Las películas que demuestran el talento de Gene Hackman, el hombre común con un millón de matices
CULTURA
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El intérprete estadounidense, que falleció a los 95 años, representó como pocos al hombre estadounidense corriente, aunque nunca se encasilló en ningún papel en concreto. Repasamos su trayectoria desde «Bonnie y Clyde» o The «French Connection» hasta «Los Tenenbaums»
27 feb 2025 . Actualizado a las 18:13 h.Gene Hackman fue uno de los grandes currantes de Hollywood. Con decenas de películas a sus espaldas, y especialmente prolífico en los decisivos años 70 que marcaron un antes y un después en la industria estadounidense del cine, el actor fue siempre el hombre común por antonomasia. Con calva incipiente que le hizo desde muy joven parecer un hombre cualquiera de mediana edad, tenía esa rara cualidad de pasar desapercibido incluso a pesar de su gran altura —medía 1,87— y, al mismo tiempo, destacar por los matices que imprimía a cualquier papel que se le ponía por delante.
En sus cuarenta años de carrera en los que estuvo nominado al Óscar en cinco ocasiones y se llevó dos, Hackman siempre representó al americano promedio. No era guapo, pero había cierto atractivo común en su figura. Y a pesar de representar siempre al hombre corriente, resulta difícil encasillarlo. Fue sheriff, supervillano, convicto, trabajador del metal, héroe de guerra, viudo, comandante de submarinos, reverendo, entrenador de básquet o padre ausente de familia. Y en todos esos papeles consiguió desplegar claroscuros mucho antes de que otros intérpretes presumiesen de ello. Era el héroe que no siempre es el bueno, y el villano con carisma.
Hacemos un recorrido por las películas esenciales que permiten disfrutar de sus personajes grises y, por ello, tan reales.
«Bonnie y Clyde». 1967
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Fue el protagonista masculino de la película de gánsteres, Warren Beatty, quien pensó en él para interpretar al socarrón hermano del criminal Clyde Barrow, Buck. El galán había coincidido con Hackman en el rodaje de Lilith y había quedado impresionado con sus dotes actorales. No falló en su diagnóstico, ya que su participación en la inmortal Bonnie y Clyde le valió su primera nominación a los Óscar, como actor de reparto, cuando llevaba apenas un puñado de películas a sus espaldas.
«The French Connection». 1971
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El papel revelación de Gene Hackman llegó al poco de comenzar la época a la que le sacó más partido, esos 70 del nuevo Hollywood. En el destacado neo-noir de William Friedkin, Hackman interpretó a Popeye Doye, un implacable y tosco detective del departamento de narcóticos en Nueva York. Llevaba entonces doce filmes a sus espaldas y una segunda nominación a los Óscar, por Nunca canté para mi padre (I Never Sang for My Father). Pero fue con esta The French Connection con la que ganó su primera estatuilla a mejor actor protagonista.
«La aventura de Poseidón» («The Poseidon Adventure»), 1972.

En este modelo ejemplar de película de catástrofes, Hackman interpreta al personaje protagonista, el reverendo Frank Scott, dudoso de su fe en Dios y al que envían a una parroquia de África como castigo por sus ideas poco ortodoxas. Viaja allí en un lujoso y ficticio trasatlántico que, en mitad de la travesía, vuelca a causa de un tsunami. Se llevó el BAFTA por su interpretación del sufrido héroe de esta intensa historia.
«La conversación» («The Conversation»), 1974.
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Uno de sus papeles más aclamados fue en este influyente thriller de Francis Ford Coppola, levemente inspirado en un relato de Julio Cortázar. El filme se llevó el Gran Premio del Jurado en Cannes y el interés por el actor ya quedaba claro desde el mismo cartel de la película, que ponía su nombre con el mismo tamaño que el propio título. Hackman interpreta a un experto en vigilancia que se ve envuelto en la prevención de un crimen. El propio intérprete la considera de sus mejores actuaciones, aunque no le fue fácil. Según contó Coppola, estaba irritable durante el rodaje porque no conseguía meterse en el papel de Harry Caul, completamente opuesto a su carácter.
Fue uno de sus papeles más recordados de una ristra de grandes actuaciones en los años 70, como fueron Espantapájaros o La noche se mueve.
«Superman». 1978.

La película que casi le hace dejar la actuación. Hackman interpretaba al gran villano del superhéroe, Lex Luthor, y simultaneó el rodaje del primer filme del personaje interpretado por Christopher Reeve con el de su secuela. Después de eso, abandonó Hollywood durante varios años tras una década frenética. Pero solo fue un susto. Regresó a la actuación en 1981 con Barbara Streisand.
«Hoosiers». 1986
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Tras su regreso, no tardó en volver a encadenar una interpretación aclamada tras otra. Y uno de sus papeles más recordados vino en este drama deportivo donde da vida a un entrenador de baloncesto en un instituto en busca de redención. Una inspiradora historia que sale en cualquier lista de películas deportivas, y que le valió una nueva nominación en los Óscar en la categoría de mejor actor de reparto.
«Arde Mississippi» («Mississippi Burning»). 1988
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Volvió a ser nominado, esta vez a mejor actor, solo dos años después, por su interpretación del agente del FBI encargado de investigar la desaparición real de tres trabajadores activistas por los derechos civiles en Estados Unidos en una comunidad oprimida por el Ku Klux Klan. Su interpretación de un paleto sureño que habla hosco y de aspecto arrugado estaba llena de esos sutiles matices que le hacían uno de los grandes de la industria.
«Sin perdón» («Unforgiven»). 1992
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Clint Eastwood confió en Hackman para su revitalización de las películas del Oeste a través de esta obra maestra del western crepuscular. En ella, interpreta a un cruel sheriff de una localidad diminuta que se cruza con el protagonista. Destaca por su habilidad para hacer con poco un gran estudio psicológico del comportamiento sádico y brutal. No fue ninguna sorpresa que este papel le consiguiese una nueva estatuilla como actor de reparto.
«Los Tenenbaums: una familia de genios» («The Royal Tenenbaums»). 2001
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Su don para la comedia ya había quedado más que demostrado en películas como El jovencito Frankenstein, donde interpretó a un ermitaño ciego, o La jaula de pájaros, donde hizo el papel del senador republicano ultraconservador que descubre que su hija está comprometida con un hombre que tiene dos padres varones, uno de ellos drag queen.
Por eso, no es de extrañar que el ahora aclamado director Wes Anderson confiara en él para uno de sus trabajos seminales, donde ya dejaba clara su estética singular y tono absurdo e irónico. «Era un personaje escrito para él en contra de su voluntad», dijo el realizador. Finalmente, aceptó interpretar al padre ausente de la extraña familia de genios, y su aceptación del papel hizo más fácil que los productores pudieran convencer a una recua de estrellas de gran nivel. Desde esa, Wes Anderson tendría asegurado un elenco lleno de miembros del star system.