ataques son mi motor y mi alegría», decía en una entrevista publicada en La Voz el pasado diciembre.

Aquellos eran días de gloria para una actriz que tenía el foco sobre sí, desfilaba por el horario de máxima audiencia las televisiones americanas y surtía de titulares a la prensa escrita. Pero el pasado jueves 30 de enero la periodista canadiense freelance Sarah Hagi publicó un post en X que lo cambiaría todo. «Es una locura que Karla Sofía Gascón aún tenga estos tuits publicados. Sinceramente, nunca había visto tuits tan racistas de alguien que hace campaña activamente para ganar un premio Óscar», indicaba en él, incluyendo capturas de pantalla de los mensajes contra el islam y los árabes que encontró en la cuenta de Gascón.

El tuit se viralizó y dio pie a la búsqueda de viejos mensajes polémicos. Había muchos. Los comentarios que la actriz hizo en Twitter en el año 2020 y 2021 cargaban contra el islam, e incluso contra George Floyd. «Lo siento, ¿es solo mi impresión o hay más musulmanes en España? Cada vez que voy a recoger a mi hija al colegio hay más mujeres con el pelo cubierto y la falda hasta los talones. El año que viene en vez de inglés tendremos que enseñar árabe», decía en uno. Y no se quedaba ahí: «Cuántas veces más la historia tendrá que expulsar a los moros de España... todavía no nos hemos dado cuenta de lo que significa esta amenaza de civilizaciones que constantemente ataca la libertad y coherencia del individuo. No se trata de racismo, se trata del islam», posteó en otro.

«Si no batallo por el Óscar, significa que lo tiro todo, y no voy a permitirle ese lujo a quienes odian», declaraba a principios de semana en una entrevista con la CNN queriendo mostrar fortaleza. Pero su entorno ya se ha encargado de apartarla. Y ahora ella, vencida por la presión, ha optado por el silencio.