Bad Bunny admite que no actuará en Estados Unidos por miedo a las redadas migratorias: «El maldito ICE podría estar fuera del concierto»
CULTURA
La estrella de la música latina viajará con su gira por todo el mundo el próximo año pero evitará al país americano
11 sep 2025 . Actualizado a las 14:21 h.Bad Bunny está a punto de culminar su residencia de conciertos en su Puerto Rico natal. La estrella de la música latina ha ofrecido treinta actuaciones seguidas en un único recinto: el Coliseo de San Juan, conocido popularmente como El Choli. La serie de espectáculos, titulada No me quiero ir de aquí , sirve para presentar su álbum Debí tirar más fotos, un homenaje a su tierra en el que mezcla reguetón con ritmos clásicos como la salsa, la bachata y el merengue. En total, 400.000 entradas vendidas y 200.000 personas que han llegado a la isla en las últimas semanas para verle en directo. El impacto de su residencia puertorriqueña puede medirse en términos económicos: generará 200 millones de dólares, el equivalente al 0,15 % del PIB del país.
En los próximos meses ampliará el mapa y viajará con su gira por todo el mundo. España será uno de sus destinos clave, con doce conciertos programados entre mayo y junio de 2026, para los que ya ha vendido 600.000 entradas. También visitará buena parte de Europa y América Latina, aunque no actuará en Estados Unidos.La razón no tiene que ver con lo musical: el reggaetonero es allí una estrella de magnitud solo comparable a Drake o Taylor Swift. Se trata más bien de algo político: la creciente presión sobre las comunidades latinas y las deportaciones impulsadas desde que Donald Trump regresó al Despacho Oval.
Ha sido el propio Bad Bunny el que lo ha confirmado en una entrevista para la revista de moda i-D. Preguntado directamente por el periodista sobre si las deportaciones masivas habían sido la razón de no dar conciertos en el país americano, el puertorriqueño contestó tajante: «Hombre, honestamente, sí». Después explicó que ha habido varias razones por las que no se presentó en Estados Unidos «y ninguna de ellas fue por odio», aseguró antes de recordar que ya ha actuado en numerosas ocasiones y que «todos los espectáculos han sido un éxito». «Pero, concretamente, para una residencia aquí en Puerto Rico, cuando somos un territorio no incorporado de Estados Unidos...», explica, en referencia a su isla. «La gente de Estados Unidos podría venir aquí a ver el espectáculo. Los latinos y puertorriqueños de Estados Unidos también podrían viajar aquí, o a cualquier parte del mundo. Pero estaba el problema de que, joder, el maldito ICE podría estar fuera del concierto. Y es algo de lo que hablamos y que nos preocupaba mucho».
«Creo que con Nadie Sabe y Debí Tirar Más Fotos , le digo a la gente: soy Hollywood, pero también soy Puerto Rico. También soy el barrio. Puedo hablar con esta gente de Hollywood, y al día siguiente estaré en el barrio con mi bandera, con mi estilo, con mi jerga puertorriqueña», dice sobre su nuevo disco, en el que se ha empeñado en reivindicar su raíces. «Muchos son ignorantes, pero simplemente viven su vida. No saben que aquí hay gente que está perdiendo sus hogares». Precisamente, la gentrificación, la emigración o incluso el desplazamiento forzado de sus ciudadanos son temáticas centrales del nuevo disco. Puerto Rico es un territorio no incorporado a los Estados Unidos. Esto quiere decir que no es ninguno de los 50 estados federados, pero tampoco una nación independiente. Una especie de limbo político que impide a los boricuas decidir sobre su propio destino. «Aquí mataron gente por sacar la bandera. Por eso es que ahora yo la llevo donde quiera», canta Bad Bunny en La mudanza.
La lucha por la preservación de la identidad puertorriqueña está también en la letra de Lo que le pasó a Hawái. «Quieren quitarme el río y también la playa. Quieren el barrio mío y que abuelita se vaya. No, no sueltes la bandera ni olvides el lelolai. Que no quiero que hagan contigo lo que le pasó a Hawái». El deliberado vínculo entre ambas islas se refiere a que las dos han sido testigo de una explosión de turismo estadounidense en su territorio y de una privatización de sus preciados recursos naturales. Durante la última campaña a la presidencia de los Estados Unidos, el cómico Tony Hinchcliffe acompañó en un mitin a Donald Trump —ahora presidente— e incendió las redes con sus comentarios: «No sé si lo sabéis, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Se llama Puerto Rico». El suceso hizo a Bad Bunny posicionarse de golpe. Al día siguiente compartió un vídeo de Kamala Harris a sus 46 millones de seguidores en Instagram.